To Mr. Jeon [KookV]

Capítulo 11

Alzó la taza de café y cerró los ojos tras darle un sorbo. Se había levantado con un fuerte dolor de cabeza aún, pero no iba a negar que estaba más relajado. La cancelación de la agenda le había parecido a su cuerpo una buena decisión.

Terminó de cortar el plátano sobre el bol y se lavó las manos. Jane había hecho una pequeña compra mientras había estado en el hospital y la habían traído a casa. No había pasado desaperciba para él cierta caja de cereales de chocolate, pero solo había podido sonreír y negar con la cabeza.

Cogió la cuchara para empezar a desayunar, pero el sonido de su teléfono lo interrumpió. Extrañado, estiró el brazo y descolgó la llamada.

—¿Jungkook? —Escuchó al otro lado aquella voz tan familiar.

—¿Jimin? —cuestionó para llevarse una cucharada de avena a la boca—. ¿Pasó algo? ¿Por qué me llamas desde otro número?

Escuchó un suspiro.

—No te preocupes por eso. Estoy un poco en medio del trabajo. —Sonó más serio de lo normal—. Acabo de hablar con Jane. Me alegra que estés mejor. ¿Cómo te sientes?

—Estoy...bien, supongo —dijo con extrañeza—. Me duele la cabeza, pero bien. ¿Te llamó ella? —Quiso saber. Le había parecido raro que hubiesen hablado.

—No exactamente —dijo con cierta inseguridad—. Junghyung me llamó cuando te ingresaron. Estaba llorando, asustado.

Jungkook paró de comer de inmediato.

—¿Pero cómo t...? —Intentó preguntar.

—Supongo que Jane le prestaría el teléfono. —Hizo una pausa antes de volver a hablar—. ¿Qué pasó? ¿Te dijeron algo? —Sonó preocupado.

—El doctor dijo que fue por el cansancio —respondió sin más—. Lo de siempre. No recuerdo mucho. Llegué a casa, me empecé a marear y... Bueno.

—¿No estabas hablando con nadie? —preguntó rápidamente.

—No, ¿por qué? —Frunció el ceño—. ¿Qué tiene que ver?

Jimin tragó con fuerza al otro lado. Jungkook pudo escucharlo.

—No, nada. Me preocupa que te pasen esas cosas solo, Kookie. Si Junghyung no te hubiese encontrado... o si hubiese sido en la calle...

—Nunca estoy completamente solo, así que no hay problema con eso —dijo antes de seguir con el desayuno.

—Es un problema, Jungkook —dijo ahora más serio—. No hagas como si no lo fuera.

Jungkook suspiró por la pequeña reprimenda de su amigo.

—Está bien. Tienes razón. Tendré más cuidado —admitió finalmente.

Se mordió los labios, recordando la última conversación que habían tenido, y se lo pensó mucho antes de hablar de nuevo.

—Jimin. Sobre lo de la otra vez... —intentó comenzar—, siento si dije algo o si hic... —Esta vez fue interrumpido por su amigo.

—No, Jungkook. No. No tienes que disculparte por nada. No hiciste nada. Todos estamos un poco cansados. No tuve que haberte hablado así, ¿está bien? Perdóname.

El pelinegro pudo oír el tono de disculpa sincera, pero eso nunca lo tranquilizaba.

—Jimin —habló casi en un susurro—. Siento que hago todo mal —declaró de repente— y tengo la necesidad de disculparme por algo que ni siquiera sé qué es. Cuando me desperté... Fue palpable. Estaba ahí. Había un error y una disculpa, pero... No sé qué es.