Capitulo veintiocho, final.

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•Paralelas; dos o más lineas que van hacia la misma dirección pero nunca se interceptan.

Enero 15, 2022

Eran las ocho de la mañana y la rizada mantenía presente su indecisión, tan sólo podía llevar una cantidad limitada de equipaje y aún sobraba ropa dentro de su armario, por ende, debía de seleccionar con cautela las prendas que usaría en este extenso periodo fuera del país.

La pesadumbre se instauraba en sus hombros cuando desviaba la mirada para ver a su hermana menor dormir, hoy era la última vez que estaría con ella, nunca habían estado separadas por tanto tiempo, ya era momento de que Macarena sintiera que era estar sola y se lograra independizar, definitivamente ya no era una niña pequeña como aún lo era Josefa.

Guardaba cosas, entre ello habían prendas de ropa, zapatillas, materiales de estudio, fotografías e incluso peluches. Observó por algunos segundos un objeto en específico, su portada verde y sus cientos de hojas le llamaban la atención, dudaba si llevarlo, pero un compromiso inmenso era lo que sentía por ello, la rizada se estiró y alcanzó la biblia sobre el mesón para guardarla en la maleta.

Empacó por algunas pocas horas hasta terminar y reafirmar que llevaba todo lo que necesitaba, se excedía de lo que incluía la beca en el viaje, a Macarena no le importaba, disponía de los medios para pagar lo que faltaba de equipaje.

El avión salía a media tarde, aquello le daba tiempo para despedirse de todas las personas importantes, almorzar con su familia y mantener la calma para no estresarse. Antes de salir, la rizada tomó una ducha y se arregló lo necesario, al fin y al cabo hoy sería su primer viaje en avión, ante cualquier emergencia ella debía estar cómoda.

Días anteriores, Macarena había citado a dos personas importantes a hablar, debía de despedirse de Nicolás y Jacinta.

Ya eran las doce del día y ellos estarían esperando en el pequeño parque que tenía el edificio, para ese entonces la chica estaba lista, bajó corriendo con gran desesperación por las escaleras, la ansiedad que manejaba en aquel momento hacía que tuviera energía constante, podía descargarla de la manera que deseara.

-¡Nico! -Alzó la voz Macarena al ver a él pelinegro fuera del edificio mientras ella salía por las puertas de este mismo.

El chico se volteó y sonrió al instante de ver a la chica, junto a él se encontraba aquella castaña de pelo liso quién igual sonrió.

-Buena, acá viene la futura gringa. -Habló risueña Jacinta sin saber diferenciar Inglaterra ante Estados Unidos.

Nicolás extendió sus brazos y Macarena en picada se lanzó a ellos, Jacinta quien se encontraba junto a ellos cerró el abrazo uniéndose, pese a la lejanía que tenía el grupo últimamente, el abrazo fue cálido y genuino, los agarres entre los tres presentes era fuerte y las caricias en las espaldas no faltaban.

Existió un profundo silencio durante varios segundos, nunca habían tenido un abrazo como tal.

-Tal vez nunca funcionamos como amigos del todo. -Habló el chico rompiendo el pequeño silencio que mantenían -Pero puta que te queremos Maca, estamos más orgullosos que la cresta de ti... Y pucha, el otro weon que no está acá igual está raja orgulloso de ti, los tres lo estamos. -Finalizó con pesar.

-Si po' Maca. -Jacinta pegó su frente a la de Macarena al hablar -Sé que... -Inició, pero se detuvo antes de seguir. Su voz la delataba y Macarena sabía a dónde quería llevar la conversación. Jacinta tragó fuerte -Bueno, todo pasa por algo y espero en esta etapa seas feliz, conoce harto y si te acuerdas de nosotros mándanos fotos po'.

-Vai a ser igual que los cabros de Skins.

Las chicas rieron y el chico apretó más el abrazo haciendo que estas se quejaran.

Paralelas - RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora