PERFIDY, payton moormeier.

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Sudorosa, cansada y sin aliento.

Atlanta fue un espectáculo loco, pero estoy muy feliz de que haya terminado.

De pie en el ascensor húmedo de camino a mi habitación del hotel, estaba jodidamente cansada. No creo que haya podido dormir lo suficiente anoche entre el caos del piano y el hecho de que estaba tan conectada con mis pensamientos en el autobús. Me sentí bastante excéntrica todo el día con mucha energía, pero a mitad de la serie realmente estaba sintiendo el cansancio. Estos días de conciertos son largos, emocionantes pero largos.

Apoyada en el ascensor, me enfrento a Dylan y Quinton frente a mí. Ellos también parecían realmente fuera de sí, creo que todos estaban listos para irse a la cama. A mi lado estaba Payton, pero creo que Jaden salió. Parecía tener más energía después del espectáculo anterior, probablemente ya en un bar. Los cuatro nos quedamos en silencio por el cansancio, estoy segura, ellos eran los que actuaban después de todo. Estaba lista para darme una ducha rápida e irme a dormir. Esta noche me quedaré en la habitación de Payton, pero ambos sabemos que no va a pasar nada. Estoy tan agotada que apenas puedo mantener los ojos abiertos. Creo que el único plan era irse a dormir con la televisión tarareando.

Lo que es un poco dulce saber que me quiere cerca, sabiendo que no era solo por sexo.

Ah, romance.

"¿Por qué hace tanto calor en Atlanta?" Quinton echa la cabeza hacia atrás y gime.

"Estamos en Georgia, en mi opinión, uno de los lugares más húmedos de Estados Unidos". Payton respondió a mi derecha, con los ojos cerrados como todos los demás.

"Incluso con el aire acondicionado mis bolas están sudando una cantidad preocupante". Quinton encuentra necesario compartir con el grupo.

"Eres repugnante." Dylan habla con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás.

"¿Me estás diciendo que tus pelotas no se te están pegando al trasero en este momento?" Quinton abre los ojos y vuelve la cabeza hacia Dylan.

Esa es una imagen sin la que podría haber pasado toda mi vida.

"Quinton, cállate la puta boca." Payton gime de agotamiento por el calor, pronunciando las palabras que yo era demasiado tímida para decir.

Las puertas se abren y no perdimos el tiempo para salir del pesado espacio confinado. Quinton y Dylan salen primero, dispersándose en diferentes direcciones por el pasillo hacia sus habitaciones. Mi habitación estaba al final a la derecha y la de Payton estaba al final a la izquierda. Estaban directamente una frente a la otra en este largo pasillo.

Payton me agarró de la mano e inmediatamente me llevó en dirección a su habitación, tomándome con la guardia baja.

"Primero tengo que agarrar mis maletas de mi habitación". Protesto mientras me empuja hacia su propia suite de hotel.

"Más tarde." Sigue tirando de mí, sin escuchar.

"Estaré demasiado cansada para ir más tarde". Me quejo, pero dejo que me acerque a su puerta, la bolsa de mi equipo de cámara colgando de mi hombro.

"Te las traeré más tarde, he estado esperando para besarme contigo toda la noche, pero los chicos no me dejaron solo un puto segundo". Dice con razón, por supuesto que me sonrojé y no tuve más remedio que seguirlo.

Nos lleva a su puerta, sacando su tarjeta de acceso para permitirnos el acceso. Una vez que escuchamos el pitido, abre la puerta del cuarto oscuro. Con su mano todavía en la mía, entro con él. Enciende la luz, mostrando la encantadora suite de hotel que era más bonita que la mío desde el principio. Tenía ventanas más grandes con vistas a la ciudad, una pequeña zona para sentarse, comida, una cama tamaño king gigante y un baño a la vuelta de la esquina, asumí que era igual de elegante.