Capítulo XIV: Necesito Saber.

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—Te necesito a ti, Aerye.—


Una frase tan ambigua, pero que, de una forma u otra, tenía bastante significado. ¿A qué se refería, exactamente? ¿¡Cómo que te necesito a ti, Aerye!? Por más que quisiera emocionarme, tenía que estar a la expectativa. No quería quedar como una idiota, sobre todo, porque lo conocía. Tragué saliva, y lo miré directamente a los ojos. Quería ver si estaba mintiendo. Si sus palabras tenían otro significado. Lamentablemente, no podía descifrar nada.

De nuevo, sin decir nada, intenté analizarlo. Su rostro luchaba por estar neutro, pero pude notar como su ceño le ganaba y se arrugaba un poco. De ahí en fuera, no había nada más que pudiera deducir sobre él. Necesitar... ¿en qué ámbito se refería? Al decir que me necesitaba, podía ser para un favor, sin embargo, dijo a ti... ¡agh, maldito vampiro estúpido!


—A... ¿A qué te refieres, exactamente?— pregunté, mi voz tan delgada como un hilo. —Necesitar tiene muchos significados.— ante mi respuesta, el vampiro se pasó una mano por la cara, completamente exasperado.

—¿Estás haciendo esto a propósito?— ante su respuesta, entrecerré los ojos.

—P-Pues puedes intentar ser más claro, ¿no crees?— bufé tras mi respuesta. —Digo, primero me dices que ese beso no tuvo significado, ahora me dices me necesitas, así que...— me frené en seco, pues sin pensarlo dos veces le di el significado que yo había interpretado. Desvié la mirada, pero él me forzó a verlo.

—Que todo eso fue una mentira.— sentí que el corazón se me saldría en cualquier momento. —Yo... lo intenté, Aerye. Te juro que hice mi mayor esfuerzo por superarte. Estuve a punto de hacerlo, pero se te ocurrió regresar a Eel y todo mi esfuerzo fue en vano.— por más que sabía que sus intenciones eran buenas, no podía evitar entrecerrar los ojos ante lo que manifestaba.

—¿Me disculpo por regresar?— suspiró con fuerza, aunque más que desesperado por mis respuestas, parecía molesto consigo mismo.

—No, nunca.— bajó la cabeza. —Antes de ir a Genkaku ya tenía muchas cosas en mi cabeza, y ese viaje fue el colmo. Te besé una vez, pero créeme que fue una de las miles de ocasiones en las que quise hacerlo.— tragué saliva, de nuevo, sintiendo que me moriría en cualquier instante. —Cuando me regañaste, cuando hicimos nuestra guardia juntos, cuando tomaste mi mano, cuando nos subimos al barco para regresar... y, bueno, cada vez que te he visto tras ese viaje.— sentí una presión indescriptible en el pecho ante sus palabras.

—Yo... yo también.— mi cara se sentía caliente, pero eso no me detuvo esta vez. —Nevra, ¿a dónde quieres llegar con todo esto? Necesito saberlo.— pregunté una vez más, intentando estar segura de que era real.

—A que te amo, Aerye.— me miró directamente a los ojos. —Nunca podría dejar de hacerlo, ni aunque pusiera mi vida en ello.—


Escuchar esas palabras era algo tan irreal que comenzaba a pensar que realmente no desperté de mi siesta tras la investigación. Es decir, tenía sentido, ¿no? Estaba muy cansada como para poder despertarme sin ningún tipo de alarma antes de nuestra cita...

¿¡Pero qué tonterías estoy diciendo!? ¡Claro que es real! El Nevra que estaba en frente de mí no era el producto de un sueño, y mucho menos el que, por fin, estaba siendo completamente sincero conmigo. Todo comenzaba a encajar; su insistencia por saber si todavía sentía algo por él. El hecho que, desde que nos reconciliamos, se la ha pasado coqueteando conmigo. Es decir, ¿realmente era una sorpresa? ¿O sólo me estaba haciendo la loca todo este tiempo?

Re;Start [Eldarya] (Re;Birth #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora