Pérdida entre libros, en medio de la noche acompañada de una vela y la luna en la soledad de su hogar, Circe investigaba sobre los siete grandes, admirados por las personas de Twisted Wonderland y también temidos en el pasado por ser grandes villanos.
A la bruja le llamaba bastante la atención que ellos siete fueran los representantes de esa escuela, haciéndose preguntas, ¿por qué sólo 7?¿Por qué ellos justamente y no otros como Garfio o Cruella? Por otro lado, no entendía porqué Scar representaba a una escuela de magos, siendo que él era un simple animal. Aunque...
Recordó una de las anécdotas de su tío, en la que le relataba cómo él y su madre, junto a Donald y Goofy. Cuando fueron a las tierras del Reino, los cuatro se transformaron en animales, pudiendo recorrer la sabana sin el temor de que un animal salvaje los acechará. ¿Tal vez eso tenía algo que ver? ¿O era más bien la influencia de Pete?
—No, no creo —se dijo a si misma mientras, suspiraba, apoyando su cabeza roja en su silla—.
Escuchó a su cuervo Ulises, quién dormitaba tranquilo en una esquina. Dio otro suspiro y miró otro libro, en la cual había una descripción de Maléfica y en la página siguiente, había una descripción de Malleus. Entonces, surgió la siguiente pregunta, ¿cómo es que Maléfica había tenido un nieto? No había escuchado ninguna historia de su madre en la que hubiera involucrada una pareja o un prometido, menos un huevo de dragón. Cruzó sus brazos, quedándose pensativa hasta que escuchó una suave explosión, giro su cabeza, viendo un par de pompas flotar. Acto seguido chasqueo los dedos, cerrando así toda ventana y agujero abierto, incluso el de la chimenea.
Un montón de pompas de jabón aparecieron en la sala principal de la casa de la bruja, y tras que se disipó, apareció un hombre anciano de una larga barba y ropas azules, tosiendo un poco.
—Debería cambiar mi forma de moverme entre mundos —tosio el anciano—, ya paso de moda hace 510 años. Además, he sentido mucha magia negra fuera...
—Merlín —se levantó la bruja de su asiento, mirando con una pequeña sonrisa al mayor—, no esperaba tú visita, ¿a qué se debe?
—Hola Circe —el mago sacudió su pie, saliendo una pompa de su zapato—, vengo de parte de Yen Sid... No he traído a Arquimedes, vengo sólo.
A pesar de que fue hace 50 años, aún recordaba como ambos familiares se pusieron a pelear, ya que búho y cuervo eran enemigos por naturaleza. Desde entonces, cómo Ulises se niega a dejar a su dueña, Merlín es la que suele visitar.
—Vengo a informarte, Yen Sid me contó sobre tu misión y me dijo que investigará también—hablaba el mayor de los dos mientras se sacudía su ropa, tranquilamente se sentó en una silla, al otro extremo de la mesa—. Pero dime que tal estás tú primero.
Entre té y pastel, Circe le contó todo lo que había investigado, le habló sobre los Overblots y lo sucedido con los alumnos, dejando al mago impresionado. Incluso tuvo que dar un par de pausas para que el mayor procesará algunos datos.
—Vaya... Ahora entiendo porque no hemos encontrado nada de Maléfica —decía el mago mientras acariciaba su bigote, con el ceño fruncido—. He estado buscando cada rincón, pero no hay ni huellas... También he intentado ir al Inframundo, pero Hades no me deja entrar.... ¿Crees que tú puedas hablar con él?
—... No creo que tenga ganas de verme, he derrotado a varios de sus sirvientes —dijo la bruja, rascando su nuca un poco mientras recordaba los torneos en los que había participado bajo el manto de Sir Monty—... ¿Ni siquiera habéis encontrado a...?
—No, y prefiero que no lo hagamos. A pesar de ser sólo un siervo, es muy poderoso y astuto.
—... ¿Quieres que hable con él?
—¡Oh no, eso no Circe! —expreso el mayor alarmado— Fue un milagro para Yen Sid él que fueras a la torre en busca de ayuda. No quiero que vuelvas con él, seguramente no te dejaría escapar ésta vez.
—Lo entiendo, la verdad es que tampoco quiero verlo pero... Me ofrezco cómo última opción.
Merlín refunfuño ante esa idea, pero no se negó. Tras tomar el té, el mago se levantó y miró los libros.
—¿De dónde los ha sacado?
—De la biblioteca de aquí, quería recopilar toda la historia de este lugar pero... Hay muy poca. Parece qué está escuela es tan meticulosa con sus secretos que ni su historia las cuenta.
El anciano miró con seriedad los libros, mientras que la bruja lo miraba con curiosidad, ¿se le estaba ocurriendo algo?
—Puede que tarde un poco pero... Veré que puedo hacer.
Y antes de que Circe pudiera decir algo, el mago desapareció, dejando a la bruja sola de nuevo con los suaves ronquidos de su familiar.
—... No te metas en líos Merlín.