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George,

Que tal estás? Siento no haberte escrito antes, no podía crear ningún tipo de sorpresa, más cuando Draco sabe del tema. Aún así, quiero que sepas que no me he olvidado de ti.

Como va todo? Que tal vuestro negocio? Has hablado con tu madre?

Dejando preguntas de lado... necesito verte, es urgente y no puedo escribirlo por carta. Por favor, mándame una carta con una respuesta rápida.

Te quiere, Jaylene Malfoy.

Fred miraba la carta algo confuso. Algo desconfiado pues le parecía raro que de repente le llegara esa carta como si nada después de semanas.

-Que opinas Georgie? No te parece algo sospechoso?- le preguntó este haciendo que su gemelo quien miraba la carta con una pequeña sonrisa lo mirara raro.

-Sospechoso? No... Jaylene y yo quedamos en que ella sería la primera en enviar algo por si acaso...- mencionó este volviendo a tener una cara de soñador.

Cunado se levantó decidido a responderle, su gemelo lo paró por completo.
-No me digas que aceptarás en verla... George, son tiempos algo complicados.- empezó a decirle este haciendo rodar los ojos del otro pelirrojo.

-Relájate, ya llevo viéndome con ella desde mucho antes a escondidas, no es como si no lo hubiera hecho ya.- mencionó este tomando una pluma y un pergamino.

-Si, lo has hecho en Hogwarts, esto es el mundo real George, imagínate que pasara lo peor y alguno de ellos te viera con una Malfoy, sería malo para ti y para ella. Más para ti pero bueno...- dijo este advirtiéndole.
-Estaré bien, no te preocupes.- le dijo este restándole importancia.

-Me preocupo por que encuentro muy raro que quiera verte con tanta urgencia cuando era ella la que no quería verte antes, me entiendes?- le preguntó ahora sacándole la pluma de golpe.
-No es raro, seguro que me extraña, ahora devuélveme eso... tengo que responderle.- mencionó este.

Fred se cruzó de brazos mientras veía como su hermano le escribía una respuesta a la chica.
-Bien, no digas que no te he avisado... pero ve rápido, mamá nos debe estar esperando.- murmuró este rodando los ojos para irse de allí y dejarlo solo.

Jaylene por otra parte acababa de obtener su marca y ahora er a una seguidora más del señor tenebroso junto con Draco.

Se miraba el brazo y se odiaba a sí misma, eran demasiadas cosas que soportar, dolor... frustración, tristeza, y podía decirse arrepentimiento. Culpa. Se sentía culpable con ella.

-Como te encuentras?- le preguntó ella al platinado quien bufó.- Vamos Draco, sabes que yo estoy igual que tú.
-Entonces no preguntes.- mencionó este con brusquedad.- Estoy como si hubiera metido el brazo en el mismo infierno. Duele.

Ambos se encontraban en el cuatro de la chica pues no querían estar solos, querían tener esa compañía de alguien para intentar superar el problema.

De repente, la lechuza de la chica apareció en la ventana de esta con una carta en el pico. Como la platinada de encontraba en el baño, Draco tomó la carta por ella.

Con solo leer el nombre del remitente hizo una cara de asco mientras bufaba de cansancio. Era en serio? Tenía que seguir en contacto con él?
-Si fuera tu tendría más cuidado con esto.- mencionó este una vez la chic ajabais salido del lavabo.

Jaylene rápidamente tomó la nota algo nerviosa y la abrazó para no perderla.
-Draco...- empezó a decirle ella ahora sin saber como reaccionaría el chico.

-No diré nada.- murmuró este ganándose una pequeña sonrisa de alivio de su hermana.- Pero por que sigues en contacto? Acaso sabe que está hablando con una mortifaga?

La platinada negó. Suspiró mientras abría la carta y leía como George había aceptado quedar con ella cerca de la madriguera, para no crear sospechas.

-Tengo pensado decírselo, y también lo de mi compromiso. Creo que merece saberlo.- dijo ella mirando sus manos.
-Y crees que seguirá saliendo contigo después de eso?- preguntó de nuevo su hermano señalando su brazo derecho.

Jaylene se encogió de hombros.
-No voy a obligarlo a nada, si me deja... seria lo más triste que me pasaría ahora.- murmuró ella casi en susurro.- Pero nadir se merece que le oculten algo como esto.

El platinado do miró la nota de reojo y claramente pudo ver la hora. Miró a su hermana con el ceño fruncido.
-Y piensas ir ahora?- preguntó con curiosidad.

-Sera rápido, lo prometo. Si vienen mamá o la tía Bella diles que he salido a tomar el aire cerca, por favor.- le pidió ella a lo que este negó.

-Como se enteren que te he ayudado el castigo también será para mi.- empezó a decirle mientras intentaba irse de allí.
-Draco, por favor, cuando te he pedido algo?- le preguntó o ella intentándolo convencer.

-Muchas veces, casi siempre me pides algo, aunque sea un pañuelo.- le respondió este mientras se cruzaba de brazos.

La platinada asintió sabiendo que su hermano no la ayudaría. Se separó de él y buscó su chaqueta haciendo que el platinado volviera a fruncir el ceño confundido.

-Vas a ir igual?- le preguntó este algo preocupado.- No voy a cubrirte...
-Me da igual. Me cubras o no... voy a ir. Así que deséame suerte.- le dijo ella antes de desaparecer de allí pues ya llegaba tarde.

George quien por un momento pensó que ella no aparecería, sonrió al verla acercarse a él con una pequeña sonrisa.
-Por qué la capucha?- preguntó ya que esta iba tapada.

-Por qué así la gente no se sorprende si nos ve hablando...- mencionó ella con una pequeña sonrisa.- Has crecido...

Pero el pelirrojo no le dijo nada, solo se acercó a ella y cuidadosamente la besó.
-Te he extrañado mucho, lo sabías?- preguntó este ahora sin poder ocultar su sonrisa.

-Puedo verlo... pero George yo...- empezó a decir ella ahora algo nerviosa, sintiendo como su brazo le estaba empezando a doler.
-Jaylene?- le preguntó este al ver que ella no continuaba.

-George? Estás ahí?- preguntó una voz de repente haciendo que el chico empezara a ponerse también algo nervioso.

Jaylene se girl para no mirar a la persona que acababa de llegar.
-Mamá? Que haces aquí?- le preguntó este.

-Con quién estás?

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora