[24; La belleza de lo simple]

389 65 17
                                    

La tarde es más agradable cuanto más se prolonga, el calor del verano desciende abriendo paso a las temperaturas tibias de la noche. El sol se comienza a esconder para que la luna pueda saludar y brillar en su totalidad. Los tonos anaranjados del cielo se convierten en púrpuras con las estrellas titilando.

Las garzas vuelan asustadas por el repentino movimiento de una rana, los cangrejos dorados se esconden entre la arena, las percas de lomo negro nadan tranquilas buscando que comer en la resplandeciente masa de agua.

El estanque Luhua es un lugar hermoso para pasar el rato, Xingqiu le gusta eso. Hay días que se toma el tiempo de venir y leer un buen libro debajo de algún árbol de rojas hojas, continuamente Chongyun viene con él. Pero esta tarde no es tranquila como las otras ya que Chongyun está metido hasta los tobillos en un estanque buscando su bolsa de mora perdida.

—Voy a regresar por el sendero para verificar una vez más, si algo ocurre grita mi nombre y estaré aquí enseguida.—Comenta Xingqiu dando algunos pasos hacia atrás.

—Justo como el Adeptus Xiao. Ya sabes, la anécdota que Xiangling nos contó alguna vez durante el festival de la luna.—Avanza con cuidado para no resbalar ni alborotar los animales acuáticos cercanos.

—Excelente comparación, volveré en un momento.—Se aleja en zancadas largas mirando por todas partes, busca entre los arbustos el objeto perdido, patea algunas piedras por frustración al no hallar nada.—¿De verdad, Chongyun? Te acaban de pagar por un exorcismo limpio y al minuto lo pierdes.—Habla al aire, se pellizca el puente de la nariz con dos dedos y procede a seguir buscando.

Mientras tanto Chongyun va de estanque en estanque, con facilidad distingue las cabezas de loto pero no su bolsa de mora. Se ha quitado los zapatos y los ha dejado a la orilla, el vendaje en su pierna derecha se vuelve húmedo. Observa las ranas salpicar agua al saltar a su alrededor, las va siguiendo hasta que se encuentra con una familia de patos desfilando; encabezado por una mamá pato, observa el color de sus plumas y el tamaño del animal para comprobar que es hembra, y sus 4 patitos siguiéndola de cerca.

Chongyun saca de su bolsillo una rebanada de pan, se acerca dando pequeños pasos con precaución para no asustar a los patos con el movimiento del agua. Comienza a despedazar el pan y se lo arroja al agua para que los mismo patos se lo coman causando una sonrisa en el chico.

Xingqiu está parado a los pies del sendero observando desde lejos a Chongyun darle de comer a los patos a unos estanques más allá, suelta una sonrisa irónica y se acerca deprisa.

—Oye ¿Encontraste tu bolsa?—Chongyun vuelve su cabeza desde su posición en cuclillas con los ojos abiertos recordándole a un búho.

—Uhh no y supongo que tú tampoco...

—No pero ¿No crees que es más factible seguir buscando en lugar de alimentar a los patos?

—Pero tienen hambre.

—Chongyun tú también tendrás hambre si no tienes ninguna moneda con la cual comprar comida.

—Puedo trabajar en otro exorcismo y ganar más, los patos no pueden. Ellos tienen que encontrar su propia fuente de alimento.

—Eres incorregible. ¿Te vas a convertir en su fuente de alimento ahora? Tenemos que irnos, está anocheciendo.—Chongyun hace un puchero y luego se levanta tirando las últimas migajas de pan. Camina por la orilla del agua hacia sus zapatos.

—Adiós patitos, espero que nuestros caminos se crucen de nuevo.—Sale del agua y se coloca los zapatos. Xingqiu se queda petrificado con el corazón martillando en el pecho, Chongyun alimentando a unos patos y despidiéndose es la cosa más tierna que ha visto en sus 13 años de vida. Sus mejillas se sonrojan a lo que gira la cabeza para que su flequillo oculte su rostro y el otro chico no se percate.

—Lamento que no encontraras tu bolsa de mora.

—Yo también pero no es como si pudiera volver en el tiempo y evitar que la pierda. Son cosas que no puedes impedir supongo.—Se encoge de hombros y Xingqiu se pone a reflexionar sobre posibles viajes en el tiempo.

Entonces el estómago de el exorcista ruge, se lleva las manos a la zona y suelta una sonrisa avergonzada. Antes de ponerse en marcha a la ciudad Xingqiu toma la palabra.

—Dejame invitarte a cenar, ¿A dónde te gustaría ir?

—Después de lo que pasó está tarde voy a aceptar tu invitación, pero puedes elegir el lugar por mi no hay problema.

—¡Muy bien, el restaurant Wanmin entonces!—Chongyun suspira pero no hace una objeción. Ambos chicos siguen el camino del sendero devuelta a Liyue.—...Oye Chongyun, ¿De dónde sacaste la rebanada de pan?

—Del bolsillo de mi pantalón.

—Quieres decir... ¿Qué llevaste una rebanada de pan en el bolsillo todo este tiempo?—Chongyun asiente con la cabeza y sus ojos cerrados, el rato de biblioteca queda desconcentrado—¿Por qué harías eso?

—Por si me daba hambre.—Dice con simpleza, Xingqiu nunca va a terminar de entender en absoluto a Chongyun, por lo tanto solo afirma con una sonrisa y se ríe de la situación.

𝑵𝒖𝒃𝒆𝒔 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍 𓄼𓄹  𝑿𝒊𝒏𝒈𝒚𝒖𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora