El Callejón De Las Brujas (9)

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🌈
Amelie Wesley

Ese día en la casa de Jan, Jonathan interrumpió nuestra conversación e inmediatamente me alejo de él.

Celoso

Jonathan era mi hermano mayor, celoso y a veces controlador que obviamente no quería que me juntara con él supuesto "Drogadicto" de la universidad. De hecho nadie quería juntarse con él que a excepción de los rumores, Thomás Roy no tenía precencia

Al día siguiente en la universidad, escuché a Jan disculparse por lo menos 3000 veces por haberse quedado dormido. Toda mi vida me acostumbre a situaciones como esas que ya habían dejado de molestarme.
Al final terminamos el trabajo y Mdm y yo sacamos 9, mientras que Jan y Jonathan sacaron 6, probablemente por el hecho de que lo hicieron de un tema distinto al requerido o más bien Jonathan lo hizo.

Por otro lado, había visto a Thomás Roy borracho y ni loca, dejaría pasar eso y que mejor manera de molestarlo que recodandoselo, así que me dirijo a la azotea del departamento de medicina donde según mis fuentes de información, Roy pasaba la mayoría del tiempo fumando.

Subí las escaleras hasta el techo y ahí lo vi, acostado en el suelo con un cuaderno cubriendo su rostro

Esta dormido?

— ¿Viniste a burlarte, Wesley?

Estoy un 99.9999999% segura de que Thomas tiene ojos en la espalda o es brujo

— ¿Como es que siempre me ves?

— ¿Intuición? — levanta el cuaderno de su rostro para mirarme — ¿Quieres acostarte a mi lado?

Le he tomado doble sentido y por eso dudo en hacerlo, pero al final lo hago.

— Estamos a mano Roy

— ¿Con que? — Pregunta aun con el cuaderno en el rostro

— Con lo del Bar y el Vodka — digo cantando— ya te vi borracho

— Sabía, que venias a burlarte — el se quita el cuaderno y mira el cielo — Ahora que recuerdo lo que dije, doy pena ajena.

— Jajajaj

El se da la la vuelta y queda de costado mirándome.

¿Que hace?

— Ríete, yo también me reí de ti, el día del bar.

— Me alegra que mientras yo estaba a punto de vomitar tu te estuvieras riendo

— Jajaj — se ríe

El se queda mirándome en silencio y yo miro hacia el cielo para no tener que chocar con su mirada.

— Por lo menos, ya no me ignoras

— Si, lamento eso.

— Creo que tu me debes algo por eso.

Otra vez, con que yo le debo algo.?

— Creo que mas bien, tu me lo debes luego de atentar contra mi brillo labial — digo mirándolo y levantando una ceja

El gira la cabeza de nuevo y puedo notar en lo más leve, sus orejas rojas.

—Tienes razón, te debo una

Se levanta y se sienta, saca un cigarrillo y luego lo prende con un encendedor de Wall-e

Yo quiero ese encendedor

Esta muy lindo

— Que quieres tener? — dice expulsando el humo de su boca — mientras no sea ayuda en tu tarea, todo bien.

El Cielo De Van GoghDonde viven las historias. Descúbrelo ahora