my weakness (George Weasley)

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𓆏

Jaylene se apartó algo incómoda del círculo que se había formado, ahora sintiéndose que sobraba ahí, y sinceramente, estaba cansada de discutir.

Fred claramente vio ese gesto y entendió que parte era su culpa. Cedric y Cho se fueron para estar tiempo a solas mientras que Angelina miraba a George algo preocupada. Anthony por otro lado guardaba las tablas.

-Malfoy.- le dijo haciendo que la Slytherin lo mirara sin expresión alguna.- Yo... eh, esto, quería pedirte perdón.

-He escuchado bien?- preguntó ella ganándose una mirada cansada del pelirrojo.- Perdón, si, supongo que... yo también debería disculparme si es que he hecho algo mal.- mencionó ella sin duda incómoda.

Momento incómodo para los dos sin embargo Fred se repetía una y otra vez que lo hacía por George, y solo por su gemelo.

-Esto, esto no significa que seamos amigos.- le dijo el pelirrojo haciendo que ella sonriera.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso Weasley.- le dijo con la mayor tranquilidad, haciendo sonreír a Fred quien se cruzó de brazos.

-Oh, con que esas tenemos...- empezó a decirle siguiéndole el juego.- Cuida tus espaldas por que algún día puedes encontrarte una araña entre tu comida.

-No sabes el miedo que me da. De todas formas, que milagro ha pasado para que te tengas que disculpar conmigo?- preguntó ella ahora con curiosidad.

Milagro? Fred creía que era un milagro que a George le pudiera gustar Jaylene pero no iba a interferir más.

-Digamos que alguien me ha hecho darme cuenta de que es malo tenerle odio a alguien. Aumenta el estrés y el dolor de cabeza, además, hay gente más insoportable que tú.- le dijo encogiéndose de hombros.

La Slytherin se iba a ir pero pasó algo demasiado inesperado. Fred pasó un brazo por sus hombros y la arrastró hacia donde se encontraban Angelina y George.

-Si, si, chicos muy entretenido lo que estabais hablando pero necesito discutir algo muy importante con mi amorcito, no es así?- le preguntó directamente a la morena quien miró a George deseándole buena suerte con la mirada.

Y ahora se encontraban solos. De nuevo.
-Eh, donde, donde está Anthony?- preguntó ella intentando hacer contacto visual con el pelirrojo quien bufó por lo bajo.- No crees que deberíamos volver?

George asintió y algo indeciso miró a la platinada que buscaba a su amigo.
-Anthony se ha ido, si quieres... podemos volver, juntos. Para que no vayas sola... si quieres.- sugirió este haciendo que Jaylene lo mirara finalmente.

-Está bien.- accedió ella.- Pero te das cuenta de que como alguien nos vea...- empezó a decir algo incómoda, tratando de evitar el tema por el cual no había dejado de pensar.

-Pensaran, oh, una Malfoy y un Weasley juntos. Y qué?- le preguntó ahora este cansado de todos los rumores.- No estamos haciendo nada malo.

-No es hacer algo malo George, solo que... es demasiado raro, y no se como serán tus padres pero los míos no se toman mis relaciones de amistad muy bien menos si esa persona es una traidora de la sangre.- mencionó ella con voz cansada, haciendo que el pelirrojo que la miraba de reojo pasara a otro lado para disimular su decepción.

-Aún así me llamas por mi nombre, aún así me hablas y aún así estás aquí conmigo.- dijo este de repente poniendo más nerviosa a la chica de lo que estaba.- No crees que es por algo?

-Algo? Algo como qué?- preguntó ahora sin poder evitar una sonrisa.
-No lo sé, algo como diferente. No eres igual a tu padre. Ni a tu hermano.- mencionó este mientras llevaba sus manos a sus bolsillos para no congelarse.- Que crees tú?

Jaylene sabía que no era igual a su padre. Jaylene sabía que Draco intentaba complacerlo intentando parecerse a él cuando eso no era lo correcto. La chica tenía claro que no era como su padre, ni de cerca se parecían.

-Pienso que... he hablado demasiado contigo de mi, pero que tu no me has explicado nada de ti.- dijo ella mirándolo con curiosidad, sacándole una sonrisa al pelirrojo.

-Que quieres saber exactamente? Mi nombre, George Weasley, tengo seis hermanos y soy un traidor de la sangre. Odio transformaciones y juego al quidditch.- mencionó haciendo reír la la chica.- Y la broma?

-No a eso, me refería a ti, como es que te empeñas tanto en... hablarme, que piensas de todo esto, ya sabes, dudo que a tu familia le encante la idea de... juntarte conmigo.- mencionó ella provocando una gran duda en George.

Debería decirle?
-Bueno yo... la verdad es que, yo, eh, que está pasando?- preguntó mirando en dirección a Hogwarts ignorando la pregunta.

Jaylene frunció el ceño y cuando ambos chicos entraron al gran comedor, se dieron cuenta de que en vez de mensas habían sacos de dormir. El pelirrojo y la platinada se miraron entre si sin entender nada.

-No puedo creerlo! Os lo dije! Estaban saliendo!- dijo una de las voces de las chicas admiradoras de Jaylene emocionada.

La Slytherin rápidamente se separó de Geogre quien sintió un vacío a su lado, no pudiendo hacer nada al respecto.
-Adiós.- le dijo ella ahora yendo con sus compañeros dejando al pelirrojo solo y pensativo.

-Y bien?- le preguntó la voz de Fred apareciendo por detrás asustándolo.- Como ha ido?

-Fred, no puedo creer que me hayas dejado a solas con ella, sabes lo nervioso que estaba? Ni siquiera me había preparado mis líneas para sacar temas de conversación.- le mencionó mientras entraban al comedor y elegían uno de los sacos para dormir.

-No seas idiota, se os notaba muy pegaditos.- le dijo este con una sonrisa pícara haciendo que George se sonrojara.- Aww podría acostumbrarme a este Georgie.
-Cállate ahora.- le exigió este entrando en el saco y tapándose completamente.

Fred rodó los ojos y decidió mirar a la chica que traía loco a su gemelo. Sería casualidad que Jaylene lo estuviera mirando? Obviamente no.
-Estos chicos enamorados de hoy en día...- dijo mientras se iba a dormir en su saco.

George por otra parte pensaba y pensaba. Habían aclarado algo de toda la conversación anterior? No lo creía, sin embargo las imágenes de ella sonriendo venían y no paraban de dar vueltas por su cabeza.

Decidió mirarla por última vez ese día y se encontró con una agradable sorpresa. "disfrutando?" le preguntó con una sonrisa divertida a lo que ella negó de la misma manera sin poder evitar sonreír.

Esa sonrisa. Oh George, estabas cayendo demasiado rápido.