"Fumar es malo, ¿sabes?" La plácida voz habló desde el distante rincón oscuro, no se veía nada más que una silueta alta y el brillo anaranjado de una cereza de cigarrillo.
"Es el menor de mis problemas", murmuro con el mío entre mis labios, procedie...
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Cuando me desperté, sentí un malestar en el estómago. La luz del día se filtraba a través de las persianas y me bañaba en calor. Estaba enredada en las sábanas de algodón, tumbada sobre mi estómago, donde mi camiseta estaba un poco levantada.
Levanté la cabeza del cojín, frotándome el ojo con la parte posterior de mi nudillo índice. Miré el reloj y vi que eran poco después de las once, inmediatamente mi cabeza cayó hacia atrás en la cama. Hoy era mi día libre, debería levantarme y explorar la ciudad, pero en cambio, sólo quería quedarme aquí, en mi habitación.
Los acontecimientos de anoche me mantuvieron dando vueltas y vueltas. Dormí terriblemente mal porque seguía pensando en Payton y su amenaza. Cada vez que abrí los ojos anoche, un vacío de nerviosismo se apoderaba de mí, dormir era la única forma de poder olvidarlo.
Pero ahora eran las once y necesitaba levantarme, solo podía dormir un poco para evitar mis problemas. Si sigo acostada aquí, lo pensaré más y más, necesito seguir con mi día. Además, me moría de hambre.
Me levanté de la cama y dejé caer los pies descalzos en el suelo alfombrado. Pasé mi mano por mi pelo que todavía estaba húmedo por la ducha de anoche.
"Strike uno". Escuché en lo profundo de mis pensamientos.
Mi estómago se contrajo con náuseas por un segundo, pero se fue muy rápido. Me inclino y agarro mis gafas en la mesa de noche, deslizándolas luego sobre mi cara para poder ver. Me levanto y camino al baño, me lavo los dientes y me arreglo. No sabía cuál era mi plan para hoy, pero al menos dependía de mi elección. También tuve que revisar algunas de las fotos que hice ayer, importarlas a mi ordenador y editarlas. Tal vez iré a sentarme en una cafetería o algo así, aunque en verdad odio las cafeterías considerando que trabajaba en una.
Tal vez vaya a un parque, en algún lugar afuera. Después de todo, era junio, el verano estaba aquí y tenía que disfrutarlo tanto como pudiera.
Me puse mis lentillas y me vestí, sujetándome el pelo a la mitad para que quedara parcialmente fuera de mi cara. Tomé mi pastilla y bebí un poco de agua con ella, dándome cuenta de lo seca que estaba mi boca. Cogí la bolsa de mi cámara, la dejé caer en mi cama y la abrí para sacar las cosas de anoche.
Saco mi cámara y la coloco a un lado, sacando mis cables de extensión y dejándolos a un lado también. Me di cuenta de que faltaba algo, uno de mis trípodes. Esta bolsa no era tan grande, así que era fácil ver que me faltaba algo tan grande, definitivamente también lo traje anoche.
"Maldita sea." Murmuro para mí misma, sabiendo que lo dejé en el lugar anoche.
Pensé por un segundo qué hacer, rezando para no haberlo perdido. Nadie lo habrá cogido, en todo caso simplemente estará en el camerino de la arena. Me apresuré a coger mis cosas anoche después de lo que hizo Payton, creo que olvidé cogerlo todo.
