"Fumar es malo, ¿sabes?" La plácida voz habló desde el distante rincón oscuro, no se veía nada más que una silueta alta y el brillo anaranjado de una cereza de cigarrillo.
"Es el menor de mis problemas", murmuro con el mío entre mis labios, procedie...
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1 de junio 8 (día actual)
Sede del Banco Nacional Inquiry de Atlantic City
New Jersey, EE. UU.
4:30 pm
Tranquilo, un banco siempre está tranquilo.
Era un lugar de silenciosas discusiones, intercambios, retiros y tratos. Era un lugar que sobrepasaba cientos de rostros al día, incluso miles. Era un lugar al que la gente iba con grandes sonrisas o caras amargas, pero todo el mundo ha estado en un banco.
'Atlantic Inquiry', uno de los bancos más grandes y elegantes de Atlantic City NJ. Era un lugar de clase y negocios exquisitos. Nadie hablaba ni un poco por encima de la calma, pero incluso con la atmósfera próxima al silencio, nadie escuchó a los tres hombres destructivos entrar al edificio con infierno que pagar.
"¡Todos al puto suelo!" Dos disparos sonaron media hora antes de que el banco cerrara. Las balas volaron hacia el techo de piedra del una vez tranquilo banco nacional, ganando la atención de todos de la manera más temida.
Los gritos se amplificaron en el aire denso de la sala de piedra de mármol que contenía a casi cincuenta personas. Todos volaron al suelo y se escondieron detrás de cualquier objeto en nombre de la supervivencia. Un día normal para la mayoría se convirtió repentinamente en un momento de instinto humano natural, como si de repente todos fueran animales en la naturaleza luchando por sobrevivir.
El hombre que disparó el arma estaba de pie en la entrada del banco, con una sudadera con capucha negra para cubrir su cabeza y un pañuelo rojo alrededor de su boca y nariz. Sucias y negras converse estaban de pie y jeans negros abrazaban sus piernas, era completamente anónimo a parte de sus penetrantes ojos cafés.
Dos hombres más estaban detrás de él, atando las manijas doradas de las puertas para que nadie más pudiera entrar durante este intercambio tan rápido. Ellos también estaban vestidos con las mismas ropas negras, armas en sus manos y listos para obtener lo que vinieron a buscar. La única diferencia en sus ropas eran los pañuelos alrededor de sus caras, uno era negro, el otro era blanco.
Dos guardias de seguridad que estaban a punto de terminar su turno no pudieron sacar sus armas lo suficientemente rápido antes de ser atacados por los tiradores. Uno apenas sacó su arma antes de que el hombre principal más alto con el pañuelo rojo clavara el mango de su pistola en la parte superior del cráneo del guardia, colapsando de inmediato. El otro guardia se las arregló para sacar su arma, pero fue noqueado con solo el puño del pelinegro oji celeste del pañuelo blanco.
Los tres se adentraron más en la orilla completamente armados y cargados. Civiles inocentes de todas partes estaban paralizados en el suelo de mármol por el miedo, viviendo lo que parecía una terrible pesadilla mientras los tres hombres enmascarados corrían por los brillantes suelos de mármol con armas en alto.
