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Amelie WesleyLa entrega del premio Wilston se da al final de cada semestre y ese preciado momento se acercaba
Tenía todos los documentos que se necesitaban para presentar la solicitud, lo único que me faltaba era la firma del director y entregarlos a la secretaria. Cuando entre a la universidad las miradas se habían intensificado pero ya no me importaban, después de ver a Thomás Roy con fuegos artificiales de fondo y maestros persiguiendolo, los rumores parecian juegos de niños.
Cuando entre a la oficina, no tenía puerta y las paredes tenían un color negro y un grafiti con el nombre Thomas Roy en ellas.
El no podía ser más evidente
Lo único que se había mantenido en pie era el escritorio y por alguna razón también una planta que había en una esquina. El director estaba sentado en su escritorio y en frente de él estaba Thomas Roy con una cara de fastidio por tener que escuchar el sermón del viejo.
- Disculpe, director - digo tocando el marco de la puerta - Necesito su firma- señalo los documentos
- Oh, claro que si, señorita Wesley, pase por favor
Entro a la oficina o lo que quedaba de ella y veo una sonrisa en el rostro de Thomas cuando volteo a mirarlo
-¿Que le pasó a este lugar? - digo finjiendo no saber
- Su querido amigo pensó que sería buena idea encender fuegos artificiales en mi oficina - dice el director enojado y Thomás se ríe - No se que le causa gracia, debe agradecer que no está expulsado
- Ay por favor no es para tanto, mire profe, vea esto como una oportunidad para remodelar la oficina - dice Thomás con ironía - El color marrón ya pasó de moda
El director mira a Roy con severidad y evita responder a su comentario. Pide mis documentos y los firma. Una letra torcida, muy pegada y como cualquier firma de director, ilejible.
- Necesito un café - dice mirando a Thomás.
- Oh, tengo cerveza en mi mochila, creo que necesita más licor que cafeína - dice Thomás sacando una lata de cerveza
- Usted no tiene vergüenza - dice el director tomando la lata - No puede traer licor a la universidad, así que lo confiscare - le arrebata la lata - Señorita Wesley, por favor cuide que el señor Roy no salga de esta oficina hasta que vuelva, iré a... El lugar donde dejamos las cosas confiscadas.
- Claro, director, no se preocupe
El director sale de la oficina con la lata de cerveza en la mano que evidentemente iba a beber. Thomás y yo nos quedamos solos en la oficina.
- Que tenía la lata? - le pregunto
Se muy bien que Roy siempre tiene un plan bajo la manga y que esa lata de cerveza no era simplemente un regalo
- No es cerveza, es agua saborizada - dice con una sonrisa
- Jajaja, ¿No te cansas?
- De qué? De molestar al directo? No preciosa, es un clásico que nunca aburre
El me guiña el ojo con picardia y sonríe de nuevo.
El tiempo que el director está por fuera se extiende y yo empiezo a buscar una grapadora para los documentos, lo cual fue la peor idea que se me pudo haber ocurrido, me doy la vuelta y cuando la doy de nuevo para tomar los papeles veo a Thomás con ellos en la mano y el ceño fruncido
Se dio cuenta?
- Premio Wilston? - dice aún con la mirada en el papel
- Si, es un premio de cada semestre para...
- Se lo que es - me interrumpe
Obviamente lo sabe
Veo su mirada oscureserce y mirarme con sorpresa. Thomás Roy siempre fue y será peligrosamente curioso más para mí que para el mismo.
- Thomas...
- Jajajaj - su risa cínica me interrumpe - A ver si entendí, no sólo eran los rumores, también era el premio, es mas, el premio es en realidad la única razón de peso ¿verdad?
Su voz tenía un tono irónico con rastros de decepción y cada palabra que decía era demasiado cierta para mi. Le había mentido y el se dio cuenta mucho antes de lo que esperaba.
- Thomas, puedo explicarlo, verás...
- ¿Explicarlo? ¿Me crees imbecil? - dice indiferente guardando su tono de voz
- No, claro que no.
- Entonces no creas que tienes algo que explicarme, yo sólito puedo entenderlo, puedo entender que sólo eres - se levanta de la silla - Otra de esas chicas ambiciososas que están dispuestas hacer lo que sea con tal de conseguir un estúpido premio o vas a explicarme el hecho de que literalmente me canjeaste por no perder la oportunidad de conseguir un trofeo, o peor aún, tal vez de que estuvieras tan pegada a mi estos días solo fue para ganar puntos con los profesores haciéndote ver como el ángel caído del cielo que ayuda a un drogadicto - hace una pausa para mirarme - ¿pues sabes que, Wesley? Te ahorrare el trabajo de finjir ser mi amiga y también el de evitarme, porque ya no tendrás que juntarte con el idiota que le prendió fuego a la oficina del director con tu color favorito, solo para verlo en tus ojos.
Verlo en mis ojos?
Me sentía horrible, con todas las palabras que dijo Thomas y a la velocidad que lo hacía, me quedé muda sin poder responder a nada de lo que dijo. Muchas de las cosas eran ciertas, pero el hecho de que me acerque a él para aparentar ser buena persona, eso sí era un error, incluso si no se porque termine tan involucrada con el, la imagen no fue una de las razones.
Pero eso no importaba porque en ese momento me quedé mirándolo como una tonta mientras veía como lentamente salía de la oficina del director.
- Espero que tengas lindo día Wesley y ojala de todo corazón, ganes tu maravilloso premio o en serio me sentiré mal de haber sido un peón sin propósito - dice con ironía para luego sonreír con tristeza - Maldición, enserio pensé que eras diferente.
Y luego se va
Y me deja ahí
Con mis papeles
Mis palabras
Y mi arrepentimiento
Con todo el desastre que era en ese momento.
No quise nisiquiera ir a clases, ni realizar el examen que tenía, solo quería llegar a mi casa y undir la cabeza en un almohada para luego gritar a todo pulmon.
"No es cierto"
Estúpido premio
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El Cielo De Van Gogh
Teen FictionAmelie había decidido no volver a enamorarse, luego de que su primer amor se suicidara tras un malentendido que la involucraba. Sus ganas de vivir y de amar se desvanecieron con la llamada que anunciaba su muerte y desde ese entonces la culpa había...