La bruja estaba leyendo con calma uno de sus libros en la biblioteca de la torre, sin esperar ninguna interrupción, sólo escuchando a su compañero y familiar moverse dd un lado a otro, hasta que una voz en su cabeza habló.
—Circe, necesitó que vengas, es algo muy importante.
Al escuchar la insistencia, la pelirroja se levantó de su asiento y guardo el libro de magia en la estantería. Silbo y el cuervo se posó en su hombro, caminando en dirección al despacho de Yen Sid. Puede que para muchos la torre fuera un laberinto, pero al habee vivido un par de años en ese lugar, la bruja podía moverse sin problemas, llegando a su destino. Sin embargo, el anciano mago no era él único que la esperaba, pues frente a la mesa había un muchacho de unos 19 años, de cabello rubio, sujetado por una coleta, y ojos azules que llevaba un Uniforme. La pequeña pelirroja no hizo ningún comentario, sólo se puso a su lado e hizo una reverencia.
—Maestro Yen Sid —saludo Circe, mirando al anciano mago que siempre mantenía una expresión de seriedad—.
—Gracias por venir Circe. Te preguntaras porque te he llamado —comenzó a hablar el mago, con su tono de voz sereno y calmado—. A ambos se os va a encomandar una misión muy importante —la bruja ya lo imaginaba, pues no era la primera vez que el mago lo hacía. Ya la había mandado a un par de mundos para controlar a los Sin Corazón o investigar un par de cosas—... Tenéis que ir a Twisted Wonderland, al mundo de los Villanos y ver que es lo que ha sucedido con la imagen de éstos.
—... ¿Qué? —preguntó Circe sorprendida por las palabras de su maestro—
—Isuo viene de ese-
—Aslan —corrigió el varón al instante, llamando la atención de la bruja un poco por ese mote tan extraño y más al ver la molestia de su superior, pero decidió no interrumpir a éste último, ya que quería continuar con sus palabras—.
—... Aslan, que es también un elegido, ha estado estos años estudiando en una academia que ha sido dirigida por el aprendiz de Merlín. Resulta que Royal Sword está en un mundo donde los villanos son los ganadores... Y vosotros iréis a ese lugar para investigar él porque.
—... De acuerdo Yen Sid —respondió la bruja, aún procesando esa información—. Solamente tengo una duda, ¿cuál será mi papel?
—De eso iba a hablar ahora. Te he recomendado cómo profesora a otra escuela, cerca de la que se encuentra Aslan. Su nombre es Night Raven College, y es la que vislumbra a los villanos cómo los vencedores. Es muu probable que te acepten gracias a tu reputación.
—... De acuerdo —con un mal sabor de boca, Circe aceptó su misión. Pero Yen Sid no había terminado—.
—Y cuando acabéis vuestra misión, se os realizará el examen de Maestro de la Llave Espada.
Ambos aprendices quedaron impactados y disgustados por esa noticia, aunque cada uno tenía razones diferentes.
—Pero Maestro Yen Sid —hablo primero Aslan, siendo Circe la espectadora—. Este es mi cuarto año y creía que iba a realizar ese examen, además de que lo iba a realizar sólo.
—¿A caso creías que eras mi único alumno? —preguntó el mago poniendo un tono más grave, haciendo retroceder al chico—
—... Bueno, por algo soy un elegido.
—Ella también es una elegida y tiene la misma misión que tú, así que no la hagas menos.
—Maestro Yen Sid, si me permite opinar —hablo al fin Circe, poniendo un tono de voz igual de serio que el anciano—... Yo aún no estoy lista para el examen...
Y nunca lo estaría según ella, pues no se consideraba digna de tener ese título tras haber estado tanto tiempo en la oscuridad. Es más, a veces se preguntaba porque la llave espada la eligió con la larga lista de crímenes que había cometido.
—... —el Mago suspiro, para luego mirar a ambos—, cuando ambos completéis la misión, los dos haréis vuestro examen de Maestro. Este viaje os servirá para aprender cosas nuevas y tal vez veáis otra perspectiva de vosotros mismos. Que vuestro Corazón os sirva de guía.
Tras esas palabras, Circe salió del despacho y caminó hacia su habitación de la torre, teniendo una imagen mental del papeleo que tendría. Tal vez debería pedirle algún consejo a Merlín para su mudanza o debería ver que se iba a llevar. Estos pensamientos fueron interrumpidos al notar una mano en su hombro, haciéndola girar.
—... Oye —era "Aslan", quién parecía un poco incómodo—.
—¿Si? —preguntó la bruja, con una expresión fría y seria—
—... ¿No eres muy pequeña para estás cosas?
—... —la bruja se dio la vuelta e ignoró la pregunta, caminando hacia su habitación—... Al menos yo no he cambiado mi nombre por otro —grito, mientras Ulises volaba sobre su cabeza—... Twisted Wonderland —susurro para si misma, mostrando un poco su curiosidad por el nombre y por el mundo de este—.