Era una de esas noches en las que Sakura despertaba tras una noche sin sueños. Le incomodaba un poco, ya que, incluso antes de su llegada a Night Raven, había soñado con otros mundos y otros personajes, pero desde que los integrantes del grupo de baile de Vil llegaron, sólo había estado durmiendo, todo oscuridad.
Miró al lado de su cama, Grim dormía plácidamente. Dio un suspiro y se levantó de la cama, pensando que un paseo por la noche despejaria su mente, aunque debería tener cuidado, tal vez porque había varias habitaciones ocupadas por varones y no todos sabían que era una chica. Sólo Ace y Deuce.
Por suerte, en el pasillo sólo se encontró a los fantasmas quienes ya la conocían y, a pesar de que empezaron con mal pie, ahora se llevaban realmente bien con la chica e incluso parecían preocupados de que ella se hubiera levantado por la noche, aunque ella les decía que sólo quería dar una vuelta. Al final, los espectros dejaron que siguiera su camino, no sin antes darle una manta para que no pasará frío.
Ya fuera de la habitación Ramshackle, Sakura pudo sentir el frío de la noche en sus piernas, ya que llevaba un camisón. A pesar de que se estaban acercando a la primavera, aún estaba presente el frío invierno. Por lo qué, busco sentarse en un banco y mirar el cielo estrellado, tal vez buscando una respuesta a muchas de sus dudas, de no ser porque vio un par de luciérnagas aparecer. Una sonrisa apareció en los labios de la chica y cuando vio a la alta figura con cuernos, lo saludo.
—Buenas noches Tsunotaro.
—Buenas noches Sakura, es raro verte despierta a esta hora —señaló el mayor, observando con cierta preocupación a la menor—. Tengo entendido que los humanos deben dormir 8 horas seguidas.
La chica suspiro de nuevo, pensó un momento en si poder contárselo o no a su amigo, hasta que recordó que él siempre la escuchaba, así que decidió contarle sus preocupaciones.
—... Últimamente no he tenido sueños, así que, antes de despertarme está todo oscuro —contó, arropandose un poco con la manta y cubriendo sus piernas—.
—¿Son pesadillas? —pregunto él alto mientras se sentaba, observando como la de ojos azules negaba con la cabeza—
—No, ningún tipo de sueño. Es cómo si cerrará los ojos y despertará de golpe. Es... Muy incómodo...
Entonces, Malleus noto una gran preocupación por parte de la chica, quién buscaba refugio en la manta.
—... ¿Que sueles soñar?
Sakura, sorprendida por esa pregunta, busco una respuesta acorde, ya que no eran sus recuerdos, si no los de alguien más.
—... Bueno, he escuchado que los sueños suelen ser los recuerdos que vive la persona a lo largo de su vida... Sin embargo, yo sueño con los recuerdos de otra persona.
—¿Puedo saber de quién?
—... No sé su nombre y aunque lo escuche, nunca lo llegó a memorizar. Recuerdo el nombre de Sora, Kairi y Riku, pero no sé cuál es el nombre de la niña.
—¿Una niña?
—... Llevó 5 años teniendo este tipo de sueños, así que sé cómo es su voz y puedo intuir más o menos su edad... Es muy raro lo sé, pero...
Sakura se quedó callada unos segundos, mirando fijamente a al suelo, mientras que Malleus la miraba con curiosidad, ya que había algo que no encajaba.
—... ¿Y tú no tienes recuerdos?
Sakura inspiró profundamente ante aquella pregunta, alzando su mirada.
—... No recuerdo nada de mi vida desde antes de los 10 años.
Tras esas palabras, el silencio apoderó el lugar un par de segundos, mientras la chica sólo miraba al cielo un momento, muy apenada.
—... ¿Tienes amnesia?
—Algo así, sé quienes son mis padres, de donde procedo y cómo me llamó. Pero no tengo ningún recuerdo de mi infancia... Tuve un accidente a los 10 años y a partir de ello, no recuerdo nada de antes de ese momento.
—¿Cuál fue el accidente?
—... Tampoco lo recuerdo, sólo desperté en un lugar muy oscuro y pequeño... Entre en pánico, ya que todo fue muy confuso...
—Por eso eres claustrofobica.
La chica asintió lentamente, ya que para ella fue uns experiencia muy traumatica.
—Gracias a mis lloros pudieron encontrarme, y cuando vi a mis padres, me preguntaron... Dónde estaba mi hermano...
—¿Un hermano?
—... Según mis padres, es 4 años mayor que yo y desapareció conmigo, sólo que a diferencia de mi, él no fue encontrado.
—... Y no lo recuerdas —Sakura asintió, confirmando la sospechas del varón—... ¿No sabes el porqué?
La chica negó, para seguir contando sus preocupaciones.
—... Tengo miedo de que, al no soñar más con los recuerdos de esa persona, un día despierte olvidando por completo todo. No sólo mi nombre, si no también a Ace, Deuce, Grim... Incluso a ti Tsunotaro, ¿que pasa si me ves y yo no te saludo porque no te recuerdo?
Sakura parecía que iba a llorar, aunque no lo hizo al final, solamente miró a los ojos del mayor, quién acarició su cabeza, en busca de calmarla. Después de todo, el se veía cómo el hada madrina de la chica, si ella mañana le pidiera un capricho, se lo cumpliría.
—... Yo me encargaré de que eso no suceda Sakura, no te preocupes. Tú no olvidarás nada de Night Raven, te lo prometo.
—... ¿De verdad?
—De hecho, ¿que es lo que más te gustaría soñar está noche?
—¿Eh? ¿Por qué? —Sakura parecía un poco confusa ante esa pregunta, observando como su amigo aún mantenía su calma—
—Tú sólo dímelo, no quiero que te preocupes más.
La chica pensó un momento su respuesta, un poco relajada. En un principio quería soñar con sus padres, ya que hacía mucho tiempo que no los veía, pero, el hecho de solo verlos en un sueño sería algo momentáneo, ya que despertaría con ganas de volver a verlos. Pensó mejor, hasta que, al fin, recordó una cosa.
—... Me gustaría soñar que soy una princesa —esto lo dijo avergonzada, juntando sus dedos—.
—¿Una princesa?
—... Jugaba de pequeña con una amiga y yo siempre era la princesa ya que me gustaba mucho ese papel... No creo que me convierta en una ahora, de hecho quiero ser costurera pero... Al menos me hubiera gustado soñarlo una vez en la vida.
El varón se rió de la inocente propuesta, era algo que le parecía tierno.
—No te rías de mi Tsunotaro.
—Lo siento, pero me parece adorable tu petición.
Ante esas palabras la chica se puso roja por la vergüenza mientras Malleus tocaba con su dedo índice la frente de la más baja.
—Esto servirá —dijo el mayor dando otra pequeña risa—, creo qué está noche podrás dormir bien.
—... Si tú lo dices.
—Ve a dormir, está haciendo más frío y no quiero que pilles un resfriado. ¿Te parece bien?
La chica asintió, levantándose del asiento mientras miraba al varón. Ambos se abrazaron y la chica camino de nuevo hacia la habitación, no sin antes despedirse de su amigo y ver cómo desaparecía. Subió a su cuarto con cuidado de no hacer mucho ruido, se acostó en la cama y cerró sus ojos.
Esa noche, soñó con un lugar donde las estaciones se reunían y bailaban junto a las hadas de todos los lugares del mundo, dando un espectáculo a la princesa Sakura al llegar a su reino. Ella disfrutaba el espectáculo y cómo todos la saludaban con respeto, llevando un hermoso vestido de color rosa y una tiara plateada. Todos estaban felices de que su princesa hubiera llegado al fin. Finalmente, Sakura pudo soñar.