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Me cambié las vendas de las muñecas y me maquillé el rostro tapando los golpes morados. Suspiré mirándome al espejo.

-¿No irás a clase tampoco? Me estás preocupando...¿Pasó algo?

Abrí la puerta con la mano en el estómago y cara de extreñida.

-Me encuentro mal, creo que comí algo que me sentó mal.

-Bueno...yo iré a la oficina hoy, te veo en la noche.

Escuché la puerta sonar y dejé caer la comisura de mis labios, sonreír tanto me iba a hacer arrugas. Me senté en el sofá y puse Ironman dos, no tenía nada mejor que hacer.

Llevaba un par de días sin ir, quería esperar a que los moratones dejaran de notarse. Había dejado en visto y colgado a todos mis amigos y sobretodo a Haesoul; el cual me amenazó por mensaje. Realmente no me sentía amenazada por él, pero no quería que me vieran así, me avisaron de él y yo me lo busqué.

Lo que más me dolió fueron las llamadas y mensajes de Jungkook. Este hasta pitaba con la moto frente a mi portal esperando a que me asomara, sobretodo no quería que él me viera así.

Mis lágrimas comenzaron a salir a la hora de comer. Mi teléfono seguía vibrando con las llamadas de Yaeyoon y Renwoo. Yo estaba en el sofá encogida comiéndome mis macarrones entre llantos mientras mi móvil vibraba en la mesa de la cocina.

-¡Abre la puerta!

Mierda, estaban fuera. Renwoo y Yaeyoon parecían desesperados, daban golpes y exigían que abriera. No podía, no quería que me vieran así...

-April, ábreme la puerta o la echo abajo. Sabes que lo haría.

Dejé caer el cubierto sobre el plato al escuchar su voz. Jungkook era completamente capaz de tirar mi puerta de una patada ninja entrar haciendo una voltereta y gritarme que me veía patética.

Dejé el plato en la mesita con cuidado y me acerqué a la puerta temblando de miedo.

-Tienes maquillaje...no se darán cuenta...

Abrí la puerta echándome el pelo hacia delante con la esperanza de taparme la cara, pero lo tenía demasiado corto.

-¿Esa es mi chaqueta?

Mierda, llevaba la chaqueta que se dejó el día que bueno, ya saben...

-Eh, pues sí...

-Déjanos entrar-dijo Yaeyoon de brazos cruzados.

-¿Por qué estás vendada?

Renwoo me cago en tus muertos...

-Me quemé haciendo la cena ayer, me saltó el aceite.

Jungkook inspeccionaba la casa mientras los otros dos trataban de descifrar la razón por la que no estaba yendo a clase. Tragué en seco cuando Yaeyoon trató de mirarme el rostro.

-April.

Miré rápidamente a Jungkook evitando que mi amiga me viera la cara.

-¿Por qué estás maquillada, con vendas y miras hacia abajo?

Supuse que se daría cuenta, siempre se percataba hasta de cuando quería estornudar. Se acercó a donde me encontraba y levantó mi cabeza con su manos.

-Quítatelo...

-Estoy bien, de verdad.

-April-su mirada seria posada en mí me causó escalofríos-Te lo quitas o te lo quito.

-Jungkook no hace falta que seas tan-

-Yaeyoon, cállate.

Todos estábamos asombrados por la actitud poco habitual del chico frente a mí. Este tenía una mueca de disgusto.

The Mess - Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora