my weakness (George Weasley)

29

𓆏

-Jaylene... es que no irás?- preguntó Emma algo preocupada viendo como si amiga se encontraba aún en la cama.

-Da igual Emma, por cierto... quien es el afortunado?- preguntó con una sonrisa viendo como su amiga daba vueltas a su vestido.
-Querrás decir afortunada.- mencionó ella.- Una chica francesa, Chloé, me pidió el otro día.

-Me alegro por ti.- mencionó la platinada ahora mirando al suelo.- Ya nos veremos, supongo.

-Entonces, quién es tu pareja?- le preguntó Fred a su gemelo quien bajó la cabeza derrotado.- No tienes?

-No, no tengo. No te burles si? Ahora pásatelo bien con Angelina.- dijo este.
-Y que vas a hacer toda la noche?- le preguntó algo preocupado su gemelo haciendo que George se levantara y se mirara al espejo.

-Si ella está allí, le diré todo. Si no está... entonces se acabó.- dijo este haciendo que Fred frunciera el ceño.
-De que hablas?- le preguntó.

-Nada, mañana hablamos.- murmuró este muy decidido saliendo de su cuarto y sala común para dirigirse al mismo sitio de siempre.

Habían demasiadas posibilidades pero ya lo había decidido. Si Jaylene se encontraba allí, significaba que el destino quería que estuviesen juntos. Si no... entonces el pelirrojo entendía que nunca sería posible.

Al llegar, claramente no había nadie.
-A quien buscas?- preguntó Myrtle asustando al pelirrojo.- Oh, eres tú... la chica Malfoy ha venido a saludarme, se ha ido.

-Se ha ido? Te ha dicho donde?- preguntó este ahora algo esperanzado de que pudieran encontrarse.- Myrtle?
-Al baile seguro que no, es penoso que hubiera rechazado a tantos chicos por una persona...- se burló el fantasma ahora desapareciendo.

George salió en busca de la platinada, empezando por el pasillo donde se encontraba su sala común para acabar en la biblioteca. No había nada.

Se escuchó la música retumbar las paredes y las voces de la gente que definitivamente parecían pasárselo bien.
-Esto es inútil.- dijo mientras salía a tomar el aire.- Si solo me dieras una oportunidad destino... te juro que no la desperdiciaría.- le dijo mirando al cielo mientras caminaba.

Si, el destino había escuchado claramente al pelirrojo pues cuando miró al final de todo vio como la chica miraba al cielo tranquilamente sentada en uno de los bancos que habían.

Cuando Jaylene vio al pelirrojo no quiso seguir mirándolo. Que estaba haciendo ahí?
-Como va tu noche?- le preguntó mientras se sentaba a su lado.
-Perfectamente.- murmuró ella.- Y la tuya?

-La verdad es que podría ser mucho mejor.- contestó el chico mirándola con una pequeña sonrisa. Más cuando la chica rodó los ojos.
-Al parecer tu chica de Slytherin te ha rechazado, que pena.- dijo ella fingiendo lástima.

-En realidad... nunca se lo pedí. Me acobarde en el último momento y la he fastidiado.- dijo este ahora jugando con sus manos.- Realmente quería invitarte, lo siento.

Jaylene lo miró sorprendida.
-Por qué no me lo dijiste?- preguntó ella.
-Ya, como si me fueras a decir que si.- dijo este con una sonrisa sarcástica.- No mientas por que sabes que es verdad.

La chica negó, confundiendo más al pelirrojo.
-Me hubiera gustado que me invitaras.- soltó de repente.- Se que no... hubiéramos podido bailar ni nada por el estilo pero, no sé, es raro.

-Raro?- preguntó ahora George sin poder creérselo. Era como un sueño.
-Sabes... da igual, esto está mal.- intentó decir mientras se levantaba.

El chico por otro lado se levantó con ella y le tomó del brazo para pararla.
-Por favor, hablemos, no te vayas.- le pidió este más nervioso aún.

-George... no lo entiendes? Nosotros... no podemos funcionar, ni como amigos ni como nada más.- trató de excusarse haciendo que este solo pudiera sonreír.- Qué?
-Algo más? Cómo qué exactamente?- le preguntó sin soltarla, lentamente acercándose a ella.

Jaylene se sonrojó al procesar lo que acababa de decir. Cielos, que vergüenza pensó.
-Qué? No, no, no es eso, no lo entiendes, no podemos estar juntos! Ahora no nos deben ver hablando así como así, y esto está...- no terminó de hablar.

George se inclinó hacia ella y junto sus labios en un beso de lo más inesperado para ambos. Al principio ella no reaccionó dándole a entender al chico que se había arriesgado demasiado. No obstante vio como a los pocos segundos ella empezó a soltarse y finalmente a corresponderle el beso.

-Joder.- soltó este una vez se habían separado sin poder evitar sonreírle.- Jaylene...
-Eres... un idiota George Weasley, te das cuenta de que alguien podía haber visto... esto!?- dijo ella ahora muy nerviosa aún con las mejillas rosadas.

El pelirrojo solo podía sonreír. Era demasiado para él y ella... ella era maravillosa.
-Entonces... tú también quieres tener algo conmigo?- preguntó finalmente este haciendo is ella abriera los ojos.

-En serio me estás preguntando esto, ahora!?- le dijo sin poder creérselo.
-Si, te lo estoy preguntando, ahora, Jaylene me llevas gustando... desde el primer día. Me da igual que seas una Malfoy.- mencionó este dejando a la chica una gran decisión que tomar.

Familia? Corazón? Sentimientos? Tradición?
-Se podía decir que me encantaría, pero no podemos... y lo sabes.- dijo ella finalmente.

-Yo, tienes razón, siento... todo esto.- dijo ahora dándose cuenta de la realidad. El pelirrojo estaba demasiado confundido.

-Aún así...- dijo ella acercándose y dejándole un pequeño beso en los labios, provocando felicidad en el pelirrojo.- Quien dice que se tengan que enterar?- le susurró en la oreja.

Aquella chica era todo lo que buscaba, George podía confírmalo en ese momento. Pasó sus manos por la cintura de esta y con una sonrisa la acercó a él.
-Jaylene... me harías el honor de ser tu novio?- le preguntó también en susurro.

-Honor concedido Weasley.- le respondió finalmente ella.- Pero ahora mismo debería irme, seguramente Emma me busque por algún lado...- mencionó ella mientras se separaba.

George por otro lado no la dejó. La atrajo hacia el y le robó un beso.
-Nos vemos mañana entonces...- le dijo este con felicidad.- Te quiero.

Podía una persona derretirse? Jaylene estaba a punto de desmayarse ante ese pelirrojo y George lo sabía muy bien.