Capítulo 21.- De viaje

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-¿México? Tienes suerte de que sea un país que me agrade y respeté, así que no haré más pregunta, te ayudaré a llegar a él, Tenemos que ser rápidos, me alegra haber traido mi auto- comento sacando a la ex capital de aquella casa.

Al percatarse de que la ojidorado no podía seguirle el paso decidió cargarla, era mucho más ligera de lo que pensó, una vez llegaron al auto la subió en el asiento del copiloto y pronto se subió para manejar a toda prisa a su territorio.

-Tenochtitlán

-¿Disculpa?

-Mi nombre es Tenochtitlán pero puedes llamarme Tita, se que mi nombre es un poco difícil - murmuró aún cohibida.

-Un gusto conocerte, tienes un lindo nombre... Bien en este momento nos dirigimos a mi territorio en caso de que suceda algo no tendrás que preocuparte, pero si debo advertirte que te volverás a sentir mal, te llevaré al aeropuerto y de ahí saldremos a México, será más rápido que ir hasta Rusia además él no se encuentra en casa- explicó tranquilo.

No paso mucho tiempo cuando la de ojos dorados comenzó a jadear y aferrarse a si misma, la fiebre había vuelto y le costaba mantenerse despierta pero intentaba rezar a sus Dioses para que le permitieran volver a casa.

Alemania por suerte tenía una gran habilidad manejando a alta velocidad aunque no era algo que le agradará está ocasión era una emergencia, debía al menos hacer la mitad del viaje si quería salvar a Tita, después de todo si ella le pertenecía a México, podía de algún modo pagar un poco del daño que su padre había hecho en el pasado, se sentía responsable de ello aunque el mexicano insistía en que no era su culpa, era algo fuera de su alcance.

Por suerte o milagro las rutas que tomo estaba casi solas lo cual le permitió llegar en tiempo récord a su destinó, apenas se estacionó Berlín ya lo esperaba.

-Tiempo récord, el avión está listo ¿Cuál es la prisa?- cuestiono la capital alemana bastante curioso.

Alemania no respondió directamente pues era un poco obvio al ver a la desconocida, a lo que la capital soltó un suspiro.

-Bueno esa es una muy buena respuesta sin responder, bien ya me encargue de todo nadie sabrá que saliste hasta que llegues con México, te envié la información que pediste y de paso dale esto a CDMX de mi parte- pidió Colocando algo en uno de sus bolsillos.

-Pense que vendrías

-Alguien debe hacerse cargo en tu ausencia, además Austria y Suiza no tardarán en llamar y preguntar por ti- aseguro cuando su celular comenzó a sonar en efecto eran las mencionadas.

Berlín hizo una señal de que se fuera a Alemania el cual asintió agradecido de tener una capital en la cual confiar plenamente, apenas cerraron la puerta del avión este se preparó para comenzar el despegue, el tricolor se dedicó a acomodar a la ahora no tan desconocida y pronto tomo asiento a su lado, sería un largo viajé solo esperaba que Tita pudiera soportarlo.

Resignado se dispuso leer la información que ahora tenía gracias a su capital y vaya que fue una sorpresa todo en aquel texto pero no entendía como ella podría estar tan lejos de casa aunque tenía una teoría.

Después de tanto leer decidió tomar una siesta que sin querer se convierten en horas pero no tantas como para haber llegado a su destinó, una vez aclaró su vista pudo ver a la de cabellos negros aún intentando luchar contra su malestar que al parecer ya no era tan extremo, quizás si estaba funcionado.

Continúo velando por el bienestar de ella, sentía algo de lástima pero probablemente sus dudas serían respondidas al llegar, era lo mínimo ¿No? Después de todo la está regresando a su hogar.

Un nuevo mundo [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora