Thundercats (19)

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Amelie Wesley


Una semana completa

Completa

Thomas Roy era esa persona completamente impredecible de la que nadie sabía realmente nada. Llegaba a la hora que quería, aparecia cuando se le daba la gana y reia de la nada. Simplemente impredecible, eso me molestaba, en especial porque cuando desaparecía, no podía evitar sentirme angustiada por el.

- Oye Jan ¿Sabes algo de Thomas?

La uníca cosa que parecía ligarme a el, cuando se esfumaba era su hermano Jan. En ese momento el llevaba un paquete de papas fritas es la mano y una gorra de la banda de rock Queen.

- No - mastica - nada de nada ¿Porque? ¿Te debe dinero? - mastica

Era realmente raro encontrarse con Jan y que el no tuviera comida en la boca, eso me fastidiada, pero tenía que conseguir información que casi nunca obtenía.

Después del beso, el simplemente se volvió aire, como no conocía su teléfono tampoco podía llamarlo. Un simple "Estoy vivo" habría bastado.

¿Desde cuando me preocupo tanto por el?

Desde el primer día.

Suena sensato

De alguna forma había adquirido el hábito de subir a la azotea entre cada clase, en especial porque allí no llegaban los comentarios ni las miradas de la gente. Ya estaba acostumbrada a que crearán rumores sobre mi, pero cada dia parecían ser más. Ojalá pudiera decir que no me importaban, pero las palabras tienen cierto poder misterioso que hace que sean imposible de evitar.

De alguna forma empecé a ver la belleza que había en pequeñas cosas, por muy cursi que suene, era así. Se había vuelto costumbre para mí, encender un cigarrillo únicamente para ver cómo el fuego lo consumía de a poco, para convertirse en ceniza.

Al final siempre terminaba por consumirse

Por convertirse en nada

El beso de Thomas había hecho que pensara más en Daniel de lo normal, que soñara con el, aunque nunca recordará la trama, que lo extrañará o que me sintiera culpable. Era algo sencillo, incluso si ahora no recuerdo la razón por la que se suicidó, estoy segura de que en su momento pude haberlo evitado. Ese pensamiento hace que la felicidad para mí, se vuelva más amarga de lo normal.

Eternos, no me juraste que lo seríamos?

Al final Daniel se convirtió en lo mismo que los cigarrillos que enciendo.

En cenizas

La semana transcurrió de esa forma, el director supervisó los exámenes para asegurarse de que no hiciera trampa, lo cual me parecía completamente irracional. Sara por otro lado me defendía de los comentarios tóxicos cuando yo no estaba mirando, supongo que era su forma de agradecerme por hacer lo correcto. Pará ser sincera, no me arrepentía de nada, por primera vez en mi vida, no tenía razones para sentir remordimientos. Al final pude hacer que Thomas me hablara y eso fue suficiente para mi, además de que vi la cara roja y chispeante del director, lo cual también me puso de buen humor.

...

Ya había llegado el fin de semana y aún no había ninguna noticia de Thomas, hasta que llegó la noche. No recuerdo muy bien lo que soñé, solo se que Daniel aparecía en el sueño y no era muy lindo el argumento. Me desperté de un solo golpe, sudando y con el corazón latiendo muy rápido, mi respiración estaba entrecortada y pequeños momentos del sueño aparecían en mi cabeza, rápidamente e inconclusos. Me dolía la cabeza y desesperadamente intente recordar, lo cual se me hizo imposible.

El Cielo De Van GoghDonde viven las historias. Descúbrelo ahora