Devuélveme a mi novio ││RUBEGETTA

Detrás de un beso 2

NARRA VEGETTA

Luzu se fue dejándome de nuevo solo, no quería irme pues aún no lograba encontrar a Willy, suena ridículo, pero no lo había visto por más de una hora. Intenté llamar a su teléfono pero no contestaba.

-¡¿Están listos para el espectáculo?! -una persona grita dentro de un círculo de personas, su voz sonaba tomada y extrañamente familiar.

¡Hazlo! ¡Sii! ¡Mi rey! la gente gritaba animando al sujeto.

La persona en el centro se abrió paso hasta llegar a la mesa en el centro de la sala, es ahí cuando me doy cuenta de quién se trata: Rubius. Sus pasos fueron torpes, su rostro estaba todo rojo, llevaba una botella en la mano y su ropa desarreglada.

Me levanté de inmediato hasta donde estaba, no sé qué se supone que sea "el espectáculo" pero no puede ser algo bueno, menos con él en ese estado; si ya de por si Rubius hace tonterías estando sobrio, no puedo imaginar que hará borracho.

La gente me impedía acercarme más, pero podía ver lo que hacía: se subió arriba de la mesa, la música sonando a mas no poder, bailaba mientras la gente al rededor gritaba algunas cosas obscenas o halagos "extraños" entonces empezó a quitarse la ropa.

Hay un límite para la desvergüenza, tal vez este no era el de Rubius, pero el mío sí. Empujé a la gente hasta hacerme paso al frente, agarré la muñeca de Rubius y lo bajé de un tirón de la mesa.

-¡HEY! ¿Qué demonios estás haciendo? -dijo retorciéndose.

-No, ¿qué demonios estás haciendo tú? -lo miré, sus ojos vacilaron pero se dejó llevar.

No sé dónde está Willy, ni donde puede estar Auron, solo quiero sacar a este chico de aquí.

Lo lleve hasta mi auto, puedo llevarlo a casa y después regresar por Willy.

-Dame tu celular, le avisaré a Auron que te llevaré a casa -no hubo respuesta. -¿No me lo vas a dar?

-No sé dónde está -JODER ¿Por qué me pasa esto a mí?

-Ok, dime el número de Auron, yo le marcaré.

Hizo un puchero.

-¿Ahora qué?

-No sé su número de teléfono ¡¡AAAH!! -comenzó a llorar.

¡Qué mierda! No puede estar pasándome esto a mí.

-Ok, deja de llorar, te llevaré a casa, dame las llaves -me miró con ojos vidriosos, sus labios temblaban.

-No tienes las llaves ¿verdad?

-AAAHH

ESTO-ES-UNA-MALDITA-BROMAAAA.

...

Lo único que podía hacer era llevarlo conmigo. Estuvo en silencio un rato, hasta que escuche como dejaba salir sollozos bajos.

-¿Estás bien? -no podía mirarlo, tenía que confiar en su palabra.

-No.

Su respuesta me sorprendió. Nunca había visto a Rubius vulnerable y ahora, tal vez debido al alcohol, sus sentimientos se mostraban ante mí.

Orillé el auto para poder detenerme. Rubius seguía llorando, abrazaba sus rodillas tratando de ocultar su rostro.

-Ey, ¿qué te pasa? -acaricié su espalda.

-No sé.

Bueno, gracias Doblas, ahora sé exactamente lo que tengo que hacer.

-¿Tú y Auron pelearon?