Capítulo 5

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-¿qué sucede?- pregunta un Scott preocupado.

Al parecer mis gritos lo atrajeron al baño...

-¡eres tú!- grito. Desde que llegó las voces desaparecieron, no pude evitar gritar, pensé que moriría.

Siento como toca el cristal para correrlo.

- estoy desn...- la frase se corta cuando Scott desliza el cristal a la velocidad de la luz.

Me observa completamente y se da la vuelta al toparse con mi cara de incomodidad.

- te escuché gritar- dice en forma neutra, como si ni le importara.

- yo... sí, es que las- niego y cierro los ojos. Ya no veo nada. Todo desapareció.

- discúlpame por entrar así- dice aún de espaldas.

- no me molesta- digo riendo por lo bajo.

Él niega y sonríe levemente.

- ¿te lastimaste?- pregunta dando la vuelta e inspeccionando mi rostro.

- todo en orden- vuelvo a negar- estoy cansada de las voces y las sombras... quisiera ser normal- digo cerrando los ojos para evitar que las lágrimas salgan.

Trae una expresión de arrepentimiento y se acerca a mi, se sienta en el suelo frente a mi y observa mis ojos.

- olvida lo que pasó- frunce el seño- sé que no es fácil para ti, pero quiero que sepas que te cuidaré pase lo que pase, en cualquier momento puedes llamarme- no entiendo porqué si supuestamente "no le intereso" dice estas cosas.

sonríe y coloca su pulgar en mi labio inferior, lo observa fijamente sin decir palabra alguna.

- puedes hacerlo- digo acercando mi rostro.

Rápidamente observa mis ojos con cara de pesadez y se aleja de mi.

- ahí está de nuevo- señalo sus ojos- puedo ver que haces lo opuesto a lo que quisieras hacer- digo negando.

Sonríe y mantiene su mirada en mi labio inferior, relame los suyos. Cierra los ojos y sonríe.

- no sé de qué hablas- camina hasta la puerta y la cierra.

Aquí sucede algo en verdad extraño.

Arreglo mi vestido y me quejo por la incomodidad del vestido tan ajustado a éstas horas de la mañana. Tomo las zapatillas y me las coloco a regañadientes y ya por último arreglo mi cabello como puedo.

Salgo a toda prisa y me encuentro con un Kaprow en el comedor, observando la nada, en dirección al jardín.

Es tan raro, que aveces pienso que no es normal, que hay algo extraño que aún no logro descifrar de él.

Me observa y se levanta.

- vamos- se limita a decir.

Camina por el jardín delantero de la casa, puedo ver enormes entradas que de ambos lados dan la vuelta a la casa, al parecer se dirigen a un parqueo o algo parecido, césped perfectamente podado y una típica Range Rover negra.

Nos dirigimos hacia atrás, por uno de los caminos en losetas negras y damos con el parqueo.

Aquí hay al rededor de 11 vehículos, la verdad no sé si le pertenecen a él o serán de más personas, pero me limito a permanecer callada.

se acerca a un enorme Jeep blanco con negro y luces azules. Rodeo el vehículo y me adentro al asiento del copiloto.

La incertidumbre me consume... Scott permanece con su mirada al frente, sin dar siquiera una pista de sus pensamientos ¿qué se supone que decidió?

Mi Angel © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora