PERFIDY, payton moormeier.

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No sabía qué hacer, qué podría significar esto para nosotros. Payton dijo que había una regla; no arruinar la tapadera. Pero en ninguna parte había un hombre que me señalara desde una milla de distancia, no podía ocultarle mi identidad. Payton todavía se parecía a Payton si sabías del cantante, y el propio Darey tiene su sede en el mismo edificio que el agente de Payton. No había manera de ocultar quiénes éramos para él, solo lo empeoraríamos si mentimos con nombres falsos.

"¿Qué diablos están haciendo ustedes dos aquí?" Nos dijo con un vaso de whisky en la mano, confundido como ningún otro en su elegante apariencia.

Miré a Payton que no estaba contento con la situación. Por la mirada deslumbrante en sus ojos hacia él, me di cuenta de que quería arrancar la cabeza a este extraño que hacía estallar esto para nosotros. No lo culpo, yo tampoco estaba feliz. Mis nervios que estaban comenzando a calmarse ahora estaban por las nubes.

Miro hacia atrás a Darey, respondiendo de la única manera que se me ocurre.

"Por favor, no le digas a nadie que estamos aquí, nos colamos", le digo discretamente, mirando a mi alrededor.

"¿Se... colaron?" Inclina la cabeza hacia la izquierda confundido.

"Sí. Por favor, no nos delates, nuestra parada del tour es hoy en Chicago y me moría de ganas de salir del hotel. Le dije a Payton que si venía conmigo entonces no le tomaría una foto las próximas dos paradas de la gira". Me invento una historia falsa, recordando cómo Darey sabe sobre el problema de Payton con sus fotos.

Mira a Payton, que estaba parado allí en un silencio sepulcral, negándose a hablar pero manteniendo esa mirada de trato en sus ojos. Finalmente, Darey me miró.

"¿Por qué aquí? Seguramente este lugar no es tan emocionante para niños pequeños como ustedes..." Darey frunce el ceño en interrogación, manteniendo su mano en el bolsillo de su pantalón. Olía bien, podía oler la colonia desde aquí.

"No he estado haciendo nada más que estar con estrellas de rock arrogantes durante un tiempo. Haré cualquier cosa para cambiar de escenario. Además, hay barra libre". Explico todo en el acto, mirando hacia la gran barra.

Sus labios muestran una sonrisa tímida, riendo un poco, lo que me hizo sentir como si estuviera cayendo en la trampa. No fue demasiado difícil creer una historia como esta. Tengo diecinueve años y Payton es un alcohólico limítrofe para los medios de comunicación; colarse en un evento elegante para obtener bebidas gratis no puede ser tan descabellado para nosotros.

"Ah, volver a ser joven". Él niega con la cabeza fascinado. "Bueno, ¿quién soy yo para estorbar?"

El alivio se apoderó de mí, sabiendo que él no iba a decir nada y yo estaba quitando esta tapadera.

"Muchas gracias." Asiento con una sonrisa.

"Pero con una condición." Luego se desliza, poniéndome nerviosa ya que tenía esa sonrisa desviada pegada en su rostro, mostrando el diente plateado. "Puedo robarte para un baile rápido."

Mi corazón dejó de latir por los nervios, los ojos se volvieron hacia Payton, a quien no le gustaba lo que acababa de escuchar. Su mandíbula se afiló, los ojos clavados en Darey, quien se encontró con el contacto visual.

"Solo si no le importa, Sr. Moormeier", agrega Darey con una sonrisa, sabiendo que Payton no quería pero tampoco quería que lo delataran.

A Payton no le gustan las negociaciones.

Hubo un segundo de silencio, Payton luchando por ceder. Mi corazón estaba acelerado, no quería bailar con Darey, pero no creo que tuviera otra opción. Cuanto más rápido termine, más rápido podremos seguir adelante. Solo teníamos poco tiempo que perder. Esto podría estropearlo todo y retrasarnos.