"Fumar es malo, ¿sabes?" La plácida voz habló desde el distante rincón oscuro, no se veía nada más que una silueta alta y el brillo anaranjado de una cereza de cigarrillo.
"Es el menor de mis problemas", murmuro con el mío entre mis labios, procedie...
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Payton Moormeier •
Dejé que el fuerte licor cubriera mi garganta mientras bajaba como agua, calentando mi pecho y dejando un sabor amargo en mi lengua. Mis piernas estaban extendidas frente a mí, las rodillas levantadas en el aire. La ligera brisa soplaba a través de mi cabello, botella en una de las losas de madera entre mis piernas. Miro a lo largo de la vía del tren en la que estaba sentada, con los ojos maravillados sobre este día brillante.
En mi distancia a la izquierda, ella se acostó debajo del árbol que tallé antes. Era el mismo árbol bajo el que nos follamos hace sólo una hora. Estaba inconsciente, durmiendo como un ángel en mi camisa de franela. Tenía las rodillas ligeramente dobladas, las manos planas debajo de la mejilla con su largo cabello rubio bailando en su rostro. Ese vestido de verano amarillo era lo suficientemente largo para cubrirla en todos los lugares correctos.
Odio el amarillo, pero me encuentro de acuerdo con él cuando está afiliado a ella. Después de todo, mi dedo medio está pintado de un color obsceno, y la locura es que no me importa. Me recuerda a ella cuando miro mis manos, y el hecho de que su uña media sea negra significa que ella también podría pensar en mí.
La botella volvió a mis labios mientras bebía otro trago de whisky, cerrando mis ojos pesados por un momento cuando me lavó la garganta. Realmente no debería estar bebiendo tanto, necesito llevarnos de regreso en algún momento. Pero hoy ha sido una montaña rusa de dolor y calor, todo es motivo para beber.
Hoy me vio tener un ataque de pánico y se enteró de uno de mis oscuros secretos. Nunca planeé contarle sobre mi madre y cómo la asesiné. Todo lo que le dije era verdad, yo era solo un niño y no sabía nada mejor. Apenas lo recuerdo, pero todavía me persigue. Si no estuviera borracho en este momento, estos pensamientos posiblemente me enviarían a otro ataque de pánico.
Así que no es de extrañar por qué tengo un problema.
Nunca quise que Valene supiera lo que hice, pero tiene una manera de hacerme abrirme sin siquiera decir nada. Hay una cantidad muy pequeña de personas en este mundo que saben lo que le hice a mi madre, menos de las que puedo contar con una mano. Ahora ella era una de ellas, y solo por esa razón necesitaba beber. Anhelaba una línea o dos, pero estoy tratando de contenerme cuando solo somos ella y yo.
También me vio tener un ataque de pánico y casi me vio sin mi camisa porque era así de salvaje en ese momento. La recuerdo de pie en la suite del hotel que destruí, mirándome en silencio mientras trataba de contener cualquier cosa que pudiera para no asustarla. Mi cuerpo ardía como una fiebre fatal, estaba a punto de explotar. Pero se dio la vuelta y se fue detrás de la puerta cuando me quité la prenda sin ningún control moral detrás de ella. No quería quitármela, pero tenía que hacerlo.
