Paralelas - Rubirena

Capitulo tres.

Maca.
Pasaba la tarde y me encontraba sentada en la banca sumergida en la pantalla de mi celular, en mis audífonos sonaban diversas canciones las cuales lograban que me tragara mas la pena que me provocaban mis pensamientos así sintiéndome más nostálgica aun de lo que ya estaba, en un impulso presione el icono de Facebook entrando en la aplicación, lo primero que hice fue buscar el perfil de mi madre, al entrar lo primero que vi fueron fotos antiguas de la Jose cuando era pequeña, seguí bajando así adentrándome mas en los recuerdos y golpe bajo, una perfecta foto de los cuatro, mi padre besando una mejilla de mi madre, yo la opuesta y la mujer cargando en sus brazos a una bebé, una lagrima cayó, seguí bajando, otro golpe, yo aferrándome a mi madre con un horrible dibujo el cual decía con una letra apenas legible "feliz cumpleaños", otra lágrima cayó pero aun así seguí bajando por el viejo perfil hasta que una imagen me detuvo haciéndome estallar en lágrimas demostrándome que los recuerdos con mi madre aún se encontraban intactos...

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Macarena miraba sonriente a la mujer que llevaba un pañuelo en la cabeza la cual se encontraba tratando de estirar una manta sobre el pasto.

-Maquita ¿me ayudas a estirar la mantita? -Diría la mujer acompañada de un dulce tono de voz.

-Si mami -La chica tomaría un extremo de la manta y su madre el opuesto, así entre las dos logrando sincronizarse y situar la manta extendida por completo.

-Josesita -Levanto un tanto la voz la mayor.

La pequeña ojiverde que trataba de tomar una mariposa con las manos se volteo mirando a la portadora de la voz que la llamaba.

-Ven que con la Maquita ya estiramos la mantita y tenemos cositas ricas para comer. -Dijo la mujer mientras se intentaba sentar en el suelo produciendo quejidos por el notable esfuerzo que hacía.

-Oye mamá, ¿me puedes prestar tu teléfono? Es que quiero sacar una foto porfis -Acotó la pequeña rizada haciendo un puchero, mientras se sentaba en el suelo junto a su madre.

-Josesita, tráeme la cartera porfavor.

La pequeña seguía intentando capturar la mariposa, pero esta vez con una amplia sonrisa se dirigió corriendo a buscar la cartera para luego entregársela a su madre, acto seguido esta se sentó entre la mujer y la rizada.

-Gracias princesita. -La mujer comenzó a rebuscar en su cartera hasta dar con su teléfono, esta se lo entregó a la pequeña que se lo había pedido -Tome mi rulitos.

La pequeña rizada recibió el teléfono, se encargó de entrar a la aplicación de cámara y ponerlo en modo selfie -Ya mami, Jose, miren para acá! -Habló estirando el brazo.

Las dos mujeres miraron sonrientes a la cámara y posaron, la rizada no tardo en capturar el momento, para que luego la madre le pidiera de vuelta el teléfono, así esta publicando en su página de Facebook esta foto junto a una pequeña descripción; "Junto a dos de los tres amores de mi vida, mi princesa y mi rulitos."

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Sentí un desgarrador dolor en el pecho al ver la imagen junto a la frase de la descripción, era la misma imagen que años atrás yo había capturado, justo en donde me encontraba ahora, en esta plaza, en este lugar.

Luego de sollozar durante un extendido tiempo comencé a calmarme, ahí fue cuando levante mi mirada y vi como el cielo se encontraba un tanto más oscurecido comparado a cuando llegue, el sol se encontraba más abajo ¿Cuánto tiempo había estado llorando? Eran alrededor de las de las cinco de la tarde, me levanté y efectivamente volví a caer, llorando desconsoladamente en el suelo, mis sollozos se adueñaron de todo, ya no percibía el sonido de los autos pasar, ni de las pocas personas que solían caminar por ahí, era yo y mi dolor.