La razón

719 87 19
                                    

NARRA VEGETTA

Habíamos terminado de comer. En algún punto, nadie decía nada; yo no apartaba la vista de Rubén, quien actuaba inquieto, mientras que Auron y Luzu solo miraban su comida.

-Gracias por invitarnos a sentarnos con ustedes -dijo Rubius, aunque se sentía muy forzado.

Auron se despidió con la mirada, ambos se alejaban, caminaban juntos y extrañamente los dos lucían tan solitarios.

-Doblas -dije causando que se detuviera, dudó un poco antes de voltear. -¿Puedo hablar contigo?

Auron nos miró, alzó los hombros y siguió caminando, a mi lado Luzu miraba un punto muerto frente a él, su mirada vacía me hizo pensar que no estaba prestando atención a lo que ocurría a su alrededor.

-Luzu -dije llamando su atención. -Tengo algo de que hablar con Rubius, nos vemos después.

-¿Eh? Ah, sí, claro, no hay problema.

Tomé la mano de Rubius llevándolo hasta un lugar donde raramente había gente.

-¿Qué quieres? Ya te devolví tu pijama, bueno, le dije a Willy que lo hiciera ¿no lo hizo? incluso la lave.

-Eso no me importa.

-Entonces, ¿qué pasa? tengo que volver con Auron, debe estar espe...

-Sabes que no es así -mis palabras me sorprendieron, ¿cómo me atrevía a decir eso? no conozco nada respecto a su relación.

Al ver sus ojos acumular lágrimas, supe que no estaba equivocado.

-Lo sé -dijo. Bajó la cabeza y soltó mi mano.

-Necesito comprobar algo contigo -dije atrayendo toda su atención, no lloraba, pero su expresión lucía triste.

-¿Qué necesitas comprobar?

Dentro de mí, algo me decía que esto estaba mal, que no lo hiciera, pero por otro lado si no lo hago entonces jamás sabré la respuesta a mis sentimientos.

-Lo siento -dije antes de acercarme a él y besarle.

Ni siquiera sé si puede considerarse como un beso. Podía sentir la resistencia de su parte intentando apartarme, sin embargo, mi fuerza lo obligaba a no moverse.

No podía dejarlo ir, llegado este punto, lo que tengo que hacer es que corresponda el beso de alguna forma. Solo para aclarar mis sentimientos.

-Te pido que dejes de resistirte -dije separándome un poco. -Te lo pido como un favor, como la vez que me pediste que te besara.

Su rostro se puso rojo, podía leer la confusión y el shock en sus ojos. Cuando sentí que dejaba de forcejear, volví a unir nuestros labios.

Esta vez era un beso correspondido, torpe al principio, pero con un toque de dulzura. Nos separamos un poco para tomar aire, sus ojos brillaban y se sentían llorosos; dentro de toda esa acumulación de emociones, vi una chispa hipnotizarte que aceleraba mi corazón. El impulso me llevó a besarle de nuevo.

El primero fue un beso calmado, este había subido de calidad de una manera increíble. No se sentía ni un poco de romance, todo lo que había era deseo y necesidad. Nuestras lenguas jugaban para saber quién tenía el control del beso, sus manos se entrelazaban detrás de mí cuello, mientras que las mías acariciaban su espalda y caderas.

Tuvimos que separarnos debido a la falta de aire, su respiración chocando con la mía, nuestros ojos mirándose, puedo entender que está pasando conmigo.

Estoy enamorado de Rubén Doblas.

Estoy enamorado del hermano de mi novio.

NARRA LUZU

Alcancé a Auron cuando Vegetta y Rubius se fueron. Todo el almuerzo había estado mirándolo, algunas veces me devolvía la mirada, en otras me ignoraba, era un intercambio bastante intenso que representaba lo que pasaba entre nosotros, pero, ¿qué pasa exactamente entre nosotros? No lo sé y me preocupa.

-Auron -tomé su antebrazo.

Me miró de la misma manera en la que lo hizo la primera vez que nos conocimos: fríamente y sin sentimientos.

-Perdón -me disculpé soltándolo. -¿Podemos hablar un poco?

-¿Será rápido? Tengo que volver a clases.

No quería que fuera algo rápido, pero tengo que solucionar las cosas entre nosotros.

-Será rápido.

...

-¿Entonces? ¿De qué quieres hablar?

Entre la facultad de Arquitectura e Ingeniería, existe una extensa superficie con pasto y árboles, la mayoría de estudiantes duermen ahí, leen o se juntan con amigos para hablar. Normalmente suele ser un lugar de reunión para estar cómodo y disfrutar del poco tiempo libre que la universidad ofrece. Todo lo contrario a la situación en la que nos encontramos Auron y yo.

-Quería disculparme por ser un entrometido y hablar de más la última vez -Auron no dijo nada, así que continué. -No hace mucho que nos conocemos y debe de ser incomodo que alguien de repente se meta en tu vida.

-No me incomoda –dijo.- Estaba sorprendido de que alguien me prestará tanta atención. Cuando Rubius se fue a Noruega, fue una temporada bastante difícil, en mi vida ocurrieron algunas cosas que me hicieron sentir bastante solo. Terminé metiéndome en cosas que no debía, así que ahora que Rubius ha regresado, solo quiero mantenerlo alejado de todo el problema que creé.

- ¿Problema? -ahí estaba yo metiéndome de nuevo en su vida.

-Mis padres se divorciaron poco después de que Rubius se fuera, entonces me quedé con mi madre, mi padre no quería saber nada de nosotros y yo tampoco quería saber nada de él. En cierto sentido el divorcio fue lo mejor que pudo pasar, al menos eso creía. Mi madre no pensaba de la misma manera, a pesar de estar viviendo en una relación toxica llena de maltrato psicológico y en algunas ocasiones hasta físico, tuvo un lapso de depresión bastante fuerte. No dejaba de beber alcohol, no iba a trabajar, cuando yo llegaba de la escuela todo eran gritos. Sabía que necesitaba ayuda profesional, pero no contaba con el dinero para pagar esa ayuda, también comenzó a tener problemas de salud derivados de su alcoholismo y depresión, entonces...

Se detuvo a pensar. No me miraba, así que no podía deducir qué tipo de sentimientos estaba teniendo, aunque sabía que se trataba de algo difícil de contar.

-Entonces me metí en peleas callejeras donde, si ganaba, obtenía una pequeña cantidad de dinero, no creas que no intenté buscar un trabajo normal y decente, pero nadie quiere contratar personal de medio tiempo o alguien sin un título. Necesitaba la ayuda lo antes posible, y esa fue la única opción que encontré. Al menos es un poco más decente que vender drogas o robar.

Auron me contaba la historia detrás de sus heridas, algo que incluso no le había dicho a Rubius, tal vez es más fácil desahogarse con un amigo.

-Tus heridas no se ven como si fueran solo de golpes -susurré.

-Bueno, algunas veces hay gente que no entiende las reglas y ocupa armas blancas, o se enojan por no ganar y deciden llevar la pela a algo personal.

-¿Qué? -hasta ahora nada me pareció tan grave, el problema tenía una solución simple, "deja de hacer eso, te prestaré dinero o te ayudaré a encontrar un trabajo, pero detente". Al oír eso último, entendí por qué se alejaba de Rubius, por qué no hablaba con nadie. Sentí un escalofrío a lo largo de mi espalda.

-¿Estás siendo acosado por alguien?

-... 

Devuélveme a mi novio ││RUBEGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora