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—Tomioka-San, oh Tomioka-san —decía Shinobu detrás del pilar del agua—, vayamos a comer juntos.

—Minako-san —giró a verme y se detuvo unos segundos a observar mi uniforme, un viejo y gastado uniforme que pertenecía a mi hermano mayor anteriormente, el cual aún tenía las costuras donde su capa iría normalmente—. ¿has estado practicando tu respiración? 

—Oh, sí, pero, al ser Kyojuro el único usuario de la llama es complicado mejorar mi técnica sin un instructor. Aún así Senjuro y Tanjiro-kun han estado ayudándome a entrenar con ayuda de los escritos de mi familia. 

—Hmm, puedo ayudarte a entrenar —cruzó los brazos ignorando a Shinobu-san quien aún mencionaba en repetidas ocasiones su nombre—. Tal vez no sea un usuario de la respiración de la llama pero soy un pilar. Creo que es lo mínimo que puedo hacer por ti. Te ayudaré a desarrollar la respiración de la que el patrón me habló. 

Asentí feliz porque sería la primera vez que un pilar diferente a mi hermano y a los bruscos métodos de Sanemi intervenían en mi entrenamiento. Solo mencionó que me esperaría mañana por la mañana al frente de su finca y así fue como se retiró para evitar hablar con la pilar del insecto. Shinobu-san no lo siguió y solo comenzó a reír para guiarme al comedor.

Tomé el resto del día para practicar las posturas que ya conocía, mejorar mi resistencia y ayudar a mi cuerpo a ser tan flexible como pudiera.  A diferencia del resto, yo solía entrenar en los exteriores de la finca, ya que la ultima vez que lo hice en casa rompí una cerca, dos ventanas y casi tiro el techo de Tokito en una ocasión. Al menos una vez a la semana los diferentes pilares preguntaban por como me sentía, incluido Iguro, quien a pesar de pensar que coqueteaba con Mitsuri (lo cual, no se equivocaba) era amable y algunas veces e mandaba aperitivos.

Subí al techo de la finca con la esperanza falsa de encontrar a Tanjiro ahí, sabia que ahora debía estar con el resto entrenando también, pero quería intentar verle. Después de lo que sucedió en su habitación era más cercano a mi, más cuidadoso y más detallista. Podía ver en sus ojos el cariño con el que veía mi pelo moverse por el viento. Una vez en el techo tomé asiento un momento. El sol aún no se ocultaba y al parecer faltaban algunas horas para hacerlo. Mientras pensaba en la cantidad de responsabilidades que requería ser un pilar, pensé nuevamente en Tanjiro, serlo me haría el soporte de otros cazadores, arriesgar mi vida por otros para protegerles, porque ese era el deber de los fuertes. Pospondría ese evento cuantas veces fuera necesario, porque quería protegerle y tenía motivos para entrenar para lograr por mis medios conseguir ese titulo. Las risas y gritos de Inosuke me hicieron desviar la mirada a donde estaban entrenando. Asomé mi cabeza lentamente para ver a Zenitzu ser lanzado por los aires y caer, levantándose para correr detrás del jabalí. Tanjiro por su parte estaba corriendo en circulos por el patio y al fondo estaba Kanao observando su avance. Nadie había notado mi curiosa presencia, por lo que seguí observando. El trio se detuvo delante de la sucesora quien les felicitó con alegría y les dio indicaciones que ellos siguieron al instante. Pude verla ir detrás de los chichos y después les perdí de vista. 




—Minako-san, tu resistencia apesta.

—Lo sé Tomioka-san, lo sé —dije mientras respiraba con rapidez, apoyando mis manos sobre el piso e intentando recuperar el aliento—. Estuve enfocándome en mi flexibilidad, como Mitsuri-san me dijo. 

—No por ello debes descuidar el resto de tu entrenamiento. Toma tus cosas y sígueme. 

El tonto de Tomioka siquiera me esperó y comenzó a caminar. Sus tontos 176 contra mis poderosos 163 dejaban en ridículo la velocidad de mis paso. Cuando logre alcanzarle el paso se detuvo e indicó que dejara mi katana y haori en ese mismo lugar donde estaba parada

—Practicarás tu resistencia —y así fue como Tomioka-san me lanzó al río sin impórtale si me ahogaba o moría por una roca. Estuve dando vueltas al río por más de dos horas. Cada vez que me lanzaba de nuevo procuraba que no respirara ni un poco y saliera sin necesitar oxigeno ¿Qué clase de entrenamiento era este?—. Si no puedes mantener tu respiración es muy imprudente tratar con una respiración nueva, además aún no me dices como funciona esa respiración tuya. 

—Se llama respiración sanguínea, maldita sea.

Nadé hacia la orilla más cercana para salir del río y por primera vez Tomioka no me lanzó de regreso tan solo llegar a la orilla. En su defecto me entregó dos toallas para secar mi cabello, aunque a este punto mi uniforme estaba más empapado que mi cabello. 

—Me sorprende que el rojo de tu cabello sea tan diferente al rojo del cabello de Kamado-kun —tenía razón, el rojizo de nuestros cabellos cambiaba—. Hablando de él, ese maldito iba a ser mi sucesor y se fue con tu tonto hermano cabello de gallo.

—¿Eh? Oye, que mi familia tenga el cabello como un paleta de mango con chamoy no significa que llames así a mi hermano, maldito emo. 

—Si tu tonto compañero no hubiera cambiado de respiración el me sucedería y yo podría retirarme de este puesto. 

—¿De qué estas hablando Tomioka? Eres uno de los mejores pilares que jamás haya oído hablar. Estoy entrenando contigo porque te admiro así que deja de hablar y ayúdame a entrenar. 

Tomioka no hablo ni un momento más, se había dado cuenta que cometió un error y no sabía como disculparse.

—Háblame de tu técnica. 

—Le llamo respiración sanguínea. Cuando la hoja está empapada de sangre mis ataques se vuelven más poderosos. Combinados con una serie de respiraciones más cortas y concentradas puedo duplicar esta fuerza y crear una brecha. Además descubrí hace poco que esta habilidad la puedo utilizar para ralentizar a mi enemigo. Es extraño, pero mi katana hace cortes demasiado gruesos que las cicatrices que deja cada vez son más grandes. 

—¿Has intentado con un arma más pequeña?

—No funciona.

—Me sorprende que Kamado se haya fijado en ti considerando que eres tan lenta.

Le lancé mi toalla sin pensarlo. 



Regresaré...

Voces y voces se oian a mi alredor, la silueta de mi abuelo se hizo presente, mientras entregaba a mi padre los escritos de la familia. ¿Qué era esto? Mi vista se nubló pasados unos segundos y mi cabeza daba vueltas, me sentí mareada. Agité la cabeza ligeramente y al abrir los ojos alguien me miraba.

Levántate, Minako. Estas perdiendo el tiempo entrenado. Ustedes jamás tendrán el talento para ser pilares. Además no pude haber dos pilares con la misma respiración.

Entonces crearé una, una respiración tan poderosa que la respiración de la llama la necesitará. 

Estaba soñando otra vez. Comencé a sentir un inmenso dolor en las muñecas seguido de la cara húmeda. Miré a mi padre una vez más entre sueños. Cumpliría esa promesa.


Desperté agitada, tocando mi cara, mi nariz sangraba y mi boca estaba seca. De entre la oscuridad entró el cuerpo de Tanjiro, cerrando la puerta detrás de él. Se acercó a mi y habló.

—Estabas gritando y vine en cuanto pude, creo que estarás bien, pero si necesitas algo llámame.

—Quédate a dormir —solté—, era una pesadilla, estaré mejor si te quedas conmigo. 






tssss pinche Tomioka, aún así lo queremos a mi cuñado. 

Hola, froggy aquí. Me tomaré un descanso para escribir el resto de los capítulos.

Solo me queda decir que en dos o tres capítulos tenemos el Arco de la Villa de los herreros, así que déjenme refrescar mi mente releyendo el manga. En otras noticias, tengo pensada una historia de My hero Academia, por si alguien la quiere leer, avisaré por aquí jajdajsa.

les quiero <2+1

𝙆𝙤𝙞𝙨𝙝𝙞𝙩𝙚𝙧𝙪. (𝙏𝙖𝙣𝙟𝙞𝙧𝙤 𝙭 𝙤𝙘)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora