Capítulo 9

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Me toma del brazo y me gira, colocándose tan cerca de mi que nuestros labios rozan al hablar.

- desde hace mucho tiempo quería hacer esto- besa mis labios, entonces sigue con la tortura de los mordiscos y suspiros.

- ¿por qué no lo hacías entonces?- pregunto separándome de sus labios, sonríe y niega.

- ¿siempre haces tantas preguntas?- pregunta observando mis ojos con cierta burla en los suyos.

- sí- contesto achicando los ojos.

Ríe y me atrae a sus brazos para volver a besarme.

Yo sonrío en el beso y muerdo su labio inferior.

Siento mis labios hinchados y húmedos, de tantos mordiscos y besos, un hormigueo también reina en ellos y por todo mi cuerpo.

- ya es hora de que te lleve a casa- sonríe.

"Pensé que me quedaría contigo" siento la tentación de decir.

No seas tan ofrecida Merlina- dice mi subconsciente... primera vez que le haré caso.

- raro- alzo las cejas a modo de acusación y me cruzo de brazos.

- ¿qué?- pregunta mordiéndose el labio con picardía.

- me sorprende que no me invitaras a quedarme- digo con sarcasmo. Sus ojos centellean.

- no puedo tenerte aquí- sonríe, me observa de pies a cabeza y luego resopla- además de que tengo un negocio que resolver- se cruza de brazos y asiente.

¿No puede tenerme aquí? ¿A qué se refiere?

Emprende su camino por el pasillo, con dirección a las escaleras.

Ruedo lo ojos y lo sigo, debo admitir que mi visión aún sigue algo afectada, pareciera que mi alrededor da vueltas.

Me lleva algunos 10 escalones abajo, así que los bajo con mayor velocidad, pero al parecer olvidé que son escalones y pensé que es el piso común, porque mis piernas tomaron control de si mismas y empezaron a moverse de forma veloz, lo que provocó que me golpeara la cabeza y diera vueltas escalones abajo.

Cierro los ojos asustada... por el resultado de donde vaya a parar, siento unas manos que me toman y alzan con rapidez.

- ¿estás bien?- pregunta un Hades preocupado.

El olor de Hades aún en mi estado, es inconfundible para mi.

Al sentir su pecho tan cerca de mi, solo abro los ojos en forma de respuesta y lo abrazo fuerte, nos dirigimos por un pasillo un poco largo, a no sé donde.

Siento un fuerte dolor en el cráneo y mi pierna derecha, ya que al parecer cuando me caí se lastimaron.

Entramos a un cuarto oscuro.

La tenue luz del pasillo solo me permite ver a una distancia prudente la cama, un sofá, un televisor, 2 puertas y un escritorio; el cuarto aparenta ser de un color pastel, que no logro distinguir y... ya me duele el cerebro de tanto pensar.

- ¿qué te sientes?¿te lastimaste?- pregunta al colocarme sobre la cama. Trae el seño fruncido y sus ojos muestran preocupación.

Toma asiento en el borde de la cama.

- estoy bien- al hablar siento la cabeza palpitar, así que me coloco la mano para ejercer presión en el lugar donde se origina el dolor.

- ¿duele?- vuelve a preguntar.

- la cabeza... me duele- respondo sin poder resistir el dolor. Acabo de notar que sus ojos se ven de un color mucho más claro que de costumbre... pasaron de ser verdes a un casi amarillo bastante llamativo.

Mi Angel © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora