Capítulo 36.- Punto Nemo

24 5 0
                                    

Tenochtitlán observó el solitario lugar ciertamente no veía nada fuera de lo normal pero no le cuadraba con lo que habían dicho ¿Lugareños? Aunque ciertamente había señales de movimiento "Humanos" recientes.

Repentinamente una cuchillo paso rosando su rostro de no ser porque sus reflejos le ayudaron a esquivarlo hubiera sido un ataque crítico, parece que ahí están los lugareños.

-Bien, si está es la bienvenida la acepto gustosa, necesito algo de desahogo así que me viene de perlas- murmuró apareciendo una lanza, después entregaría la carta si es que no se dañaba antes.

Quién sea que la acechaba era claro que sabía lo que hacía, los ataques nunca venían del mismo lugar por lo cual sospechaba que quizás eran varios sujetos pero dudaba que tanta gente pudiera mantener sus pasos casi en total silencio así que probable el causante se movía muy rápido.

-¿Te mantendrás escondido todo el tiempo? Me gustan más las luchas a corta distancia, ya pudiste ver qué esto no está funcionando- Hablo intentando visualizar de dónde vendría el siguiente ataque.

Hábilmente logro esquivar lo que hubiera sido un corte limpio desde arriba, por fin alguien daba la cara.

Frente suyo se encontraba lo que parecía un country de colores blanco y rojo parecía que tenía un extraño sol como simbolo, empuñaba una espada bastante delgada y su ropa parecía militar por lo poco que había visto en los recuerdos de USA.

-Eres imperio japonés ¿No?- Cuestionó deteniendo un segundo ataque aunque su lanza se rompió, los ataques de la aún desconocida eran contundentes, exactos y muy eficientes, era probable que sus armas no pudiera resistir tanto.

Sin muchas opciones apareció un escudo y su amado macuahuitl, su estrategia debía cambiar, así que empezó a retroceder y esquivar, haciendo lo posible por no utilizar su escudo para detener los ataques amenos de que tuviera la oportunidad de acertar un golpe.

Solo que no contaba conque seguirían lanzándole cuchillos de quien sabe dónde, si bien tenía que tener cuidado con esos ataques su principal preocupación era el country frente a ella.

Después de un rato de "danzar" Tenochtitlán por fin había logrado herirla no era grave pero si algo profundo, en cambio imperio ya le había hecho varias cortadas que milagrosamente no eran graves y su escudo ahora era inservible.

-Ya basta, tienen horas luchando - Irrumpió alguien muy alto, claramente otro country aunque no podía ver algún símbolo que lo identificará si que tenía ropa parecida a la del idiota de Rusia ¿Este era URSS?

-Solo la ponía aprueba- Excuso cortante la posible Imperio japonés.

-Con tanta sangre al rededor ONU se dará cuenta y nos molestará con trabajo extra- Gruño el más alto.

-¿Ya terminó todo? Estoy que me muero de cansancio, lanzar tantos cuchillos es agotador ¿¡IMPERIO ESTAS BIEN!? Estás sangrando mucho- se quejo un tercero que fácilmente podría confundir con México de no ser porque este no tenía un escucho y su ropa también parecía militar.

-Deja de exagerar, esto no es nada - Gruño curandose simplemente colocando su mano sobre la herida.

-Oye grandote ¿Eres URSS?- cuestionó la pelinegro con cierto desinterés, aunque el mencionado le observaba seriamente.

-No se quien eres tú- Respondió observando le fijamente.

El tal fascista estaba abrazando a imperio mientras está se resignaba a la muestra de afecto, aunque parecía distraída era claro que estaba más que alerta, su mano izquierda estaba posada sobre la empuñadura de su arma, Tenochtitlán no tenía de otra más que ceder y mantenerse "sumisa" por más que le molestará.

-Bien no respondas si no quieres, no estoy obligada a entregar esta carta que me dio el otro grandullón idiota- Se quejo sacando dicho objeto.

-Россия- rápidamente arrebato la carta ya basta te arrugada para leerla.

-¿Entonces como te llamas? Por cierto Bienvenida al punto Nemo donde estamos los criminales de guerra que fuimos desafortunados al ser atrapados y que a ONU no le agrado nuestra forma de pensar... A si soy Italia fascista- Saludo el italiano bastante amigable.

-Entonces no se puede escapar de aquí...- Murmuró la más baja ignorando el saludo desanimado al tricolor presente.

-Esta es la jaula hecha por ONU, por supuesto que no se puede escapar hemos estado aquí por qué será ¿40 años? Me aburrí de contar hace tiempo - Irrumpió un cuarto participante, otro que poseía color rojo en su bandera, aunque está vez el símbolo era muy obvió, el denominado Reich, había leído de él en los libros que tenía ONU en la casa.

-Tampoco pierdas energía, no podemos morir y casi cada medio año vienen a dejarnos recursos y aunque lograramos salir no hay a dónde ir, solo hay mar por quién sabe cuántos kilómetros ala redonda- Añadió Fascista sonriendo.

-Entonces... Responde la pregunta de mi aliado ¿Quien eres tú? Es extraño encontrar un country sin bandera- gruño apuntando un arma en la cabeza de la pelinegro.

-No tengo porque responderles, adelante dispara- ánimo la más baja con total indiferencia.

Y aunque dicho country jalo el gatillo fue en vano ya que no poseía balas y aunque las poseyera Tenochtitlán no moriría, en resumen los dos salían perdiendo.

-Que mala suerte- Soltó Tita con indiferencia.

-Entonces señorita, ya que usted es parte de México eso nos convierte en aliados - Hablo URSS quemando la carta con un encendedor.

La más baja le observó aún dudoso aunque era conciente que tendría que confiar en ellos eventual, no tenía opción.

-¿Cómo prefieres que te llamen? ¿Nombre o apodo? Espero que lo segundo ya que podría pronunciarlo mal, Tita

Un nuevo mundo [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora