Capítulo 14

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La mujer llevaba un rato observando a su jefe mientras trabajaba. Estaba ordenando las citas que tenía agendadas, pero, por alguna razón, el rictus y los gestos en la cara de él habían llamado su atención. Parecía estresado, ansioso. Tal vez las dos cosas a la vez. Al principio, no tenía ni la más mínima idea de qué le pasaba o de por qué estaba así.

Habían llegado a casa. Él estaba de vuelta y trabajaba en su despacho habitual. Podía volver a sus rutinas y recuperar el ritmo más fácilmente en la sede principal. ¿Entonces? Entonces a Jane se le había encendido la bombilla. ¿Sería por eso?

—Señor Jeon, ¿está bien? —preguntó por enésima vez.

—Ya te dije que sí, Jane —contestó a la par que cogía de nuevo la botella de agua que tenía en su escritorio—. No preguntes de nuevo, por favor.

Jungkook se mordió el interior de la mejilla. Por supuesto que sabía que estaba siendo evidente. Él también se había dado cuenta de su estado. Intentaba calmarse y relajarse un poco, pero no le estaba resultando una tarea fácil. Su secretaría se había dado cuenta y él también se había dado cuenta de que ella lo sabía. Estaba tenso, pero no sabía por qué.

Tenía una sensación molesta en su estómago, como si tuviese un nudo. La sensación constante de que debía atender asuntos que no sabía que tenía lo invadía todo el tiempo. Podía compararlo con la sensación de dejarse algo en casa cuando se iba de viaje sin saber el qué. Era incómodo y molesto.

Resopló de nuevo y cerró los ojos cuando terminó el balance que llevaba haciendo toda la mañana.

—¿Es porque su pareja se va de viaje con sus amigas? —Lo intentó de nuevo Jane. Ella sabía que no era esa la cuestión, pero debía encontrar alguna abertura en el estado actual de su nervioso jefe para que pudiese hablar.

—¿Cómo lo sabes? —Jungkook frunció el ceño al abrir los ojos y miró a su secretaria.

Jane se encogió de hombros.

—Ella me llamó cuando usted estaba en una reunión. Se ve que como no atendía el teléfono, decidió hablar conmigo para decirme que iba a sacar dinero de su cuenta para pagarse el viaje que iba a hacer con las amigas. Le dejó un mensaje —continuó—, por eso no le dije nada.

Jungkook asintió. Ayer, antes de volver a casa, había visto el mensaje. Gracias a que Jane había modificado ligeramente la agenda, no había tenido que pasar por el hotel y había podido llegar antes y descansar. A veces, tenía el impulso de seguir trabajando. Tenía mucho que adelantar, pero ella no le dio ninguna opción. Agradecía su preocupación y tenía presente que debía seguir las indicaciones del médico, pero le estaba costando trabajo adaptarse a no trabajar hasta tan tarde. Debía obligarse a dejar de pensar en el trabajo, pero, en ocasiones, simplemente no podía hacerlo. No podía adaptarse a ese cambio tan rápido después de llevar tantos años así.

—¿Sabe, señor Jeon? Al principio pensé que sería por eso, pero luego lo descarté —dijo con amabilidad.

—¿El qué? —La miró extrañado.

—Su estado. —Señaló con la mirada la botella de litro y medio de agua casi acabada.

—No sé de qué hablas, Jane.

Ella sonrió dulcemente. Parecía un niño intentando ocultar lo más evidente.

—Por supuesto que no, señor Jeon —comentó graciosamente—. Pero quiero decirle que es normal que se preocupe por su h... —hizo una pequeña pausa— Por el niño.

Jungkook la observó seriamente, pero luego desvió la mirada.

—No estoy preocupado por él —murmuró.

To Mr. Jeon [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora