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-Buenos días alumnos. Supongo que no hace falta ninguna presentación por mi parte ya que sois los más responsables y grandes. Me equivoco?- preguntó Umbridge con una sonrisa mientras caminaba hacia el frente de la clase.

-Soy yo o parece que huela mierda todo el rato?- preguntó Emma en susurro haciendo que Jaylene tuviera que aguantarse la risa pues toda la clase se encontraba en silencio.

-Estudiar mucho y seréis recompensados, si no lo hacéis... las consecuencias serán más... severas.- dijo con una sonrisa maligna mientras miraba a cada uno de ellos y les entregaba libros que parecían que eran para niños de cinco años.

Detrás suyo, se encontraba George junto con Fred quienes hablaban sobre sus cosas a través de notas. Estaban situados en última fila, era mucho más fácil divertirse.

-Si?- preguntó Umbridge a Jaylene quien había levantado la mano.
-No hay nada en estos libros sobre... hechizos defensivos, como se supone que estudiaremos para los exámenes?- preguntó ella ganándose una mirada aprobada por toda la calse, o la mayoría al menos.
-Hechizos defensivos? Y para que necesitaríamos hechizos en mi clase, señorita Malfoy?- preguntó ella burlándose mientras seguía repartiendo los libros.

Jaylene en ese moemnto sintió como George le entregaba una nota por debajo de la mesa a lo que ella la leyó como pudo. Una sonrisa se apoderó de ella inmediatamente. "Señorita Malfoy, muy pronto Weasley".

Como se aburría demasiado de la clase, decidió seguirle el juego al pelirrojo, enviándole una nota que ponía "¿cuál de todos será el afortunado?" haciendo que Fred quien estaba pendiente de la conversación se empezara a reír, llamando la atención de la clase.

-Algún problema señor Weasley?- preguntó Umbridge. George por otra parte se guardó la nota en su bolsillo.- Le parece graciosa mi lección?
-Eh, no, su clase es lo bastante aburrida de hecho.- mencionó este haciendo reír a muchos entre ellos Jaylene quien trató de no mirar a la profesora.

-Aburrida? Es que acaso piensa usted que esto debe ser algo divertido?- preguntó ella más molesta aún.- Ustedes se están preparando para el futuro, para hacer progresar a la sociedad mágica, no para pasar el rato.
-Y como quiere que progresemos si nos dan libros para niños de cinco años?- preguntó la platinada señalando su libro provocando más risas de parte de la clase.

-No le conviene enfrentárse a mi señorita Malfoy...- empezó a decirle la señora mirándola amenazante. A que se refería con eso?

-Acaso está amenazándola por decir la verdad?- soltó George ahora algo molesto, ganándose una mirada de sorpresa de muchos quienes empezaron a cuchichear.
-Uy, que mal rollo...- murmuró Fred ayudando a su gemelo.

-Debí imaginarme, Weasley's.- dijo ella con una casa asqueada.- Serían tan amables de abandonar la clase? Estáis distrayendo a los alumnos que quieren aprender.

-Como no sea a abrir un libro no se que aprenderemos.- soltó Jaylene molesta mientras sentía como muchos reían.

-Si la señorita Malfoy se cree que ya lo sabe todo y no puede aprender más, creo que debería abandonar la clase junto los señores Weasley.- dijo ella perdiendo los nervios, mirando a la chica con rabia.- Si no es así, cállese y escuche.

Acababa de decirle que se callara? Sus compañeros que esperaban una reacción racional de la platinada de quedarse en silencio se sorprendieron mucho al ver levantarse a la chica.
-Que estás haciendo?- le preguntó Emma ahora muy sorprendida.

Jaylene le dedicó una pequeña sonrisa antes de levantarse completamente e irse hacia la puerta dejando a todos muy sorprendidos.
-Que cree que hace?- preguntó Umbridge ahora confusa.- Cruce esa puerta y obtendrá detención, no se lo vuelvo a advertir.

La platinada miró sutilmente a George quien estaba de lo más fascinado con ella para volver a la profesora. Abrió la puerta y se fue de allí, escuchando por último gritar a la señora "detención para usted! Después de clases a mi despacho!"

La platinada esperó aproximadamente unos dos minutos cunado la puerta volvió a abrirse dejando ver a los gemelos quienes salían y la misma voz se repetía.
-Quién eres y que le has hecho a Jaylene Malfoy?- le preguntó Fred sorprendido.

-Vamos, alguien tenía que decirle algo...- mencionó ella.- Además, que castigo nos puede poner? Leer un libro de dibujos?- preguntó ella burlándose.
-Te has arriesgado bastante...- dijo George algo preocupado.- Que pasa si tu padre se entera?

-No lo sé, ahora me da igual, de todos modos siempre puedo acudir a mi madre...- dijo ella ahora restándole importancia.

Los tres chicos se dirigieron hacia el despacho de la profesora quien a los pocos minutos llegó con una sonrisa más maligna que la anterior.
-Bien, pueden pasar.- mencionó ella dejándoles ver el horror de despacho.- He dicho que entren!

-Y bien? Cuál es nuestro castigo?- preguntó Fred con las manos en los bolsillos con la mayor tranquilidad. Habían pasado por todo tipo y variaciones de diferentes castigos, desde Snape hasta de McGonagall.
-Siéntense, ahora.- exigió ella ansiosa mientras se preparaba un té.

-No me diga, tendremos que escribir unas líneas?- preguntó George tomando la pluma que había encima de la mesa donde se encontraban ellos.
-No hay tinta.- mencionó la chica mirando como la profesora añadía cucharadas y cucharadas de azúcar a la taza.

-Tranquila querida, no la necesitaréis. Ahora escribiréis, "no debo faltar el respeto a las autoridades."- dijo con voz más calmada, disfrutando de la confusión de los tres chicos.
-Cuántas veces?- preguntó Fred acomodándose.

-La que crea necesarias, ahora, empezar.- contestó ella y en el momento en que Jaylene, que había sido la primera, empezó a escribir, notó como su piel ahora quemaba.
-Espere... no puede usar esto, cunado se entere mi padre...- empezó a decir con dolor mientras miraba como Umbridge se reía.

George por otro lado miraba la mano, ahora marcada de la platinada y deseó no haberse metido en ese castigo para no haberla metido a ella.

-Su padre no dirá nada al respecto por que, que diría cunado le cuente que su hija se relaciona con Weasley? Que opina usted señorita Malfoy?- le preguntó ella con una sonrisa victoriosa.

-Será hija de su madre...- murmuró Jaylene casi en susurro volviendo a escribir con molestia y tratando de no hacer ninguna mueca de dolor.

Fred y George por otra parte se miraron entre si para empezar a escribir sin protestar. Quién diría que Umbridge tuviera plumas de tortura debajo de su manga?

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora