Escuché a mi tío salir de la casa diciendo que ya volvía. Por lo que había escuchado antes de la puerta era que iba a por algo al supermercado de la esquina.
Me dejé caer sobre mi cama y bufé recordando lo ocurrido hoy con Jungkook, la mirada que puso cuando me negué a su salida me causaba escalofríos.
Dos toques en la puerta retumbaron en mi habitación. Miré la puerta algo confusa, me metí en el bolsillo del pantalón el móvil y me acerqué a la puerta. Abrí esta sorprendiéndome al encontrarme al jefe de mi padre enfrente de mí.
-¿Ocurre algo?
-Eres realmente bonita...
Entró a la habitación a paso lento. Retrocedí según se acercaba. Como parecía tratar de acorralarme opté por esquivarlo y salir por la puerta pero me tropecé sola como era habitual y caí de lleno frente a mi cama.
-No estoy acostumbrado a ver chicas jóvenes extranjeras-su mano recorrió mi rostro y bajó lentamente por mis hombros-Dime preciosa, ¿Eres virgen?
Empujé al hombre cuando este tocó uno de mis pechos. Me levanté de golpe y salí de mi habitación sin pensarlo. Abrí la puerta de mi casa y salí corriendo escaleras abajo, no había tiempo de esperar al ascensor.
Mi respiración estaba agitada. Las manos del señor tocándome me daban náuseas, el solo pensar qué hubiera ocurrido si no hubiera podido salir de allí...
Las lágrimas caían por mis mejillas, realmente me había llevado un buen susto. Era de noche y en la calle no había absolutamente nadie. Tenía frío, estaba sola y la última vez que estuve sola también fui presa de violación.
-Jungkook...-susurré al recordar sus palabras.
Saqué mi teléfono y marqué su número. Me senté en unas escaleras de un callejón rezando para no encontrarme con nadie en aquella zona.
-¿April?
-Jungkook ayúdame...
-¿Qué pasó? ¿Qué necesitas? ¿Dónde estás?
Escuchaba como varias puertas y cremalleras sonaban de fondo.
-Mi tío, su jefe... él-hipé debido a mi continuo llanto.
-¿Dónde estás?
Escuché lo que parecían unas llaves y después un motor.
-A una calle abajo de mi casa...
Colgó tras mis palabras. Estornudé debido al frío y me encogí aún más pegándome a la pared. Pasados unos minutos escuché una moto cerca, no dudé en salir del callejón.
-¡Jungkook!
La moto frenó derrapando cerca de mí. Jungkook bajó dejando la moto en plena calle. Corrí hacia él y le abracé fuertemente.
-Él...él...
-Shhh, tranquila...
Sorbí mis mocos hundiéndome en su pecho. Él acarició mi espalda.
-Ven, te llevaré a mi casa.
Un pequeño piso. No tendría más de cuatro habitaciones distintas: la habitación, el salón, la cocina y el baño. La cocina y el salón prácticamente eran la misma habitación así que podríamos reducir la cantidad de habitaciones a tres.
-No es muy grande, lo sé. Siéntate y relájate-acarició mi cabeza con una sonrisa-¿Quieres agua?
Asentí lentamente sorbiendo aún mis mocos. Me senté en su sofá de color crema. Él me trajo el agua y se acuclilló frente a mí, apartó un mechón de mi pelo para que no me molestara al beber agua.
-¿Puedo saber qué te hace llamarme a las once y cuarto de la noche?
Dejé el vaso en la mesita de enfrente. Miré el ventanal que poseía, más que una mísera casa parecía la de un millonario por la distribución y mobiliario prácticamente nuevo.
-Mi tío trajo a su jefe a casa-me mordí el labio al sentir mis ojos volver a nublarse por las lágrimas-trató de violarme mientras mi tío iba a por algo al supermercado...
Jungkook me abrazó dejando mi cabeza en su pecho, me sentía segura.
-Duerme en mi habitación, me quedaré el sofá. Mañana te llevo al instituto y hablaremos con los profesores para que sepan por qué viniste sin libros ni nada.
Besó mi frente y me sonrió de nuevo...no pude evitar contagiarme y sonreír.
-Buenas noches, duerme bien.
Entré en su habitación, oscura y ordenada. Estaba llena de pósteres de grupos de música además de fotos en familia. Me acerqué a alguna pared viendo a su hermano, sus padres y él haciendo poses raras...
Suspiré y me tiré en la cama, olía a él y eso me relajaba por completo, no tardé ni cinco minutos en quedarme dormida.
Al día siguiente me despertó su despertador. Era terriblemente ruidoso. Salí de la habitación encontrándome a Jungkook sin camiseta haciendo lo que parecía el desayuno.
-Buenos días, ¿Puedes terminar esto? Tengo frío y no quería profanar tu espacio personal entrando mientras dormías...
-Oh, claro.
Agarré la sartén y miré aquella ancha espalda perderse por el marco de la puerta de su habitación.
Tras desayunar hablando de las tonterías que hacía Yeonjun bajamos para ir al instituto. Jungkook me llevó por otro camino para no pasar por mi casa.
Al bajar de la moto me encontré con mi hermana corriendo en mi dirección. Parecía realmente preocupada. Le di el casco a Jungkook y abracé a mi hermana en pleno patio. Ella puso ambas manos en mis mejillas.
-¿Dónde narices estabas?
-Yo...
-El tío me llamo ayer en la noche diciendo que huiste de casa...
Jungkook agarró la muñeca de mi hermana y se la llevó de allí dejándome sola en el patio con todas las miradas sobre mí.
-April, ¿Viniste con Jungkook?
Asentí a Yaeyoon.
-Solo llegas pronto por él, ¿Donde está?
Haly buscaba a mi amigo por todas partes pero desgraciadamente se había ido con mi hermana dentro del instituto. Suspiré ya que no tenía mucho ánimo para tratar de ayudar a nadie a acercarse a Jungkook.
Me senté en clase mirando al frente. No hablaba y eso preocupó a Renwoo ya que era algo para nada normal en mí.
-April, ven un segundo...
Jungkook me llamaba desde la puerta. Me levanté y anduve en au dirección con Haly tras de mí como una lapa.
-Eh...
Jungkook miraba con incomodidad a mi acompañante sonriente. Agarró mi muñeca y me acercó a él para susurrarme en el oído.
-Ya le dije a tu hermana lo que ocurrió, no te preocupes. Ella hablará con tu tío, puedes quedarte en mi casa si así lo quieres.
Asentí lentamente. Jungkook miró de reojo a mi amiga que estaba echando humo y luego acarició mi cabeza.
-Sonríe como siempre, no te va a pasar nada, sabes que no lo permitiría.
Seguridad, eso era lo que me trasmitía su presencia.
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Tenía ganas de publicar hoy jajaja no sé por qué
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The Mess - Jungkook
FanfictionLa torpeza nació con ella, lo llevaba en la sangre, y un día cualquiera despistada en historia acabo dejando su libro caer por la ventana. Claramente no tuvo suerte al golpear a un chico unos cursos menor...¿O al final se pudo considerar un desastr...