Mi Angel ©

Capítulo 26

¿Qué mierda estaba hablando esa mujer?

Todo eso es mentira... si le hubiese pasado algo a Merlina Logan ya me hubiese llamado.

Tomo el bolso con los regalos y entro en mi bolsillo el espejo.

Suena el timbre de mi teléfono nuevamente.

Estoy pensando seriamente en partir este maldito aparato.

- ¿sí?- pregunto de mala gana contestando la llamada.

- señor- se trata de Logan- la señorita está preguntando por usted- que alivio.

Vuelvo a respirar y sonrío.

- Chala acaba de llamarme para decirme que Merlina está en el hospital- le digo. Se hace un silencio en la llamada- no pierdas de vista a Merlina y quiero que te encárgues de que saquen a Chala de mi casa en este mismo instante...- corto la llamada.

Pensé que moriría. Me creí completamente la mentira de Chala.

***

Al estar en el edificio nuevamente camino a paso rápido al cuarto.

- señor- dice Fernando al verme pasar por su lado.

- recuerda... lamborghini urus negra matte- Fernando asiente- hablamos más tarde- digo en dirección a los guardias.

Me decidí por comprarle un vehículo... se supone que si es mi mujer no puede andar de arriba para abajo con el tal Jon, además de que no puedo permitir que no tenga ningún vehículo, eso sería absurdo... yo con millones que no conozco y mi mujer andando a pie.

Escucho pisadas apresuradas detrás de mi.

- señor- la voz de Logan se escucha en todo el corredor.

- tengo algo de prisa- me doy la vuelta.

- sobre los regalos que nos dijo...- lo interrumpo.

- vas a todas esas tiendas caras que les gustan a las mujeres- Logan me observa con cara de pocos amigos.

- ¿esas son?...- sonrío.

- Dior, Louis Vuitton, Chanel...- anota todo en su celular- debes actualizarte un poco Logan- niego.

- y...- lo interrumpo nuevamente.

- si vas a preguntar qué le compras...- asiente- todo lo bonito... no sé, carteras, brazaletes, perfumes, ropa... lo que sea- anota todo nuevamente- pareces ni secretario- sonrío.

Me doy vuelta nuevamente y camino rápido hasta el cuarto.

Abro la puerta con rapidez... pero para mi sorpresa Merlina no está al alcance de mi mirada.

- Merlina- digo cerrando la puerta detrás de mi.

No obtengo respuesta.

- ¡Merlina!- camino con desesperación al vestidor y me sorprendo al ver a una Merlina totalmente desnuda de espaldas a mi.

Me observa por el espejo espantada y se cubre con lo primero que tiene a su alcance.

- ¿cuál es tu problema?- pregunta con fastidio.

Sonrío.

- sé que te hacía falta- le digo tomando asiento en un banquito que hay en una de las esquinas.

Rueda los ojos.

- ¿podrías salirte?- empieza a colocarse las bragas y se le cae al suelo una camisa mía que traía agarrada cubriendo su cuerpo. Río sin poder evitarlo- ¡Hades! ¡ya vete!- dice mirándome con odio. Toma la camisa del suelo y se la vuelve a coloca con rapidez.