Capitulo veinticuatro.

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Diciembre 08, 2021.

-Bueno Rubí, puede que la pregunta que vaya a hacer ahora sea un tanto estúpida pero, ¿cómo estás? -Habló el hombre mientras se acomodaba en el sillón.

La chica suspiró y miró hacia el techo, se preguntaba porqué todas las paredes eran blancas. Aquel vago y estúpido cuestionamiento la distraía.

-Si te soy sincera Richard, no tengo ni la menor idea. -Respondió renegando, jamás fijó la mirada en el mayor.

-¿Richard?, ¿desde cuándo me llamas así? -Cuestionó el apodo, a ello lo acompaño una pequeña risa.

-No lo sé, ¿desde hoy? -Por primera vez Rubí miró al hombre -Después de todas las consultas y saber gran parte de mi vida ya era hora de que te trate con cariño, ¿o no?

-Rubí, no pienses eso, no porque sientas una cercanía después de contarme un millón de cosas debes tenerme cariño, o sea, me corrijo, claro que puedes, pero no es una obligación.

-Cómo sea... ¿Tus hijos?, ¿cómo están?

El hombre hizo aquel sonido similar a una bocina la cual gritaba "fallido" por sus entonaciones usadas, la chica rió y el igual lo hizo.

-Estoy por ti, para ti y inmiscuir en ti, no vienes a escuchar mis problemas familiares. -El hombre se detuvo, se acercó a la chica y con su mano cubrió la boca, todo para fingir un susurro -Aunque si quieres te los puedo contar. -Nuevamente el hombre se alejó entre risas y acomodó en el asiento, sacó aquel lápiz colgado en el bolsillo de su camisa y tomó la libreta que estaba sobre la mesa que ponía una distancia entre el y Rubí. -Bueno, retomando la seriedad y el profesionalismo, ¿qué tal todo en tu casa?

-Mmm... La verdad es que nada nuevo, ¿te acuerdas del desorden en mi pieza? -El hombre asintió -Lo ordeno, pasan algunos días y luego vuelve a aparecer ahí, quiero culpar a la tesis de la U, el proyecto en el que estoy o todo lo que tengo que investigar y estudiar, pero hasta en mis días de descanso donde no hago nada ese desorden vuelve a estar ahí.

El hombre anota un poco en la libreta para luego subir la mirada nuevamente a la menor.

-¿La relación con tu mamá y hermana?

-Bien supongo, pero el hecho de que la Esmeralda ahora esté en la universidad es una carga más, la ocupa de excusa para absolutamente todo. Le digo "Esmeralda lava los platos por fa" y ella ya va "uy sis, estoy con todas mis pruebas, no puedo" -Aquel frase supuestamente dicha por su hermana la entonó de manera burlesca -Y me chata' la cuestión porque yo estoy en mi último año y claro; llego a la casa, hago el almuerzo, pongo la mesa, llegan a comer, se van, lavo los platos, limpio y para variar como ella si tiene más vida social que yo, ella sale y yo me quedo haciendo las tareas restantes en la casa. No quiero decir con esto que la Esmeralda es una mala hermana o algo por el estilo, solamente su irresponsabilidad me agobia.

-Te entiendo, no se si alguna vez lo comenté pero me crié con cinco hermanos más y déjame decirte que no fue nada fácil, ¿sabes lo que debes hacer ante eso?

-No.

-Nada. ¿Esmeralda tiene que lavar sus platos? que lo haga ella y nadie más. ¿Tuvo que irse al instante después de comer? no importa, dejas sus platos en el lavaplatos y no te preocupas. No es algo de ser mala hermana, tu igual tienes tus preocupaciones y como ella puede llegar y salir con sus amigos puede llegar y darse unos pocos minutos para lavar sus cosas, igual con el orden, la limpieza y todo, no porque estés mayoritariamente tú en la casa debe caerte todo el peso y el estrés en ti, a todo esto... ¿Macarena era la chica?

Rubí sonrió.

-Estaba en lo correcto. -Habló el hombre correspondiendo la sonrisa, acomodó la libreta y anotó algo en ella -Macarena... ¿Cómo va todo con ella?, la otra vez me hablaste sobre la fiesta, fueron un tanto directas aquel día y bueno, ya sabemos la historia, ¿algo más ha pasado?

Paralelas - RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora