En la segunda estrella a la derecha, justo en los mares de Nunca Jamás, se podía observar cómo la tripulación del Jolly Roger cantaba feliz y brindaba tras un largo día de trabajo. Circe podía oler el Ron desde el mástil más alto, mientras observaba el cielo estrellado. Alguien la llamó por su nombre, por lo que bajó dando un salto. Los piratas alzaron sus jarras al verla, ya que era una tripulante más a pesar de su infantil aspecto.
La persona que la había llamado era el señor Smith, el segundo a bordo, un hombre regordete y bajito que calmaba los momentos de paranoia del Capitán. La bruja pirata se acercó a él, sabiendo que Garfio necesitaba algo de ella. Ambos entraron al camarote, escuchando el tocar de un piano. A Circe le sorprendía ésto, ya qué el mismo personaje sólo tenía una mano y, cómo su nombre indica, un garfio para tocar.
—Oh, veo que ya estáis vosotros dos aquí —dijo el hombre al terminar de tocar, levantándose de su asiento—. Señor Smith, señorita Circe, he de daros una noticia muy importante. He decidido que voy a abandonar Nunca Jamás.
—¿En serio? —preguntaron ambos a la vez, sorprendidos de aquellas palabras—
—Sí. Han pasado ya varios siglos desde que Peter Pan me arrancó la mano y se la dio al cocodrilo. Ya me he cansado de sus juegos y creo que ya estoy muy mayor para estas cosas... He pensado que una jubilación estaría bien para mi.
—Pero, ¿y que hay de los chicos? —preguntó el señor Smith, agarrando su gorro un poco nervioso—... ¿Qué les va a decir?
—Creo que vosotros dos os podéis encargar del Jolly Roger. Señor Smith, le cedo mi puesto de Capitán ya que usted es un hombre de mar también y mi mejor amigo. Mientras que Circe, además de ser la primera mujer de la tripulación, también es la Contramaestre. Seguro que vosotros dos podréis haceros cargo.
El hombre regordete no pudo evitar emocionarse, incluso se le cayó una lagrima. Sim embargo, la bruja no parecía muy contenta con la idea. Garfio noto ésto, por lo que le pidió al señor Smith que se retirase y dejó a ambos tripulantes sólos.
—¿Qué te molesta? —preguntó el de ropas rojas, sentándose en su asiento. Entonces la pelirroja dio un suspiro por su nariz—
—Sí usted toma esa decisión, creo que no me quedaré mucho tiempo aquí mi capitán... Yo soy inmortal y es muy probable que el Jolly Roger decida tomar un nuevo rumbo tras su partida... No soporto la idea de ver a alguno morir en frente de mi.
Aún no se perdonaba la muerte de sus anteriores parejas, menos era capaz de soportar la idea de perder a uno de sus amigos. Apretó sus labios unos segundos, para luego continuar su charla.
—Tampoco me puedo quedar en Nunca Jamás... Porque ya dejé de ser una niña hace mucho tiempo...
El hombre tocó el hombro a su contramaestre, dando una gran sonrisa.
—Cuando llegaste a éste barco, creía que eras una niña perdida, aunque era difícil ya que las niñas son más inteligentes que los niños*. Aún así, te llevé a mi barco para que fueras un cebo y llamar la atención de mi archienemigo. Tal vez si hubieras sido una niña normal, habría funcionado mi plan. Pero no, resulta que la niña que estaba encerrada en el calabozo no comía ni dormía y tenía una mirada vacía, según algunos. A partir de eso hubo rumores de que vieron monstruos en tu celda. Eso me hizo preguntarme, ¿a caso atrapamos a un monstruo marino que quiere comerme*?
Circe no sabía que decir, ya que entendía perfectamente aquellas reacciones además de que ella justo había huido del Mundo Inexistente y tal vez buscaba alguna forma de acabar con su existencia. Desgraciadamente, una de las desventajas de ser Inmortal es que apenas uno puede ser dañado y aunque le corten la cabeza, está puede ser colocada en su lugar*.
—Te tiramos al mar, espantados con la idea de que tomaras tu verdadera forma para que unos días después el señor Smith te recogiera con la red de nuevo. Ya estábamos pensando que recibimos una maldición, que Poseidon nos había traicionado. Y a pesar de que te encerraba en los lugares más oscuros del barco, tú no ponías ninguna queja. Pasaron los días, y te traje a este lugar. He de admitir que estaba muy nervioso, porque no sabía qué clase de monstruo me iba a encontrar, hasta que, justo en medio de aquel silencio, el señor Smith y yo vimos una de tus sombras. Creo que nunca sentí tanto alivio en mi vida.
La bruja no dijo nada, ya que recordaba el momento en el que Garfio casi se desmayaba frente a ella. Tras ese pequeño susto por parte del mayor, luego hubo una pequeña cena donde ella sólo comió dulces.
—Entonces, decidí cambiar una norma y acepte a la primera niña en mi tripulación.
Tras esas palabras, la bruja miró a su capitán en silencio.
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*No he leído la novela pero en el Live Action de la década de los 2000, cuándo Wendy pregunta a Peter si hay niñas perdidas en Nunca Jamás, éste le responde que no, ya que ellas son más inteligentes y por ello no pueden perderse.*Si alguien ha visto la segunda parte, había un pulpo que simulaba el sonido del reloj que iba a por Garfio igual qué el cocodrilo.
*En la mitología de las brujas, una forma de acabar con ellas es cortando sus cabezas y enterrandolas. A Circe se la pueden cortar y es una muerte temporal, sin embargo, al momento de colocarle la cabeza en su sitio, volverá a estar viva.