El pelirrojo estaba frustrado. El profesor Crewel le había pedido a su clase que hicieran una poción de transformación. En un principio a Riddle le parecía una gran idea, sin embargo, cada vez que investigaba sobre alguna poción, resultaba que varias tenían ingredientes de un acceso muy difícil e incluso había cosas que tal vez ya no estaban en la tienda de Sam.
Estaba en la biblioteca, revisando de nuevo los libros mientras que con su libreta apuntaba cosas. El pobre Riddle se estaba estresando, pero para su suerte su ángel de la guarda apareció.
—Señor Rosehearts —habló una voz seria y madura, una voz que alegraba el corazón de Riddle que la escuchaba. Al ver quién era la procedente, el varón relajó sus brazos—, no esperaba verlo aquí, ¿tiene algún problema?
Circe también se alegraba de ver a su alumno favorito, sin embargo, mantenía la calma y la seriedad de su vocación en aquella escuela. Aunque por dentro agradecía por esa simple casualidad.
—Profesora Circe, estaba estudiando... Bueno, más bien investigando...
Con curiosidad, la bruja se acercó un momento a los libros de su alumno, notando que estaba buscando información.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó sin pensarlo dos veces, mirando fijamente a los ojos azules del alto—.
Riddle lo pensó un momento, analizando su situación. Al final llegó a la conclusión que debía aceptar la ayuda de la bruja y asintió. La mayor se sentó a su lado, agarrando el libro para ojear sus páginas.
—... Veo que has estado apuntando sobre pociones para tranformarse en seres grandes, sin embargo, creo que deberías ir a algo más sencillo —señaló la bruja, agarrando un lápiz y señalando una página donde estaba las indicaciones para transformarse en otra persona—. Es difícil crear algo a partir de tú imaginación también o por algo que has visto muy pocas veces. No debes exigirte tanto, no es bueno para ti.
Ésto último lo dijo con un tono de voz preocupado. Tal vez cuando lo conoció no tenía ningún afecto hacia el menor, pero la idea de que cayera de nuevo en la oscuridad de su corazón la agobiaba un poco y más sabiendo ella lo que era, ya que ella se convirtió en Sin Corazón hace mucho tiempo.
—No aspires a lo más grande —recalcó, mirando al chico—, haz algo qué esté dentro de tus capacidades.
El pelirrojo había escuchado con atención las palabras de su profesora, la cuál iba apuntando pociones más sencillas de las que Riddle había apuntado y tal vez todo habría terminado allí, pero Circe tenía que asegurarse de una cosa.
—¿Por qué buscabas preparar una poción tan difícil? —pregunto, dándole la lista a su alumno—.
El alumno se quedó callado unos segundos, inspiró profundamente y abrió la boca.
—... Siempre he querido dar lo mejor de mi como líder de dormitorio y ser un ejemplo para mis compañeros de mi habitación, sigo pensando así a pesar de lo sucedido. Creía que si hacía algo cómo ésto, tal vez sería capaz de que todos olvidaran el incidente.
Circe comprendía ese sentimiento perfectamente, ella lo había intentado muchas veces, el enmendar ese error que la llenaba de culpa durante todos esos siglos, buscando el perdón de los demás.
—Todos recordarán lo sucedido, hagas lo que hagas —habló la bruja mientras cerraba el libro—, todos te señalarán con el dedo índice e incluso te insultaran sin saber que lo que pasó sólo fue un accidente —el tono de voz, a pesar de que se mantenía serio, estaba lleno de tristeza—... Por ello, hay que estar rodeados de aquellos que entienden nuestras acciones, de los que nos cuidan y de los que nos perdonan.
Desgraciadamente para Circe ella no tenía esas personas a su alrededor, pero esto último no lo dijo, no quería poner triste a su alumno.
—Así que céntrate más en ser un estudiante y no sobrepases tú límites, ¿de acuerdo?
El pelirrojo asintió ante la petición de su maestra, por ello la docente se levantó y, antes de retirarse, hizo uns última pregunta.
—Por cierto, ¿fue idea tuya preparar una poción de tal calamidad?
—Bueno —Riddle mordió sus labios, parecía que estaba pensando su respuesta. Luego negó—... Le pedí una sugerencia a mi madre, y yo me centré en esa idea —tuvo que interrumpir su explicación, ya que por un segundo vio los ojos de Circe, que usualmente eran marrones, de un color amarillo brillante por un par de segundos, incluso asustandose un poco—...
—Oh vaya —el tono de voz de la bruja se podía percibir molesto, cómo si estuviera enfadada—. Bien, me retiraré por ahora, que tengas una buena tarde —a pesar de que intentaba mantener un tono de voz serio y calmado, la bruja estaba gritando de cólera por dentro y por ello salío con un paso rápido de la biblioteca, haciendo ruido con sus zapatos de tacón a su vez que sus ojos brillaban de un color amarillo intenso, mostrando su gran ira—... Parece que la Bruja Nocturna tiene que preparar una visita.
A su vez, su cuerpo emanaba un aire de oscuridad pero esto era muy poco visible para algunos, por no decir que a ningúno de Night Raven College. Ya que la oscuridad del cuerpo de la bruja es muy antigua, tan antigua como las llaves de luz que abren las puertas hacia los mundos.