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George miró a Jaylene algo triste mientras se separaba de ella y se limpiaba las lágrimas traicioneras que caían por su rostro.

-George... no es tu culpa, lo sabes verdad?- le preguntó ella ahora tratando de animarlo.

-No es eso, solo que me duele. Mamá siempre ha sido... buena conmigo. Ahora entre lo de la tienda con Fred y esto... duele.- dijo mirando al suelo, cansado y sobre todo decepcionado.

Jaylene también miró al suelo sintiéndose mal por él. Entendía perfectamente ese sentimiento de creer que lo estás haciendo bien, de esforzarte cada día para ser mejor por ellos, para intentar satisfacerlos y que estén orgullosos y recibir decepción a cambio. Ella sabía perfectamente lo que era.

Una de las razones por las que Draco y Jaylene habían odiado a los Weasley siempre había sido el hecho de verlos con su familia y la aprobación de sus padres, felices de abrazarlos o decirles que se querían y estos corresponderle de la mejor manera diciéndoles lo orgullosos que estaban de ellos.

Ahora la chica entendía que no era así.
-Siento que te sientas así, es horrible.- dijo ella ahora abrazándose a si misma.- Y siento no poder consolarte mejor, no se me da bien... todo esto.

George la miró y se dio cuenta lo mucho que la platinada se estaba esforzando por tratar de ser mejor persona. Se sentía aún peor por todo lo que le habían dicho Ron y su madre y sentía que era su culpa por no defenderla como debía.

-Gracias.- le dijo este finalmente con una pequeña sonrisa.- Gracias por esperarme.
-No podía irme, tenía que explicarte algo muy importante de hecho.- mencionó ella ahora algo nerviosa al ver que su brazo volvía a empezar a doler.

-Que es?- preguntó este con más tranquilidad.- Espera... ahora que recuerdo, que tal todo? Ya sabes... lo de tu compromiso.

-Ah eso...- murmuró ella ahora tratando de ocultar su emoción.- Bueno, se podría decir que ahora es ex prometido...- le dijo a lo que este frunció el ceño.
-Cómo? Qué ha pasado?- le preguntó ahora más animado y contento.- Has conseguido anularlo?

-Si, gracias a mi tía... Bella.- mencionó ella con una pequeña sonrisa. El pelirrojo por otra parte no se lo creía. Estaba tan emocionado que la abrazó de la emoción, pero al parecer Jaylene no saltaba de alegría como esperó.

-Por qué no estás contenta? Es un paso menos...- empezó a decirle este con ilusión.
-Bueno, primero por que para anular ese compromiso mi tía ha tenido que matarlo.- soltó ella sin ningún tipo de tacto haciendo que George abriera los ojos de la sorpresa.

-Wow.- soltó este sin saber que decir.- Que pena...- siguió diciendo sin ningún arrepentimiento.- Y que más te preocupa de eso?

Jaylene se movió algo incómoda.
-Si antes mi familia era un problema, creo que ahora la tuya también lo es, y lo entiendo, no me malinterpretes...- mencionó ella ahora viendo como George dejaba de sonreír.

-Tienes razón y créeme, haremos lo posible para que no sea un problema, eso es lo único que nos separa, verdad?- intentó ser positivo este pero cuando vio como ella se levantaba de sus sitio tuvo la inercia de tomarle el brazo derecho haciendo que ella se apartara bruscamente.

-Lo siento, lo siento, no quise...- empezó a decir ella ahora muy nerviosa.
-Jaylene... dime que no es lo que estoy pensando.- le interrumpió este ahora levantándose y quedando delante de ella.

La platinada trataba de no llorar de dolor ni rabia. Sabía que ella quería quedar con él para explicarle todo y ahora que estaba allí, costaba demasiado decir la verdad.

Sentía vergüenza de ella misma pero eso era lo que era, lo aceptara o no.
-La razón por la que te he mandado esa carta para verte... ha sido esto.- dijo mientras se levantaba la manga y dejaba ver su marca, estaba roja, aún parecía reciente, se podía sentir que dolía infiernos.

George tragó hondo y decidió dejar de mirar para no incomodarla. Empezó a jugar con sus manos al quedarse sin palabras ante ella. Realmente se esperaba de todo menos... eso.

-Tenía que decírtelo, yo, no podía ocultarte algo como esto, y entendería si no quisieras volver a verme o gritarme, lo siento mucho, yo no... no he podido hacer nada.- empezó a excusarse ella al ver que el pelirrojo en cualquier momento se iría de allí.

-En serio crees que querría alejarme de ti?- preguntó este ahora confundido.- Si, admito que me asusta demasiado, pero después de todo, no podría odiarte.

La platinada que sentía su corazón en su garganta de la impotencia de llorar y salir corriendo de allí y perderse para siempre miró al chico que aún estaba algo alejado de ella.

-No tienes que fingir, en serio, debería darte asco y miedo, yo lo tengo conmigo.- admitió ella.- Por eso no he dicho nada, tu madre y Ron tienen razón y lo he pensado. No quiero obligarte a estar con una maldita mortífaga.

George llevó sus manos a sus bolsillos mientras pasaba su vista al brazo derecho de ella.
-Te duele?- le preguntó ignorando todas sus quejas. Ella lo miró sorprendida y no supo que contestar.- Te duele mucho?- volvió a insistir este mientras se empezaba a acercar a ella.

-Quema.- respondió algo confundida.- Pero George... yo...- volvió a empezar a decirle.
-No digas nada más, entendido? Estoy aquí contigo, no voy a irme.- le interrumpió este ahora pasando un mechón de pelo detrás de su oreja.

-Deberías, deberías tenerme miedo.- murmuró ella sin apartar su mirada a lo que el pelirrojo solo sonrió divertidamente.

-Claro, lo que tú digas cariño.- murmuró este mientras conseguía juntar sus labios con los de ella tomándola desprevenida y demasiado sorprendida.

A veces, no lo entendía, per a Jaylene le encantaba.
-Te tomas todo esto como una broma, no quiero que acabe mal.- consiguió decir ella ahora sin poder ocultar la sonrisa que tanto le gustaba al pelirrojo.

-Acabar mal? Cuándo alguna de mis bromas ha acabado mal?- le preguntó este tratando de mantenerla contenta.- Confía en mi, de acuerdo? Todo esto de solucionara, y podremos estar juntos y ser felices, lo prometo.

Jaylene sonrió con ternura y realmente deseaba que fuese verdad. Cuánto más tendrán que sufrir para poder conseguir estar juntos?

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora