my weakness (George Weasley)

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𓆏

Ambos equipos salieron al campo de juego donde todos se encontraban en las gradas animando a su equipo.

Jaylene miró a su hermano quien parecía algo preocupado y se acercó a él inmediatamente.
-Va todo bien?- le preguntó ella llevando su mano al hombro de este quien la miró algo extrañada.

-Si, bueno, lo de siempre, ya sabes.- dijo mirando de reojo al azabache.- Deséame suerte Jay...
-Suerte, recuerda que estoy aquí para apoyarte, si?- le preguntó ella con una sonrisa a lo que este asintió.

-Maravilloso día para ver un partido, Gryffindor contra Slytherin! Que emoción!- gritó Lee desde su megáfono.- Preparen los aplausos y sus gritos señoras y señores el partido acaba de empezar!

Y de nuevo, esa sensación de adrenalina se apoderó de Jaylene quien empezó a sentirse viva de nuevo. Era algo que sin duda la chica lo pedrería el gusto nunca. El quidditch la alejaba de los problemas.

Pero eso no fue nada con los problemas que se ocasionaron cuando Harry atrapó la snitch en menos de media hora.
-Lo ha hecho una, dos, tres y cuatro veces señores! Harry Potter ha atrapado la snitch terminando con el partido!- gritó el moreno mientras que toda la grada roja aplaudía de emoción.

Jaylene quien no podía creerse que eso hubiese sucedido miró como su hermano se dirigía había los del equipo contrario furioso.
-Mierda.- dijo al ver como Draco empujaba a Harry.

-Te encanta no es así?- le preguntó este demasiado molesto.
-Supéralo Malfoy, no sabes perder.- le dijo este restándole importancia haciendo que el platinado se enfadara aún más.

-Oh, por favor, entonces dime, quien te ha enseñado a jugar? Tus padres?- le preguntó ahora burlándose del chico con gafas quien lo miraba ahora furioso.

George y Fred por otra parte empezaron a decirle a Harry que no merecía la pena, que lo dejara en paz por que no podía rebajarse a su nivel.
-Eso es, y quien os enseñó a vosotros? Estoy seguro de que como sois tan pobres habéis usado a vuestra madre como pelota para entrenar...- siguió diciendo este con aires de superioridad.

Jaylene claramente vio como George se tiraba encima de su hermano y empezaba a pegarle mientras que el otro se intentaba defender.

Fred por otro lado era sujetado por tres personas mientras que Harry intentaba hisar a George en todo lo que podía.

Si, Draco había hecho daño pero quisiera o no, era de su familia y haría lo que fuera por protegerlo.
-Sal de ahí!- gritó ella intentando separar a los chicos.- Aléjate de mi hermano, ahora!

La platinada no dudó en intentar frenar al pelirrojo que no escuchaba a nadie, sin embargo fue demasiado lejos y George le dio un codazo en la nariz a la chica que en pocos segundos sangraba.

Inmediatamente el pelirrojo reaccionó, mirando a Jaylene quien se intentaba sacar el sangrado para después mirar al platinado quien aún con la cara destrozada sonreía orgulloso.

Sabía que después de eso, era prácticamente imposible que su hermana estuviera con él.
-Jaylene...- empezó a decir este.
-Da igual, vamos Draco.- le dijo ella evitando todo tipo de contacto visual y físico por parte de George.

El platinado se levantó como pudo y su hermana lo ayudó a caminar.
-Te dije que no podíamos confiar en ella, aún quieres ser su amiga?- le preguntó el azabache a George mirándola mal.

Mal, mal, mal, el pelirrojo veía como su novia y su hermano se iban al igual que veía como Umbridge también se acercaba a ellos.

Se habían metido en un buen lío.

-Nada de quidditch!? No puede hacer eso!- se quejó el azabache al igual que Fred, que se quejaba de no haber participado en ese juego.
-No hay nada que discutir, señor Potter, señores Weasley, tienen prohibido usar sus escobas y jugar quidditch en lo que queda de curso.- dijo ella disfrutando de la situación.

Cuando habían salido del despacho de Umbridge, Harry miró a George quien aún pensaba en lo sucedido.
-Y tú querías que ella se uniera al E.D?- le preguntó haciendo que este solo suspirara para empezar a caminar hacia enfermería.

Por otro lado, Jaylene se encontraba junto con su hermano. Madame Pomfrey le había arreglado la nariz y ahora esperaba a que el platinado estuviera listo para ir a su sala común.

Cuando vio a cierto pelirrojo en la puerta inmediatamente se acercó a él.
-Jaylene espera antes de nada...- empezó a decirle mientras que la platinada lo echaba de allí.

-No hay nada que hablar George, es mejor que te vayas.- le dijo ella ahora sin mirarlo.
-Siento lo que ha pasado, por favor Jaylene...- insistió este ahora arrepentido.

-George, se que mi hermano no debió haber dicho eso, ya he hablado con él, pero sigue siendo mi hermano. Sabes que voy a defenderlo y lo que has hecho...- le dijo ella ahora enfrentándolo.- Lo siento George.

El pelirrojo no dejó que ella se fuera. La tomó del brazo para que se quedara.
-Jaylene por favor.- le pidió este.
-Es como si no te conociera, primero me escondes cosas y después esto...- le empezó a decir ella.

-No, no lo hago! Estoy en un grupo de estudio, de acuerdo? Algunos vamos por las noches a practicar, Harry nos enseña, en la sala de los menesteres.- soltó este muy nervioso.- Es eso, ese es el secreto pero no puedes decírselo a nadie.

Jaylene iba a responder pero miró a Draco quien intentaba levantarse.
-Buenas noches George.- le dijo cells finalmente para irse de allí y dejarlo solo.

Y ahora el pelirrojo pensaba en lo que acababa de pasar y también pensaba que a lo mejor n o había sido una buena idea habérselo contado a la chica.

Cada vez pensaba en lo equivocado que estaba de habérselo o explicado a Jaylene pues ese mismo día, la brigada inquisitorial había conseguido atrapar al E.D en pleno ensayo.

George miraba a la platinada quien se encontraba junto con Emma sin decir nada. Realmente ella los había delatado de esa manera?

-Quien ha sido?- preguntaban muchos intentando saber quién era la persona que los había delatado.

George debía decir la verdad?
-Chicos yo...- empezó a hablar este entre avergonzado y algo molesto.

Sin embargo en ese momento Draco apareció junto una Ravenclaw muy conocida.
-Cho?- preguntó Harry ahora algo confuso.

Que estaba pasando? El pelirrojo miró a la platinada quien ya lo miraba de reojo y fue cuando se dio cuenta de que ella no había sido, aún así, seguían negando perdidos.

Decreto educacional número 223
DOLORES UMBRIDGE PASA A SER DIRECTORA DEL COLEGIO SUBSTITUYENDO A ALBUS DUMBLEDORE.