El Cielo De Van Gogh

De Nuevo (10)

🌈
Amelie Wesley

Desperté

Abrí los ojos y vi la figura de un hombre en un balcón fumando un cigarrillo. Me levanto con cuidado y veo la herida de mi brazo curada. La cordura regresa a mi y camino hacia el balcón para divisar mejor la figura.

Thomas Roy

Obviamente es el.

— ¿Por qué siempre que estoy contigo termino en tu casa o con un dolor de cabeza insoportable? — le pregunto acercándome a él

— ¿Hematofobia? — Pregunta con una sonrisa ignorando mi afirmación

— Seee

Volteo a mirarlo y veo varios golpes en su rostro ya tratados.

Le doy una mirada a la casa y es el mismo departamento de soltero en el que estuve la mañana después del Vodka

Un piano

Un cuadro de Tigre blanco

Un escritorio

Un televisor

Todo igual, en perfecto orden como si nadie viviera ahí.

— Porque tenías que meterte Wesley? — dice dándole un sorbo al cigarrillo — Tenía todo bajo control

— No me lo preguntes, actúe sin pensar

— Amelie Wesley actuó sin pensar?

— No soy tan perfecta como crees— digo en broma

— Ja ¿Tu perfecta? Yo solo veo un desastre

— Y me alegra que seas el único — le digo — Estaría en problemas si otros lo supieran, así que guarda el secreto

— Estate tranquila, soy una tumba — sella sus labios con sus manos para luego reírse

Yo me rio de el y luego mi sonrisa se borra cuando recuerdo la razón por la que acabe en la casa de Thomas

Daniel y su cuerpo muerto en el consultorio. Las imágenes de ese día vuelven a aparecer

La sangre recorriendo su rostro, la piel blanca, los ojos caídos y la ausencia de vida. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y me recuerda que aún no lo he superado y probablemente nunca lo haré.

— Oye Wesley

Interrumpe mis pensamientos.

— mmm?

— Quieres quedarte a dormir?

— Los perros hablan?

Obviamente no me quedaría a dormir ahí. Aun eran las 9:30, no estaba tan tarde como para no regresar a casa.

— Scoobidu hablaba

— No me quedaré a dormir

— No digo que duermas conmigo, solo que duermas aquí

— No me quedaré, Thomás ¿porque lo haría? — digo regresando a la habitación para recoger mis cosas

— Porque este departamento está al otro lado de la ciudad y no tienes auto?

Eso es cierto, pero tengo dinero

— Tomare un taxi

— como lo harás?

— Pues me paro en la acera y llamo a un taxi, subo al taxi, voy a casa y nos vemos mañana

Era algo obvio ¿Por que me lo preguntaba?