Re;Start [Eldarya] (Re;Birth #3)

Capítulo XIII: Origen.

La promesa de Nevra se vio perjudicada por algo tan lindo y molesto a la vez: las fiestas de fin de año. En Eldarya, la celebración de Navidad no era tan importante como en la Tierra, pues, a fin de cuentas, la razón original por la que se celebraba la Navidad era por religión, cosa que en este mundo no figuraba realmente. Aun así, era una costumbre que se había quedado, sólo que se veía más como un tiempo de descanso y regresar a tu origen.

Afortunadamente, mis padres decidieron venir y no forzarme a ir a Reessia. Supuse que se debió a mi molestia por el tiempo que pasé ahí, y sabían que en estos momentos Reessia no era un lugar que quisiera visitar en un largo tiempo. Además, mi madre tenía unos cuantos asuntos con Miiko, por lo que este pequeño viaje también pudo haberse debido a eso. Ewe, Chrome, Karenn, Ezarel, Caelius e incluso Nevra y Lance pasaron estas fechas en mi casa. Mi madre sólo había invitado al vampiro porque es el tío de su nieto, mientras que la invitación al dragón era sólo porque había cuidado la casa en mi ausencia.

A esta celebración se unieron prácticamente todas las personas que solían quedarse en el cuartel, al menos, a las que conocía. Leiftan simplemente saludó a mis padres, pero decidió pasar el tiempo solo... cosa que me preocupaba. Tras nuestro viaje a Genkaku, el aengel parecía algo diferente, pero no sabía explicar el porqué.

Las labores se habían restaurado, y, debido a nuestro estado de crisis, el trabajo no se había hecho esperar. La kitsune nos había convocado a una reunión matutina, en la que discutiríamos sobre nuestro siguiente paso en este enorme problema. Me imaginaba que tendría que ver con nuestra quizás inminente migración, pero... podía ser también que nos mintiera.

—¿A la Tierra?— una pregunta me sacó de mi trance, tanto que sentí que me caería de mi asiento.

—Sí, Chrome.— la kitsune suspiró. —Parte del plan de migración es saber a qué nos enfrentamos. Quienes han ido a la Tierra, sólo ha sido para recolectar comida, pero realmente nunca hemos tenido misiones de exploración y de reconocimiento en el lugar. Sí, queremos salvar Eldarya, pero...— la jefa bajó la cabeza, bastante intranquila.

—Pero las cosas no pintan bien, ¿no es así?— completó el vampiro con el mismo semblante. —¿A quiénes planeas mandar?—

—Para empezar, sólo a miembros de la guardia Brillante... a excepción de dos personas.— se aclaró la garganta. —Como les expliqué anteriormente, tenemos distintas agrupaciones de razas, dependiendo de que tan fácil será que puedan vivir en la Tierra. Del grupo de menor riesgo, tengo planeado que vayan Lance, Leiftan, Aerye y Mathieu. Decidí incluir a Mathieu por su condición de humano.— ser seleccionada para esta exploración me emocionaba y me inquietaba a la vez.

—Para definirlo, el primer grupo son aquellos faeries que no cuentan con características físicas fuera del estándar humano, y que, sin ningún tipo de análisis genético, podrían pasar por esa raza. Además, el vivir en la Tierra no les causaría una alteración significativa.— explicó Eweleïn. —Ahora, el segundo grupo somos aquellos que, aunque el vivir en la Tierra no nos causaría ningún problema, tenemos alguna característica que nos identifica como no humanos. Los seleccionados de esa categoría somos Koori, Ezarel y yo.—

—Creo que ya no entendí...— interrumpió el dragón. —Ezarel ya no trabaja aquí.—

—Por más que yo quisiera ir, no puedo dejar a Eel completamente desprotegido.— aclaró la líder. —Ezarel me pidió personalmente formar parte de esta misión, y si a esas vamos, Leiftan tampoco es realmente un miembro de la Guardia.— tras la explicación de la kitsune, Lance se limitó a asentir.

—Los grupos que entran en mayor riesgo son el tres y el cuatro. El tercero se caracteriza por sufrir alguna alteración significativa gracias a algún componente de la vida terrestre, ya sea el aire, sol, luna o cualquier otra cosa. Nevra y Chrome irán.— ante esta declaración, me levanté inmediatamente.