PERFIDY, payton moormeier.

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Nerviosa, conmocionada y tal vez en negación, te miré fijamente mirando hacia arriba. Tenías esa sonrisa cínica en tu rostro porque sabías que esto era tan loco como mi mente lo imaginaba. De rodillas, impotente, brillabas hacia mí con un mundo de oportunidades en tus ojos. Sostenido preciosamente entre tus dedos negros y doloridos estaba el anillo robado en el dedo meñique que me ofrecías para que lo tomara en una mano de matrimonio joven y ebria.

"¡Levántate!" Le grito a Payton en su rodilla.

"¿Por qué?" Él solo sonríe.

"Porque esto no es algo para bromear, ¡levántate!" Miro de un lado a otro a lo largo de la calle otra vez, nadie estaba realmente alrededor para ver esto.

"No estoy bromeando." Encontró muy divertido lo nerviosa que me estaba volviendo. Mis mejillas probablemente estaban tan rojas que sentí el calor.

"¿Estás loco?" Estaba tan sorprendida por este gesto, mirándolo sobre una rodilla y extendiendo un anillo para que lo tomara.

"Sí, lo estoy." Él sonríe.

"¡No nos vamos a casar!" Me sentí como si estuviera en un sueño porque yo era la única con sentido común.

"¿Bueno, por qué no?" Se encoge de hombros.

"¡Ni siquiera me pediste que fuera tu novia!" Niego con la cabeza y derramo cualquier pensamiento que me atraviese la mente para expresar mis preocupaciones.

Pone los ojos en blanco y sonríe, "Valene, ¿quieres ser mi novia?"

"Por supuesto." Estoy de acuerdo.

"Está bien, genial", asiente antes de continuar. "Valene, ¿quieres ser mi esposa?"

"¡Payton, detente!" Me río pero estaba seria, agarrando sus manos para levantarlo pero él no se movía.

"Estoy siendo serio." Él se ríe conmigo.

"Lo sé y por eso me asusta. ¡Nos conocemos desde hace un mes!" Me mantuve firme.

"¿Entonces?"

"¡Entonces!" Realmente sentí que me estaba durmiendo. Ninguna cantidad de intoxicación obsesiva podría hacerme creer que era una buena idea.

"Cariño, el matrimonio no significa nada cuando no crees en el amor", se encoge de hombros. "Entonces, ¿a quién le importa? Es divertido".

"El matrimonio es un compromiso loco".

"Es un pedazo de papel". Él corrige.

"¿Sabes lo difícil que es divorciarse? Lo que es mío es tuyo, sería un infierno si nos separamos". Sigo enumerando razones en mi mente borracha.

"Tienen papeles que puedes firmar que dicen que si nos separamos, podemos irnos con los bienes con los que vinimos. No sería gran cosa. Estamos hablando de una capilla de Las Vegas abierta las veinticuatro horas, la gente hace esto como una broma de ebriedad todo el tiempo". Intenta justificar.

Cierro los ojos y suspiro, tirando mi cara entre mis manos. Froto mis pesados ​​ojos y trato de ordenar mis pensamientos porque esto se siente tan loco.

"Mira, por supuesto que no tenemos que hacerlo. Querías hacer algo loco en Las Vegas, así que te doy esta opción. Sé que parece absolutamente loco pero, francamente, no creo en el matrimonio. Creo que no es más que una conformidad social que la gente siente que necesita para encajar en este mundo". Lo escucho explicar mientras aún tenía mi rostro entre mis manos.

Abro los ojos y me pongo de rodillas para estar al mismo nivel considerando que él no se pondría de pie. En esta acera al azar, me arrodillé frente a su cuerpo y agarré los lados de su cuello mientras sostenía el anillo rojo entre nosotros.