—Aquí tienes—dije dejando la comida para Jungkook en la mesa mientras leía unos apuntes del examen que tenía en la tarde.
—Estaba bueno, iré a trabajar—dijo Yoongi abriendo la puerta.
—Hasta luego—dijimos ambos a la vez.
Me senté en el sofá cayéndome accidentalmente al tratar de sentarme demasiado adelante. Me quedé en el suelo leyendo la hoja concentrada.
Beongyu volvió a Busan por petición de su abuela para terminar allí el instituto y ahora estaba en segundo año de universidad allí, de vez en cuando hacíamos una videollamada.
—¿No tenías que irte?—pregunté mirando la hora.
—Déjame unos minutos descansar—dijo tras dejar los platos en la pila y echarles agua.
Jungkook se sentó en el sofá con ambas piernas a mis lados. Me abrazó por el cuello, miré hacia arriba y recibí su casto beso en mis labios.
—No quiero ir—dijo besando ahora mi cuello.
—Debes—dije riendo por su pequeño berrinche.
Me subió al sofá con facilidad sentándose sobre sus piernas mirando al frente. Yo me giré y abracé su cuello.
—Prefiero quedarme aquí—dijo besando directamente el pequeño escote que traía por la camiseta de gran tamaño de color roja que llevaba puesta.
Dejé salir un suspiro cuando él siguió besando la zona. Sentí sus manos adentrarse bajo mi camiseta y acariciando mi espalda baja. Sus manos estaban extremadamente frías en comparación con mi temperatura. Bajó las manos hasta dejarlas sobre mis leggins cortos.
—Tienes que irte...
—Déjame disfrutar de mi novia antes de irme, ¿Sí?
Quedé prendada de esos ojos grandes y oscuros. Acerqué mis labios hasta los suyos permitiendo que devorara los míos como si su vida dependiera de ello. Moví mis caderas sobre su ya creciente erección escuchando de su boca salir un jadeo con mi nombre.
—Tu primera entrevista de trabajo y ya vas tarde—susurré en su oreja mientras subía su camiseta negra.
—Habrá más entrevistas—dijo antes de atacar mi cuello.
Lamidas, mordiscos y besos por toda la zona sensible. Solté un pequeño gemido cuando su mano fue a parar a uno de mis pechos.
—¿Te imaginas que Yoongi se dejó algo?
—Me parecería bien que viera que eres solo mía.
Quitó mi camiseta y desabrochó mi sujetador con agilidad. Besamos cada pequeño rincón hasta decidir que la ropa inferior sobraba.
En menos de cinco minutos ya estábamos restregándonos sin ningún tipo de ropa encima. Jungkook seguía moviendo mi cadera y yo rogando por que la metiera.
—Aún no logro comprender el cambio radical de personalidad que tienes—lamió una pequeña lágrima de desesperación que caía por mi mejilla antes de sin avisar me levantara y entrara dentro de mí de una estocada.
Arqueé la espalda y gemí su nombre para que los multiples vecinos supieran su nombre.
—Hacía semanas que no te sentía así—dijo besando mis pezones erectos.
Levanté su rostro para meter mi lengua lo más profundo que pudiera de su cavidad bucal mientras mis caderas se movían en círculos sintiendo toda su extensión dentro.
—Móntame pequeña, hazme correrme por tus movimientos—dijo agitado besando la línea de mi mandíbula.
Como pidió salté sobre él llenando la sala de gemidos de ambos y gruñidos continuos además de maldiciones.
No éramos activos todos los días, una o dos veces a la semana nos bastaba, y eso si no tenía exámenes o cumpleaños que entonces se podía extender a semanas sin relaciones. Pero cada vez que lo hacíamos se sentía distinto, cada vez me gustaba más el que fuera él que el propio acto.
Tras ambos orgasmos nos quedamos hablando en el sofá completamente desnudos. Me había tumbado sobre él, le tenía bocabajo mirándome fijamente.
—¿Enserio?
—Sí, Jin sin duda es un egocéntrico maravilloso.
—¿Cómo se llamaba el guaperas?
—¿Taehyung? Creo que va por su segunda novia del mes.
Ambos reímos por lo raro que eran sus amigos.
—Ahora sí debo de ir a la entrevista, tengo diez minutos para llegar.
Me levanté tras besar sus finos labios y observé como corría a su habitación.
—Ahora recojo todo yo, tú corre—dije riendo mientras escuchaba como abría y cerraba cajones.
Salió con traje de la casa después de decirme que le esperara para cenar.
Yoongi vino y se fue diciendo que no dormiría aquí, algo que era poco común en él. Ya había anochecido, esperaba a que Jungkook entrara por la puerta dispuesto a ver la siguiente película de marvel. Como si lo hubiera invocado escuché las llaves de la puerta.
La casa estaba casi a oscuras, había encendido un par de velas y estaba viendo un dorama de crimen y misterio bastante curioso.
—¿Llegaste? ¿Eso que huelo es comida?
Jungkook entró con la cara seria, eso me preocupó un poco.
—Años, llévanos años juntos—dijo en un tono algo seco—¿No crees que son ya suficientes cinco años de novios?
No me gustaba por dónde iba la conversación, o monólogo más bien. Dejó unas bolsas en la mesa y se quedó mirando la mesa de la cocina con los bolsillos en los pantalones. Bufaba y maldecía varias veces, no sabía qué había hecho para que estuviera replanteándose nuestra relación.
—Me cansé de ser novios.
Tragué en seco, mis ojos ya estaban a punto de dejar caer las lágrimas por mis mejillas. Prácticamente me estaba terminando de la nada, esa misma mañana estábamos perfectamente bien y el día anterior...no sabía por qué estaba hablando de aquella manera sobre nosotros. Me levanté preocupada dispuesta a preguntar exactamente qué quería decir. Cuando estuve frente a él secándome unas pocas lágrimas él se arrodilló frente a mí.
—No quiero ser tu novio, ¿Me dejarías ser tu prometido?
Lo primero que le cayó fue un golpe de mi mano en su cabeza. Él rió frotándose la cabeza y después me enseñó el anillo de la caja que me ofrecía, lo segundo que se calló fue el anillo al suelo, lo recogió de nuevo y sonrió.
—Eres un puto idiota—dije cayendo de rodillas frente a él.
Ahora sí que estaba llorando como una desconsolada.
—No llores tanto...
Le abracé fuertemente del cuello y seguí llorando.
—¿Eso es un sí?
—¡Claro que sí!—dije entre llantos.
Acarició mi espalda sin dejar de reír.
Prometidos...Jeon April, podría sonar mejor...pero no sería igual de feliz, ¿Cierto?
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The Mess - Jungkook
FanfictionLa torpeza nació con ella, lo llevaba en la sangre, y un día cualquiera despistada en historia acabo dejando su libro caer por la ventana. Claramente no tuvo suerte al golpear a un chico unos cursos menor...¿O al final se pudo considerar un desastr...