Capitulo veinte.

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Noviembre 11, 2021.

Rubí.
Mi pierna se movía rápidamente gracias a la ansiedad, estaba consiente de ello, el chico de rizos miraba hacia el suelo y el sorbeteo en su nariz era el único sonido que se escuchaba dentro de la habitación, podía ver como este pasaba sus manos en el rostro y quitaba las lágrimas que ya caían desde hace unos minutos atrás, estábamos terminando.

Nuestra relación desde un inicio fue forzada y todo aquel que la viera podía asegurarlo. Miguel siempre estuvo comprometido conmigo, fue atento, leal e intento cambiar, pero yo... Sabía que debía priorizar otras cosas antes de tener una relación, pero no lo hacía y aquello terminaba afectándome a mi y al chico sin saberlo, igualmente yo no amaba a Miguel como el decía hacerlo, yo solo le tenía algo de cariño y claro, lo quería.

-Pero Rubí... ¿No hay forma de qué resulte? -Preguntaba con toques de ilusión el chico, sus pómulos brillaban por las lágrimas y justamente eso dejaba un gusto amargo en mi garganta.

-No Miguel... -Intentaba soltar las palabras con ternura, pese a todo Miguel era importante para mi.

-Yo te amo, yo estoy cambiando por ti, mejor dicho yo cambié por ti. ¿Todos mis esfuerzos se irán a la basura?

-Pero Miguel, ahí está el error, tu tienes que cambiar por ti y no por mi y...

-Si, eso lo tengo claro. -Me interrumpió -Justamente por eso, si tu no hubieras llegado yo no hubiera cambiado y fue para bien.

-No por eso tienes que amarme.

-Rubí eres preciosa, es imposible no amarte.

En respuesta a la ansiedad mordía las paredes de mi boca, aquello era algo que solía hacer a menudo.

-Miguel pero yo no te amo.

La mirada del chico que se encontraba perdida en el suelo subió a mis ojos, penetró su vista en la mía y soltó entre lágrimas una corta carcajada, demostré confusión con una simple mueca y el chico renegó con la cabeza.

-Soy estúpido.

-No Miguel, ¿por qué lo serías? -Aquellas palabras podían tomarse con dobles intenciones, aquello iba sin ironía pero al parecer el chico lo había tomado con esta.

-Siempre he sabido que no me amas, eso es obvio, pero pensé que... -Tomó una gran pausa, en ella pude divisar como el en inconsciencia rebatía consigo mismo, levantaba las cejas, hacía muecas y terminaba sacudiendo su cabeza, luego de unos extensos segundos volvió en si y dejó de cuestionarse -Creo que no pensé. Literalmente siempre me diste todo para pensar que estaríamos mejor separados pero yo no hice mas que ignorarlo.

Aquello era verdad, no podía decir nada para refutar, era lo cierto.

-Tampoco puedes negarlo, me da risa darme cuenta lo mucho que me cuesta entender las cosas. -Hablaba mientras en su rostro se formaba una sonrisa, esta no era simple, era una sonrisa de pena.

-Pero podemos ser amigos. -No era cierto, pero el dolor que desprendían las facciones del rizado me hacían querer calmarlo.

En mis adentros una pequeña voz se proclamaba; "di que no, di que no"

-Si pero, es raro, igual no se si sea lo correcto. Estoy enamorado hasta las patas de ti Rubí, pero tú no, igual siempre lo supe pero... -Su voz aún mantenía calma, pero su dolor era evidente. Sus orbes marrones rompían el cristal y se desbordaban creando un camino el cual buscaba bloquear restregando sus dedos y manos -Pucha, te quiero tanto Rubí.

-Miguel si yo igual te quiero pero...

-Pero no me amai. -Interrumpió para luego levantarse de la cama -No se que hago acá la verdad, estoy puro dando jugo. Si no me quieres solo queda irme.

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