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Y después de que Harry Potter y sus amigos se enfrentarán a un montón de mortífagos, Sirius Black había muerto.

Todos habían visto que Lord Voldemort había regresado, lo que complicaría las cosas para muchas personas, entre ellas no faltaban los Malfoy... Lucius Malfoy había sido encarcelado en Azkaban.

Eso significaba que había fallado, por lo tanto, como castigo, sus hijos deberían realizar su iniciación como mortífagos lo antes posible.

-Jóvenes Malfoy... vosotros sois los elegidos.- dijo el señor tenebroso caminando alrededor de los chicos.- Sin embargo, Draco. Tú serás el que deberá realizar un pequeño trabajo para mi.

Jaylene miró a Draco como pudo y claramente lo vio aterrorizado, al igual que su madre quien esperaba que no fuera tan duro con ellos. Ahora que no estaba Lucius, debía encargarse de su familia.

-Por otro lado... tenemos a la hermosa Jaylene que nos ayudará en todo, no es así?- preguntó mientras pasaba su asquerosa mano por el pelo de esta.- Ambos seréis de mucha ayuda... lo sé.- dijo ahora mirando a Snape.- Quiero que se haga lo antes posible Severus.

Obviamente el pocionista asintió, así acabando la reunión y dejando a los Malfoy un vacío enorme en el estómago.

Pero todo el dolor no había concluido. Draco vio como un chico más mayor que Jaylene se acercaba a ella con una sonrisa de lo más maligna.

Una sensación rara pasó por su estómago al ver que intentaba llevársela a otro sitio y su hermana negaba.
-Madre, haz algo.- le dijo señalando lo sucedido a lo que Narcisa solo pudo mirar a otro lado.- Mamá?

-No podemos hacer nada Draco... Connor es el prometido de tu hermana.- mencionó con tristeza.
-Qué? Ese?- preguntó ahora el platinado más alterado cuando vio como Jaylene lo miraba pidiéndole ayuda con sus ojos.

-Tu padre se ha encargado de buscad el más correcto para ella, no hay nada que hacer.- terminó por decir su madre.
-Tú y yo no. Pero sé de alguien a quien no le importa la opinión de papá y nos puede ayudar.- dijo este ahora marchándose de allí.

La chica por otro lado fue empujada bruscamente dentro de una habitación donde el chico cerró con pestillo.
-Si crees que puedes tratarme así estás muy equivocado.- mencionó ella con firmeza.

-De ahora en adelante mando yo, así que te callas y acatas órdenes, entendido?- le preguntó este de mala gana.

Jaylene no dijo nada. Se cruzó de brazos enfrentándolo y quedándose lo más fría y distante posible.
-Si piensas que tratándome así voy a callarme estar muy equivocado.- dijo ella haciendo que el chico se desesperara aún más.

-Niñata maleducada... de rodillas, ahora.- le exigió este amenazante haciendo que la
platinada star a una carcajada sarcástica.
-Sueñas que haré eso.- mencionó sin moverse de ahí.

Connor por otra parte se acercó a ella y la abofeteó, haciendo que la chica retrocediera por el impacto demasiado sorprendida.
-Te pondrás de rodillas ahora, recuerdas que tus padres han arreglado esto para que seas de mi propiedad? Bien, ahora de rodillas.- le volvió a decir.

Jaylene por otra parte quiso salir de allí pero el chico la tomó del brazo bruscamente y con la otra mano el pelo, tirándola hacia abajo.
-Que me hagas caso joder!- le gritó este más furioso aún.

-No pienso hacerlo!- le gritó ella desde el suelo consiguiendo que este le pegara una patada.

Connor parecía disfrutar del dolor cuando tocaron la puerta haciendo rodar sus ojos.
-Estamos ocupados! Llame más tarde!- dijo este ahora tapándole la boca a la chica mientras intentaba silenciarle la boca.

Jaylene gritaba pero no se escuchaba. Gritaba para pedir algún tipo de ayuda pero a ese punto estaba pedida.
-Cállate si no quieres saber lo que es un buen castigo.- le dijo este ahora susurrándole en la oreja.

Y lo siguiente fue ver como alguien había roto la puerta de golpe.
-Traidor! Asqueroso! Aléjate de mi sobrina ahora mismo!- chilló Bellatrix furiosa apuntando al chico.

-Yo, yo... eh, yo...- empezó a decir Connor ahora levantando sus manos en forma de rendición, soltando a la platinada quien rápidamente fue detrás de su tía.

-Tú? Tú qué!?- preguntó ella más enfadada aún acercándose a este mientras el chico retrocedía.
-Estamos comprometidos, t-tengo derecho...- empezó a explicar este.

-Derecho!? Derecho a qué exactamente!? Te das cuenta con quien estás hablando y tratando!? De rodillas! Ahora!- dijo ella a lo que Connor obedeció de inmediato.

Bellatrix miró a Jaylene quien se abrazaba a sí misma y le sonrió tranquilizándola, al menos era su intención.
-Pero qué hermosa y grande estás...- le dijo a lo que ella solo pudo decir "gracias".

Volvió a mirar al chico con cara de asco.
-Este es el "hombre" que tu padre ha elegido? Oh! Que vergüenza! Ya hablare con mi hermanita sobre esto...- dijo mientras parecía hablar con ella misma.

-Y que harás tía?- le preguntó Jaylene mirando ahora al chico con una pequeña sonrisa. Sabía lo que iba a venir.
-Me temo que deberemos cancelar el compromiso... ya sabes, el novio no podrá estar ese día.- mencionó olla mujer también sonriendo.

-Que lástima.- dijo ella con claro sarcasmo.- No tardes mucho tía, tengo cosas que contarte.
-Si... acabare con este traidor en un tic tac, tic tac...- empezó a decir este mientras veía como Connor se tapaba su cara pidiendo por piedad.

-Por favor! Lo siento mucho! Por favor!- decía este suplicando por su vida.
-No cariño, tú. o lo sientes, tú solo no quieres morir... pero déjame decirte algo.- dijo Bellatrix con una sonrisa.- Si en la vida hay que pasar página... yo pasaré la última por ti.

-Qué?- preguntó este.
-Avada kedavra.- dijo la mujer casi en susurro matando al chico finalmente dejando la habitación en silencio.

Jaylene ahora miraba al suelo pues claro, nadie nunca le había dicho que fuera tan duro ver una muerte en directo.
-Oh, no tienes por que llorar mi pequeña Jaylene, la tía Bella está aquí contigo.- dijo la mujer abrazándola a su manera.
-Gracias.- consiguió decir ella con la cabeza baja.

-Gracias a tu hermano, por cierto hay pudínpo algún lado? Matar gente da mucha hambre...-mencionó ella ahora caminando hacia abajo.

-Entonces... nada de compromiso?- preguntó ella haciendo que Bellatrix la mirara con una sonrisa.
-Cariño, no necesitas un hombre para ser poderosa, haz valerte por ti misma.- dijo ahora dejándola sola.

Lo había conseguido? Eso parecía, al final... parecía que el destino quería darle una oportunidad.

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora