Vinimos a un restaurante a la carta a cenar, está en la orilla de la playa y es bastante moderno.
Tiene un estilo tumblr o algo parecido, hay muchas luces por todos lados y además todo tiene una decoración blanca.
No sé si es cosa mía, pero siento que todos nos miran, no sé si será porque estoy combinada con el restaurante o por Hades.
Nos sentamos en una mesa de la esquina, en un banco de madera que permite observar el mar.
- ¿elegiste el vestido a propósito?- pregunto en su dirección.
Sonríe sin mirarme.
- puede ser- dice con media sonrisa, sin mirarme.
***
Cada vez que puede aprovecha para hacer algún chiste y hacerme reír... supongo que se dio cuenta de lo nerviosa que estoy.
Desde que intimanos siento menos confianza con él, más timidez y... aunque suene extraño siento que debo temerle y la verdad no sé la razón.
Sé que él nota todo esto, ya que no es de los que hacen chistes o tan afectuoso... a diferencia de como lo está haciendo hoy, pero no creo que esto de resultado conmigo.
- buenas noches- no me percaté que un mesero se acercaba a la mesa.
- buenas noches- responde Hades, seguido de mi.
- ¿qué desean pedir?- cuestiona.
Hades me observa a mi con media sonrisa.
- sushi- digo observando la carta.
Cocido por supuesto, eso de estar comiendo pescado crudo no es lo mío.
Hades asiente.
- lo mismo para mi- el mesero asiente.
- ¿algo para tomar?- pregunta.
- un pouilly fume- responde Hades neutro, sin parar de mirarme fijamente a los ojos.
Siento la tensión que hay en la mesa, su actitud imponente ha puesto al mesero nervioso... aunque creo que es el efecto que produce en todo el mundo, a excepción de mi, digo, ahora también a mi.
- ¿qué piensas preciosa?- dice Hades con media sonrisa.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me había percatado de que Hades me está mirando fijamente.
Niego con la cabeza y la recuesto en la mesa, boca abajo.
- me siento extraño- niega con una risa ronca.
Traen el vino y Hades asiente a modo de agradecimiento.
Alzo la cabeza y lo observo esperando una respuesta.
- la más parlanchina que conozco no dice palabra alguna desde que llegamos- niega observando la orilla del mar- me estoy preocupando- dice frunciendo el seño.
Río por su comentario y él sonríe.
- por lo menos te ríes- dice sorbiendo su copa de vino.
Siento calentarse mis mejillas.
¡Ya estoy cansada! No puede decir nada sin que me sonroje o que se tranque mi garganta y no pueda decir nada.
- lo siento- me observa de forma penetrante.
- no te disculpes- dice observando mis ojos- dime ¿qué es lo que te pasa?- vuelve a sorber su copa.
Trago saliba.
- la verdad no lo sé- su mirada se vuelve dura y niega, lo que me pone más nerviosa. La verdad siento como tiemblan mis manos por debajo de la mesa- estoy nerviosa- digo bajando la mirada.
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Mi Angel ©
Romance- La ley de la atracción es una paráfrasis... que el deseo ayuda a potencializar- sonríe con picardía. La típica sonrisa que lo caracteriza. - y...- su sonrisa se ensancha. - te deseo- se coloca serio y sus ojos se oscurecen- mucho- remojo mis labi...