Un nuevo mundo [Countryhumans]

Capítulo 23.- Primera Lección

Tardaron un poco en llegar al auto pero ese tiempo había servido para ordenar las ideas de México al menos un poco pero ¿Dónde estaban sus modales?

-Tenochtitlán, Ale¿Tienen hambre? ¿Sed? Iremos a mi hacienda, solo que es un tramo bastante largo- explicó sonriendo el tricolor para luego ayudarla

-Ah… Si yo sí tengo hambre creo que no eh comido desde hace unos días, me había concentrado tanto en la idea de llegar a mi destino que no comí nada …

-¡Bien! Vamos a toda prisa por unos buenos tacos de los que no te arrepentirás, te comprare todo lo que ocupes o quieras - aseguro animado.

-Bien ¿Pa donde le doy?- pregunto puebla mientras encendia el auto.

-Pa los tacos del zócalo esos están para chuparse los dedos- ordeno el país casi babeando.

-Bueno ¿Tú estás pendejo o que? Ahorita para ir con zócalo es un pinche desmadre, además iremos con hidalgo, dale yo te digo cuando dobles - interrumpió CDMX para pronto volver al teléfono por el cual se escuchó un "Helloooo Mexicou cityyyy? how are you?" 

-Más pinche respeto que soy tu padre- regaño el mexicano dándole un zape a la capital.

- A como chingas unos pinches putazos aquí y ahorita, saquese alv pinche gringo puñetas- gruño colgando y girandose a pelear con el tricolor

-¿Esto es normal?- cuestionó Tita apegándose al Alemán quien no dudo poner su brazo en un intento de protegerla de cualquier golpe accidental.

-Más de lo que crees- aseguro observando al par.

-Ag… Ale, sujeta bien a la nueva - pidió puebla ya bastante irritada pues también venía con hambre.

El mencionado abrazo a Tenochtitlán quien se había quitado el cinturón para alejarse todo lo posible de la pelea, Puebla por su parte acelero lo suficiente para frenar en secó provocando que CDMX se golpeara contra el tablero y Mex contra el asiento.

-Putas… ¿TE SUCEDE PUEBLA?

-HABER USTEDES DOS, TENEMOS UNA INVITADA Y LA ESTAN INCOMODANDO ASI QUE SE CALMAN O SE VAN CAMINADO A CASA- Regaño irritada pues también tenía hambre.

-ª… - soltaron ambos ya sentándose y colocándose el cinturón.

Tita no sabía cómo reaccionar pero sin duda estaba incómoda, es decir estaba acostumbrada a la tranquilidad de ONU, toda está energía era algo nuevo y no sabía cómo procesarlo así que simplemente se quedó callada junto con el europeo que pronto la soltó para que retomará su lugar, sería un viaje largo.

Minutos después ambos estados consiguieron los tan nombrados tacos y ahí la ex capital tuvo su primera lección por parte del tricolor.

- Primero le pones todo lo que te guste, limoncito, salsita, un toque de sal, que su cilantro, cebollita y aguacatito, lo agarras con la mano que más te acomodes y le das una primera mordida, es como darle un besito al taco, lo saboreas  y boom otra mordidita y sientes toda esa explosión de sabores y Bam la última mordida, mínimo dos máximo tres ,cuatro ya es verse mamón, ahora inténtalo- aseguro preparándole el primer taco a la de ojos dorados.

-Eh… Entiendo, sal, limón, cilantro, salsa, cebolla, aguacate y lo sujetó con la mano que más me acomodó… Ahora primera mordida- Balbuceo siguiendo las instrucciones de su instructor y vaya que no mentía con lo de explosión de sabores, su rostro lo decía todo apesar de que no podía hablar por boca llena.

-¡Eh! Ese brillo en los ojos lo dice todo, eres de las mías, ahora toma de esta bebida hecha por los mismos Dioses, Boing de mango para bajar la comida, también puedes probar mi jarrito de tamarindo pero un paso a la vez- ofreció pasándole la botella.

-Ah… Es delicioso ¿Porque ONU nunca me preparo algo así?  Esto es incluso más  delicioso que la hamburguesa que me preparo USA ¿Puedo comer más?- exclamó emocionada.

-Claro, incluso puedes comerte los míos si tanto te gustaron- ofreció sonriendo cálidamente.

Sin embargo Alemania y los estados no pasaron por alto el comentario de Tita, aunque puebla no estaba del todo al tanto solo lo que CDMX le explicó mientras compraban los tacos pero el mexicano pidió no hablar del tema hasta que la de cabellos negros descansará como era debido.

Y al pasar unos minutos después de comer, Tenochtitlan cayó totalmente dormida, aunque se veía muy feliz y tranquila.