NARRA LUZU
Nuestra mesa estaba cerca de la salida, por lo que fuimos de los primeros en salir cuando se escucharon los disparos. Si antes apenas y podíamos caminar, debido a la adrenalina (y ganas de seguir vivos), corríamos por la calle sin mirar atrás. Justo a mi lado estaba el novio de Rubius, Auron, cuando consideramos que la distancia era suficiente, nos detuvimos a respirar un poco.
-Oye -habló Auron. -¿Dónde está tu amigo?
Miré alrededor, cuando salimos corriendo, Willy claramente estaba con nosotros.
-Joder.
Ahora teníamos que buscar a tres personas. Intenté llamar a Willy por teléfono, no sirvió de nada, traté con Samuel, pero más de lo mismo.
-Rubius no contesta su teléfono -dijo Auron con una cara angustiada.
-Seguro está bien, debe haberse encontrado con Vegetta o Willy -yo también quería pensar eso, aunque era poco probable, pero si ambos estábamos nerviosos, no funcionaría. -Ven, intentemos buscarlos por las calles de alrededor.
Auron me siguió, todo estaba muy silencioso. 1:02 de la madrugada, el ambiente estaba tenso y el efecto del alcohol ya había desaparecido.
Nos encontramos con algunas personas que también salieron corriendo del bar, preguntamos por nuestros amigos pero nadie los había visto.
Seguimos caminando por más de media hora, sin lograr nada llegamos hasta un parque, mis piernas dolían y mi cabeza punzaba.
-Tomemos un descanso -dije sentándome en un columpio.
Auron hizo lo mismo con el columpio a mi lado.
-¿Estás asustado? -pregunté, yo sé que dije que no quería que estuviera nervioso, pero al menos podía ayudar a relajarlo si me trasmite un poco de sus inseguridades.
-No lo sé, los disparos vinieron del área exclusiva del bar, Rubius no estaría ahí, pero... -se detuvo a pensar. -Llevaba mucho tiempo sin regresar, dijo que iría al baño, fue mucho tiempo, no sé qué pudo haberlo detenido.
Auron nunca había hablado tanto con nosotros como lo estaba haciendo en ese momento conmigo. Sus miedos destrozaron esa imagen de chico malo que no siente nada que había formado en mi cabeza.
-Rubius no es bobo -no, sí lo es, pensé. -Bueno, sí lo es un poquito -volteó a mirarme desafiante. -Él sabe cuidarse, no dejaría que alguien lo lastimara tan fácilmente, él está bien.
-Eso espero -sus ojos brillaban, tal vez debido a la iluminación, tal vez efecto del alcohol que podría haber quedado, tal vez porque quería llorar, no lo sé, simplemente pensé que sus ojos lucían más brillantes. -Oye...
*Ring Ring*
Mi teléfono sonó.
-¿Vege? ¿Dónde estás? ... ¿Entonces están bien? ... ¿Cómo que algo así? ... Oye, no me cuelgues...
-¿Qué pasa? -la cara de Auron era inescrutable.
-No lo sé, colgó, pero dijo que está con Rubius y que están bien.
Auron suspiró aliviado, entonces comenzó a balancearse en el columpio.
-¿Qué haces?
-Me relajo -dijo.
Comencé a hacer lo mismo. Dos tontos, de madrugada, en un parque, jugando con columpios. Nunca olvidaría algo así.
NARRA VEGETTA
Sé que Rubius está más lastimado que yo, pero a mí también me golpearon, por lo que tuve que detenerme en una banca a descansar.
- Aggg -se quejó cuando lo acomodé.
-¿Te duele mucho? -tomé su rostro para poder examinar con más detalle.
-No solo golpearon mi cara, me duele todo el maldito cuerpo.
-¿Tienes dinero? Podemos pedir un taxi.
-No, mi cartera la tiene Auron.
-Joder, la mía la tiene Willy.
-Jeje, somos muy estúpidos -su sonrisa dolía. -¿Dónde están los demás?
-Llamé a Luzu y mi teléfono se quedó sin batería, supongo que está junto a Auron y Willy, deben estar bien –silencio. -Te llevaré a un hospital.
-Noo -dijo alejando mis manos. -Un hospital queda muchísimo más lejos que mi casa, tengo un botiquín ahí, llévame a casa.
Yo tampoco estaba muy bien como para llevarlo tan lejos, así que hice lo que me pidió.
-Tu espalda es muy cómoda, De Luque -podía sentir su respiración en mi cuello; cálido, tan cálido que erizaba la piel.
-Deja de hablar, Doblas -pude sentir como sonreía.
Estuve caminado por más de una hora, nunca odie tanto que la ciudad fuera tan grande como en ese momento.
Las respiraciones de Rubius se sentían regulares, intuí que se había quedado dormido.
-¿Rubius? -no hubo respuesta. -¿Doblas?
-¿Hmm? -solo un susurro.
-Nada, sigue durmiendo, pronto vamos a llegar.
Sus brazos se apretaron más alrededor de mi cuello, causando que se rostro quedará justo al lado del mío. Sus ojos cerrados, su boca entreabierta, sus respiraciones chocaban con mi mejilla. Un calor inusualmente tranquilizador.
Tomé las llaves que Rubius me dio, la casa estaba oscura, lo que podría significar que Willy no ha llegado, se ha ido a dormir o se quedó en casa de Luzu.
-Príncipe -dije dejándolo en el sofá de la sala. -Hemos llegado.
Aún estaba adormilado.
-Ahh -se quejó. -Me duele todo.
-¿Dónde está el botiquín?
Señaló una repisa.
-Ok, te ayudaré, quédate quieto.
Me arrodillé frente a él, primero limpié su rostro, estaba hinchado y lleno de rasguños.
-¿Me vas a decir por qué te golpearon?
-Tampoco lo tengo muy claro, desde que estuve el primer semestre aquí, todo el tiempo se metían conmigo, solo los ignoraba, entonces me fui a Noruega y pensé que todo quedaría en el pasado.
-Tontito, si te molestaban debiste haberle dicho a alguien -tome sus manos, raspadas y llenas de tierra. -Si siguen molestándote... -su piel, en las zonas no afectadas, era tan suave -puedes decirme.
Se formó un silencio que no supe cómo describir. Tal vez la situación se prestaba a malinterpretar muchas cosas, pero yo en verdad quería ayudarlo, es lo que haría cualquier persona al ver a alguien siendo acosado, ¿no?
- Pfff -se rio. -¿El señor De Luque se está postulando para ser mi guardaespaldas?
-Solo estoy haciendo lo que cualquiera haría, no te emociones.
Nuestras miradas conectaron. Juro que no había visto ojos tan hermosos.
Samuel cálmate, es el hermano de tu novio. ¿Por qué debería calmarme? Obviamente Rubius y yo solo somos amigos.
-Así que aquí están -alguien había llegado.
Willy estaba parado frente a la puerta de la entrada, sudor caía por todo su rostro, su cabello despeinado y su respiración agitada.
-¿Guille? - me acerqué a él.
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Devuélveme a mi novio ││RUBEGETTA
RomanceWilly y Vegetta llevan más de un año siendo pareja. Un día, el hermano de Willy, Rubius, regresa de Noruega; Vegetta conocerá a este chico y... No entiende por qué se siente tan atraído por él. Un dilema moral comenzará a surgir cuando Rubius y Veg...