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Después de aquel día Beomgyu y yo nos comenzamos a llevar sorprendentemente bien. Prácticamente éramos mejores amigos, hablábamos cada dos minutos, veíamos series juntos y de vez en cuando íbamos ambos a comprar al super. Jungkook realmente estaba encantado con vernos hablar en vez de insultarnos, cualquiera lo estaría. Los meses fueron pasando, mi torpeza siempre presente obviamente, pero fue divertido...hasta que llegó la graduación de Jungkook.

Él era mayor que yo, estaba en un curso más y por tanto era su último año. Había pasado por varias circunstancias y ya había perdido dos años, ya era hora de que se graduara.

—Mañana es tu graduación—dije abrazándolo por la espalda mientras cocinaba.

Yo acababa de barrer y Beomgyu había salido con sus amigos por lo que llegaría tarde.  Ese chico era extremadamente social para la personalidad que tenía...

—Mis abuelos vendrán también—dijo acariciando mis manos—Tengo algo que decirte...

—¿Mmm?

—Me cogieron en la universidad que quería...

—¿Cuál es el problema?

—Que es en Seoul.

Nos quedamos mirando unos minutos. De Incheon a Seoul no había tanta distancia en realidad.

—Te visitaré, no está tan lejos y me queda un año. Trataré de ir a la misma universidad ya verás. Estaré aquí con Beomgyu, no estaré sola...

—Lo siento—dijo abrazándome fuertemente.

—No es para tanto—dije guardando las ganas de llorar.

Aunque la distancia era mínima eran kilómetros, kilómetros que me impedían verlo nada más salir de clase o encontrármelo casualmente por la calle con su resplandeciente moto.

—¿Ya tienes piso?—pregunté tratando de cambiar el tema poco a poco.

—Iré a verlo en tras la graduación.

—Iré contigo, quiero ir a Seoul.

Jungkook sonrió y besó mi frente después de acariciar mi cabeza como un animal. Solo sería un año...

...

El ambiente se podía resumir en gritos, festejos y alcohol. Sin duda no era lo que me esperaba de la graduación en este caso. Me esperaba una tranquila fiesta donde los graduados conversaran con los de su alrededor, no una discoteca en el instituto donde la música te impedía conversar con la persona a tu lado. Además, parecían que habían vuelto a su alocada niñez, ¡Estaban gritando y rompiendo cosas! Sin duda una locura.

Me encontraba en una esquina al final de aquella batalla de graduados. Movía con una mano el vestido granate que caía hasta más abajo de mis rodillas mientras esperaba impaciente a que Jungkook volviera con las bebidas. Yeonjun estaba a unos metros de mí hablando ruidosamente con un amplio grupo que reconocía como los del equipo de baloncesto. Jaehyung se perdió entre la muchedumbre tras el llamado de un par de chicas, sin duda un chico popular.

El aire era pesado, demasiado. Costaba respirar y mantener la calma con tanto ruido y tantas personas alrededor. Mi mente daba vueltas a muchas cosas, aún tenía unas vacaciones completas para estar con Jungkook antes de que empezaran sus clases y tuviera que mudarse...pero igualmente no podía estar tranquila sabiendo que él estaría lejos de mí.

—Tu bebida, linda.

—¿Fanta?

—¿Creías que te traería alcohol? Eres menor.

Miré su vaso y se lo intercambié de inmediato con el mío. Qué mínimo que dejarme dar un sorbo. Me llevé la bebida a la boca con ilusión, desgraciadamente Jungkook me lo arrebató en el instante que el vaso tocó mis labios, casi pude saborearlo.

—No me apetece cuidar de una torpe borracha hoy—dijo riendo ligeramente.

Bebió de su vaso observando mi pequeño puchero.

Se veía demasiado bien con ese traje negro y la corbata bien ajustada.

—De hecho, tengo que contarte algo sobre el sospechoso de ya sabes qué.

Miré confusa a mi pareja. Este lamió sus labios viendo orgulloso su vaso y volvió a posar su vista en mí.

Tenía curiosidad sobre aquel misterio que le rodeaba.

—Resultó ser el jefe de tu padre.

También conocido como el violador para mí, ese hombre tenía todas las papeletas para acabar en la cárcel, ¿Qué relación tenía con él?

Cuando estaba por preguntar sobre aquello, adivinad que ocurrió, me tropecé sola. Por suerte Jungkook me sujetó de la cintura y me atrajo a él abrazándome por la espalda.

—No cambias—besó mi mejilla—me encantas.

—¡Jeon!

Tras nosotros un chico alto y de buen aspecto se acercó con una sonrisa traviesa.

—Sehun, no quiero verte ni la cara.

¿Ese no era el que le gustó a Yaeyoon hacía mucho?

—Bonita April, ¿Cómo te va?

Besó mi mano dejándome asqueada y desconcertada. Pude escuchar el gruñido grave y ronco que salió de los finos labios de Jungkook a la vez que lo tenso que se puso su brazo.

—No la toques.

—Perdona, ¿Por qué tan a la defensiva? Solo estuve molestando a tu hermano durante años hasta el punto de odiar a las personas; no es para tanto.

—Jungkook, ¿No tenías que contarme algo?

Desvíe la atención de mi enojado novio relajándose al instante en que sus ojos se perdieron en los míos. Sonreí triunfal al sentir su agarre aflojarse.

—Cierto, vámonos, linda.

Tiró de mí lejos de aquel chico sonriente hasta estar en el patio, específicamente en un banco.

—Tu tío trabajó con mi padre en otra empresa la cual dirigía ese hombre también. Cuando mi padre se negó a hacer un proyecto y denunciar la empresa quebró, era el principal contable y las cuentas fallaron. Por lo que la policía investigó, mató a mi padre por ello y a mi madre por tratar de frenarlo...

—No llores, ni se te ocurra—dije tapándole los ojos con mis manos—Solo te permito llorar porque te graduas, no por eso. No creo que les guste saber que te pasaste la graduación llorando por ellos, así que sonríe triunfante que conseguiste graduarte tras años de retraso...

—Eso último sobraba, niña...

Quité las manos de su rostro, sin duda estaba realmente enamorada de él.

—Pluff—tocó mi nariz—Mañana ven conmigo a ver el piso...

—Hecho—dije sonriendo falsamente, el solo pensar en su ida me deprimía.

...

Grande blanco y amplio. Parecía la casa heredada de sus padres pero algo menos cara por así decirlo. Todo el espacio era mucho más pequeño pero igualmente tenía sus cosas bonitas y acogedoras.

—¿Aquí vivirás?—pregunté viendo la segunda habitación con cama matrimonial.

Había dos, algo raro.

—Sí, y también dormirás conmigo cuando me visites—me abrazó por la espalda—Viviré con otro chico, compañero de piso.

Eso sí que no me lo había contado. Levanté la ceja pensativa.

—Es mayor, trabaja de hecho. Hablé con él sobre tus visitas y todo, parece conforme y agradable.

—Me alegra saberlo, ¿Eso es un cuadro de Rubens?

—Seh, buen ojo.

—Aún no me creo que me vaya a vivir contigo y te mudes a Seoul.

—Yo tampoco...

Me abrazó acariciando mi cabeza, de alguna manera se fueron las enormes ganas de llorar que me habían entrado.

—¿Quieres estrenar la cama matrimonial en la que dormiré?

—¿Podemos?

—Claro que sí...me aseguraré de no romperla.

The Mess - Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora