Devuélveme a mi novio ││RUBEGETTA

Decidido

NARRA RUBIUS

Llamé a Samuel por teléfono para asegurarme de que estuviera en su departamento, pero no contestó. No tuve otra opción que intentar ir y probar mi suerte.

Sé que dije que no quería tener que verme con él después del asunto del beso, pero... si es verdad todo lo que se está hablando en redes sociales, debe estar muy lastimado, no puedo dejarlo así.

Willy idiota, yo preocupándome por ti y de no lastimar tus sentimientos y tú vas por ahí haciendo mierda los de tu novio.

-Samuel -toqué la puerta tratando de no parecer tan desesperado, no escuchaba ninguna respuesta del otro lado.

Tal vez no está en casa, pero ¿dónde más podría estar?

Justo cuando pensé en buscar en otro lugar como la escuela, la puerta se abrió mostrando al hombre que he estado evitando.

Todo se fue a la mierda, esos sentimientos que estaba tratando de reprimir se desbordaron nada más verle. Sus ojos cansados, la camisa desarreglada, la barba algo descuidada, incluso así juraría que es el hombre más guapo que he visto.

Intentaba alejar esos recuerdos del beso, pero mi corazón no dejaba de acelerarse y las manos me sudaban, incluso sentía como mi rostro se calentaba.

-¿Rubius? ¿Qué haces aquí? -dijo como si nada, ninguna expresión diferente se notaba.

-Yo, bueno, lo que pasa es que, vi en facebook que Willy y Fargan... -no tuve el valor de terminar la oración, había sido una mala idea venir a verle para "animarlo".

Soy imbécil, ¿qué me creo?, ¿su novio?

-Ah, eso -su voz no sonaba a la de siempre. -Estoy bien, ya lo he hablado con Willy.

-¿Es así? -me apresuré a decir sin pensarlo. -Entonces tú y él...

Esas palabras podían entenderse como si estuviera realmente impaciente de saber los términos en los que se encontraban, como si quisiera tomar ventaja de la situación para robarme al novio de mi hermano.

Prometo que no soy ese tipo de persona.

-Perdón -dije al ver que Samuel me lanzaba una mirada para nada agradable. -No quiero que malentiendas lo que intento hacer, solo estaba muy preocupado de cómo estarías.

-Creo que tú y yo debemos de hablar -dijo ofreciéndome entrar.

...

Esperé en la sala a que Samuel regresará de la cocina, cuando volvió me ofreció un vaso con agua que dejé de lado.

-Sé que necesitas una explicación -no pensé que él sería el primero en hablar, pero me alegró que así fuera, si él empieza diciendo lo que tiene en mente, entonces yo sabré que tanto confesar respecto a mis sentimientos.

La cosa es así, si Samuel dice que lo de esa vez solo fue un error bobo, entonces puedo guardarme la verdad respecto a lo que yo sentí y decirle que también lo consideraba un error, así mi dignidad no se vería tan afectada y yo puedo llorar en paz a solas mientras me ducho.

Si al contrario, sus sentimientos son iguales a los míos, entonces... ahora que sé lo que hizo Willy ¿puedo seguir siendo el buen hermano que siempre fui?

-Créeme que he estado intentando darle orden a todas estas nuevas sensaciones que tengo cuando estoy contigo, y después de ese beso solo confirmé lo que llevaba tiempo intentando negar. Me gustas de verdad Rubius, me gustas demasiado, puedo apostar que nunca me he sentido así con nadie y me duele admitirlo, pero ni siquiera con Willy me siento así. Seguramente creerás que soy un idiota porque tú tienes novio y yo también, así que puedes reírte todo lo que quieras porque yo...

Pensar que a la persona que te gusta también le gustas es bonito, pero cuando lo escuchas directamente, dicho de esa manera, no se puede comparar con nada.

Error, tal vez sí que se puede comparar con algo, como besar a esa persona sabiendo que los sentimientos son mutuos.

Este beso era diferente, no como el de esa vez cuando estaba borracho, o como el que me pidió de manera egoísta para poder aclarar sus ideas. Este beso definitivamente es diferente.

Al principio lo tomó por sorpresa, pocas veces te interrumpen con un beso cuando estás hablando, pero segundos después de entender lo que significaba, correspondió el beso tomando la parte activa.

Sus manos tomaban mi cabeza guiándola en diferentes ángulos para poder profundizar el beso, mis manos sobre sus hombros se apretaban cada vez que usaba su lengua. Mi cuerpo temblaba y reaccionaba queriendo más.

No se trataba de una necesidad que antes haya experimentado, como cuando te tocan un poco y tu cuerpo reacciona de forma "natural"; era más bien una necesidad de querer llevarlo a algo más allá tanto física como sentimentalmente.

No me sentí así con Auron, ni con ninguna pareja que haya tenido antes.

Solo Samuel despertaba esta necesidad de querer tanto a alguien hasta el punto de que ni siquiera me importaban las consecuencias que traería consigo entregarme totalmente a alguien.

-Espera -dijo separándome un poco. -Esto está mal.

-¿Por qué? -dije aún cerca de él. -¿Por qué tú tienes novio?

-No exactamente.

Sus ojos me evitaban, de cierta manera me molestaba que tuviera esta actitud misteriosa.

-¿Entonces?

-Aún no sé qué es lo que tú sientes.

JODEEEEER ¿Interrumpes el mejor beso de mi vida para decir esto? Te odio, De Luque.

-Pensé que era obvio -dije jugando con el cuello de su camisa.

Me miro directamente a los ojos y pude entender que él también necesitaba una confirmación directa, sin rodeos ni jueguitos. Sus ojos brillaban esperanzados, deseando escuchar lo mismo que yo había escuchado de su parte.

Verlo así de vulnerable, contraria a su imagen dura y sonriente, se sentía tan excitante.

-Me gustas también -dije sin agregar nada más, no encontraba las palabras para expresar todo lo que él me hacía sentir, prefería demostrarlo con acciones.

-Ok -dijo sin dejar de mirarme. -¿Sabes que esto nos traerá muchos problemas?

-Vale la pena el riesgo.

Después de eso vinieron más besos, caricias y pocas palabras.

Acordamos aclarar las cosas con nuestras respectivas parejas (aunque yo ya no estaba en una relación) para después llevar esto con calma y así convertirnos tal vez en una pareja.

Salimos de su departamento en direcciones contrarias, yo a casa de Auron, de nuevo, y él a mi casa para hablar con Willy.

Fue estúpido pensar de esa manera, las cosas no serían así de fáciles.

De hecho, fue mucho peor de lo que imaginé.