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Jaylene se despertó gracias al idiota de su hermano quien la atormentaba saltando encima de ella con toda la brusquedad del mundo.
-Se puede saber que quieres?- dijo ella ahora aún con voz dormida mirando su reloj, dándose cuenta de que eran las cinco de la mañana.

-Hoy vamos a Hogwarts recuerdas? No podemos llegar tarde.- le dijo destapándola, con una sonrisa entre maliciosa e inocente.- A qué estás esperando!? Que te levantes de una vez maldita sea!- le decía mientras intentaba tirar de ella para sacarla de la cama.
-Draco, son las cinco de la mañana, déjame dormir.- respondió la chica, aún sin considerarse persona, tapándose la cara con el cojín más cercano que tenía.

-Como quieras.- respondió este, alejándose lentamente de la chica haciéndola suspirar de alivio. Pero quién sería Draco Malfoy sin salirse con la suya?- Tu te lo has buscado, perdedora.

Jaylene frunció el ceño aún escondida debajo de su cojín, y cuando quiso darse cuenta de que estaba tramando su hermano, sintió como agua fría recorría todo su cuerpo. Al mirar al platinado, lo vio con una sonrisa orgullosa con un jarrón en la mano, ahora vacío.

-Diez.- dijo ella cerrando sus ojos intentando calmarse, pensando que probablemente era ilegal matar a un niño tan temprano.

-Qué?- peguntó este ahora confundido.
-Nueve...- siguió contando ella ahora mirándolo, haciendo que el platinado dejara el jarrón el la mesa que había más cerca.

-Jay? Que cuentas?- le preguntó este sin entender nada.
-Ocho.- siguió diciendo sin dejar de mirarlo, ahora haciéndose una coleta para mejorar su visión.

Draco no dijo nada, y en cuanto su hermana dijo "siete", empezó a retroceder, dirigiéndose hacia la puerta lentamente.

-Seis.- anunció ella levantándose también lentamente, provocando que el niño platinado abriera los ojos algo asustado.
-Eh, quieres que te prepare el desayuno? No? Eh, yo... si, será mejor que me vaya.- empezó a decir a lo que Jaylene empezó a hacerse sonar los nudillos.

-Cinco para que corras por tu vida.- dijo finalmente ella haciendo que el niño se fuera corriendo intentando hacer el mínimo ruido para no despertar a sus padres.

-Cuatro, tres, dos, uno, Draco Lucius Malfoy eres hombre muerto!- gritó ella ahora empezando a correr siguiéndolo por toda la mansión.

El platinado tomó su escoba y se puso a volar, creyendo que Jaylene no sería capaz de atraparlo.
-No se como me vas a atrapar ahora.- dijo con su típica sonrisa orgullosa haciendo que ella tomara una escoba más.- Jay, tienes prohibido volar.

-Sabes que me importa ahora mismo? Nada, prepárate pequeño engendro, de esta no te salvas.- dijo ella subiéndose de todos modos asustando a Draco quien temía por su vida.

Cuando Narcisa se despertó y fue a desayunar tranquilamente, frunció el ceño.
-Draco, pero qué?- empezó a preguntar ahora mirando a la chica quien sonreía.

-No lo sé, supongo que se tendrá que ir a lavar, estoy pensando que quiere que lleguemos tarde a Hogwarts... que impuntual.- dijo mirando como el platinado ahora lleno de barro intentaba limpiarse la cara.

-Que si, que si, me ha quedado claro pesada.- dijo este yéndose a cambiarse mientras le dedicaba una mirada de odio a la chica quien le sacó la lengua.

Mientras, los gemelos Weasley se miraron entre si y sonrieron.
-Mamá! Hay, hay una araña, una araña en la habitación!- gritó Ron saliendo de su cuarto corriendo muy asustado, seguido de Harry quien se encontraba algo dormido.

Paso uno, levantar a Ron, hecho, buen comienzo de día.
-No es divertido!- les gritó este ahora molesto con ellos.

George miró a Fred y chocaron las manos. Ese sería su cuarto año en Hogwarts y estaban listos para absolutamente todo, o al menos eso pensaba el pelirrojo.

-Vamos! Llegaremos tarde!- decía Arthur algo preocupado, llamando a todos sus hijos.- Ginny... ahora que te falta?- le preguntó a la pequeña que corría a su cuarto a buscar algo. Después de un rato, la pelirroja bajó con un diario de lo más raro entre sus manos.

Cuando los gemelos subieron al tren, no tardaron en buscar a Lee.
-Si fueras Lee, donde estarías?- preguntó Fred de manera pensativa.
-Eh, supongo que molestando a alguien de Slytherin, en el vagón de Slytherin!- respondió George más emocionado aún de ir.

Cuando ambos pelirrojos se plantaron en la parte donde solían viajar las serpientes, inmediatamente escucharon gritos, haciendo que automáticamente supieran donde se encontraba el moreno.

La puerta de un compartimento se abrió dejando ver al Gryffindor que tanto buscaban.
-Vamos, en el fondo os habéis reído.- empezó a decir este pero rápidamente la puerta se cerró en su cara.- Aburridas..

-Quién es la víctima?- preguntaron a la vez mientras se acercaban al moreno quien se arreglaba la túnica haciendo que este solo sonriera.
-Emma Vanity y Jaylene Malfoy.- mencionó divertidamente.

-Has dicho Malfoy?- preguntó Fred mirando curiosamente a George quien ahora miraba en dirección al vagón.- Por qué?- preguntó intentando alejar a su hermano de allí, no obstante este no se movía.

-Fred, Lee, creo que ya se lo que haremos.- anunció este con una sonrisa mientras seguía acercándose cada vez más donde se encontraban las Slytherins.

Cuando Jaylene y Emma sintieron que el tren había llegado, decidieron salir, pero al hacerlo, la primera se paró por completo al ver dos sombras detrás escondiéndose en la puerta.

-Emma, déjame pasar a mi primera.- dijo ella con una sonrisa abriendo la puerta y agachándose, haciendo que los gemelos se tiraran entre ellos las bombas apestosas de color rojo.

-Buen intento Weasley.- le dijo ella intentando no sonreír mientras pasaba y lo miraba por segundos haciendo que George suspirara.
-Oh, cállate.- murmuró este algo fastidiado mientras intentaba limpiarse.

-Como lo has sabido?- le preguntó Emma mientras ambas se reían y entraban al comedor.
-Mi hermano y yo solemos gastarnos bromas continuamente, han sido muy predecibles.- dijo sin más, restándole importancia.- Hablando de mi hermano, que quieres?- le preguntó esta ahora al platinado quien le entregó dinero.

-Lo de siempre, no te cortes, tráeme cuanto más puedas.- le dijo antes de irse junto con sus amigos haciendo que esta solo rodara loso ojos.

-Un día está en una cuna llorando y en el otro te usa como negociante de dulces...

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora