Capitulo dieciseis.

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Agosto 30, 2021.

Rubí.
Llevaba alrededor de una media hora sentada en el borde de la cama, me encontraba envuelta por una toalla y la humedad de mi cabello hacía que algunas gotas recorrieran mi pecho, me había duchado recientemente. Miraba la ropa que se encontraba frente a mi pero esta no terminaba de convencerme totalmente, quería decidir ahora y ya si usar esas prendas o buscar algo mas en el closet, pero mi mente se iba a el pensamiento de la soledad y silencio que inundaban el apartamento, estaba sola, mi hermana en la universidad y mi madre en el trabajo, estar sola me hacía mal. Aquellas prendas las había comprado hace poco, todo gracias a Gerardo, mi psicólogo. El hombre ya comenzaba a tener éxitos ayudándome, o eso quería pensar, me daba incentivos para salir, me ponía como tareas darle contenidos a mis seguidores, explorar música, ver listas de películas que el me dejaba, entre muchas otras cosas. Su misión era devolverme todos esos ánimos que había perdido para hacer todo lo que en algún momento me emocionaba hacer. Una de las tareas más recientes era probar cosas nuevas y una de mis actividades favoritas era comprar ropa.

Las prendas que mis ojos fijaban componían un perfecto conjunto, este se formaba de un vestido floreado de un tono claro y blanquecino, lo adornaban flores amarillas y rosadas de un tono pastel. El vestido iba acompañado de una chaqueta de mezclilla la cual era corta.

Para finalizar tomé una decisión y sentencié el usar aquel conjunto, no era ropa que me gustara llevar o que se encontrara en mi closet normalmente, era algo nuevo y diferente pero no me disgustaba. Calcé la ropa en mi cuerpo y me extrañaba verme de aquella forma, el vestido no se ceñía a mi figura, era suelto, era totalmente diferente a todo lo que siempre he solido llevar. Luego de apreciar con detención lo que llevaba durante un rato me dirigí al baño, no quería cargar mi rostro con maquillaje, mi intención era crear un balance suave con la ropa, apliqué sombras sobre mis párpados y usé rímel, no me delineé, no me pinté los labios, no usé contornos, tampoco base, igualmente no quería llegar tarde y el hacer eso consumiría mi tiempo. Con una pinza para pelo tomé este por detrás y permití que dos mechones bajaran por mi rostro, definitivamente yo no solía verme de esta manera.

En un pequeño bolso me encargué de meter las llaves del penthouse, mi billetera y mi celular, para luego salir. No me dirigía hacía la universidad, era demasiado tarde para ello, me dirigía hacía la reunión para organizar el proyecto, era hoy. Para mi favor el edificio donde se realizaría todo se encontraba en Providencia, la comuna siguiente a la cuál vivía, eran la diez de la mañana y tenía que estar presente en el lugar a las once y treinta, mi mommy tuvo que usar el auto así que sólo tenía dos opciones para elegir; podía ir en la micro como podía ir a pie, me decidí por caminar, ahorraba un poco de dinero, me saltaba la congestión de autos en la mañana y iba conmigo misma.

No solía usar audífonos así que no podía concentrarme en alguna canción que me gustará para distraerme y apurar el camino, cada vez que me aproximaba más al lugar comenzaba a desarrollar una especie de nervios, no los había sentido hasta el momento pero ya era demasiado tarde para pensar en eso.

Cuando estuve frente al edificio entré en este, la portería era inmensa, habían maquinas de comida y café, hasta el momento no había consumido nada de desayuno y aún tenía tiempo de sobra para comer algo así que fue lo primero a lo que accedí hacer. Algunas personas que parecían ser de mi edad pasaron ante mi, en ello capté una cara conocida, era una chica la cual recordaba haberla visto en redes sociales. Diez minutos restaban para el momento de la reunión, subí por el ascensor hasta el piso doce donde se encontraban las oficinas de la empresa, o aquello era lo que especificaba el correo. Me recibieron unos hombres vestidos de terno los cuales me llevaron hasta una sala la cual contaba con diversos asiento que se encontraban nombrados, "Rubí Cardenas" indicaba uno, me senté sin pensarlo.

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