Mi Angel ©

Capítulo 23

Entro a toda prisa al cuarto, lo menos que quiero es que Hades pueda ver lo triste y tonta que me siento en éste momento.

Al final él tenía razón... nunca pierde.

Me da igual... no puedo dejar de pensar en las manos de esa estúpida tocando a Hades, coqueteando con él tan abiertamente... como si ambos se burlaran de mi.

Me despojo de toda mi ropa con rapidez y me dirijo al vestidor.

Tomo el pijama que Hades me regaló y camino hasta el baño.

Es tan humillante... la ropa que uso proviene de él, el lugar donde estoy lo pagó él y sin contar las innumerables cosas que me ha hecho.

Me he convertido en una desvergonzada por aguantar tantos desaires y desilusiones.

Dejo que caiga el agua en todo mi cuerpo.

- imbécil- mascullo.

Salgo lo más rápido posible de la ducha, solo falta que me encuentre en la ducha... se sabe que solo terminaríamos teniendo relaciones.

Diosito ayúdame... esta relación me está destruyendo.

Me coloco el suéter y me acuesto en la cama a responder mensajes.

No pasan siquiera 5 minutos para que se escuche la puerta principal abriéndose.

- ¿a dónde fuiste en el club?- pregunta Hades sentándose en un pequeño sofá que se encuentra frente a la cama.

- me sentía ahogada... solo salí a tomar aire- digo sonriendo, para restarle importancia.

Él lo sabe. Sabe perfectamente lo que hacía, solo quiere verme pagar por haber bailado en el tubo.

- ¿ah sí?- pregunta colocándose una de las manos en su barbilla como si estuviese pensando.

- no me importa si no me crees- muestro una sonrisa hipócrita.

Las pisadas de Hades resuenan por todo el cuarto. Bajo la mirada tratando de ignorar que se está acercando a mi.

Se sienta en el borde de la cama y lo siento sonreír.

- sé que te vuelvo loca...- frunzo el ceño- no tienes que fingir- acerca su rostro al mío.

- no me interesas Hades- digo con una mirada retadora.

Su confianza hace que me caiga mal... es demasiado arrogante.

- tú también me encantas a mi- dice ignorando lo que acabo de decir.

Es tan guapo... volvemos a lo mismo.

Esto es un ciclo tóxico al que al parecer nunca podré darle fin.

Hades se acerca más a mi y empieza a besarme, abre mis labios con los suyos y me besa con dulzura y a la vez con deseo.

- aléjate- le digo empujando su cuerpo con una de mis manos- no voy a seguir con este juego, ya estoy harta- digo girando mi cuerpo en dirección contraria.

- ¿qué pasó con nuestra apuesta?- pregunta sonriendo.

Sabe perfectamente que lo vi... pero es tan imbécil que necesita que sea yo quien se lo diga...

¿Qué gana con molestarme? Con verme triste... con verme llorar...

Acerca su mano a mi cuerpo y la coloca sobre mi cadera, empieza a acariciarme lentamente y siento su peso caer completamente sobre la cama, atrae mi cuerpo al suyo, con esa mano que yace en mi cadera.

¿qué pretende? ¿Que luego de estar tocando a esa mujer puede venir y tocarme a mi?

Está muy equivocado.